Por Teodoro Rentería Arróyave
Raúl Durán Cárdenas: A ti por haberme permitido conocerte, porque además de amigos no hicimos hermanos. Tu partida física, estoy seguro, la sanará el recuerdo de tantos años de vivencias, tu categoría de respetado y reconocido periodista, tu sabiduría de hombre de bien, la majestuosidad de tu intelecto y por nuestras comunes luchas gremiales.
A tu querida esposa Lupita, a tu adorada hija Karina, a tu hermana La Güera, a todos tus demás familiares y amigos el fraternal abrazo de quien siempre te tendrá presente. In Memoriam.
PUEBLO BONITO, MAZATLÁN, SINALOA. El pasado 2009, recordamos, lo despedimos como un año terrible y ahora este 2010, nos vemos en la terrible necesidad de decirle adiós como el peor de la década.
La crítica está implícita a pesar de que nos negarnos a asumir una actitud catastrofista, por el contrario, aun medio de esta inmisericorde tempestad, conservamos el optimismo por un mejor año 2011, por un país y un mundo mejor.
Los siguientes son doce deseos, uno por cada mes, para el año 2011, que comienza mañana, sin que ello implique temporalidad en el cumplimiento de los mismos, porque esperamos un mañana de esperanza en el sentido de que el mundo y el país den una voltereta completa, si se quiere de 180 grados para evitar con los 360 regresar a lo mismo: a la demagogia que es falsedad:
Uno: Que termine esta “guerra” absurda y sin sentido contra el crimen organizado.
Dos: Que sea suplida por una estrategia de inteligencia política, policíaca y militar propia de funcionarios inteligentes y capacitados.
Tres: Que ya no haya más muertes violentas, todas sin exclusión y en ellas las de civiles inocentes, mal calificados: “daños colaterales”.
Cuatro: Que se excluya de nuestra realidad la impunidad para acabar con los feminicidios y el maltrato a las mujeres.
Cinco: Que en ese mismo sentido sean perseguidos, juzgados y sentenciados todos los que estén inmiscuidos en la pornografía infantil y los pederastas, tengan el rango que sea.
Seis: Que termine la persecución contra los líderes sociales de grupos marginados, entre ellos el de los indígenas.
Siete: Que terminen los atentados contra los periodistas y los medios que ha colocado a México en el primer lugar en el mundo en asesinatos, desapariciones forzadas y demás agresiones a comunicadores.
Ocho. Que se inicie la esperada gran reforma educativa en todos sus niveles, como paso fundamental para la transformación del país.
Nueve. Que se impulse a la economía para crear y asegurar los buenos y remunerados empleos que se le deben a las presentes y nuevas generaciones y con ello el progreso de la nación.
Diez. Que los políticos con el apoyo de la sociedad civil en forma responsable nos pongamos a trabajar para alcanzar la necesaria conciliación nacional.
Once. Que preparemos las próximas elecciones, incluyendo las presidenciales del 2012, con un espíritu de grandeza para que las mismas se conviertan en fiestas de la democracia.
Doce. Que caminemos por el sendero cierto del estudio, de la civilidad, del progreso, de la prosperidad personal, familiar, comunitaria, nacional y mundial.
No es un sueño, es la esperanza de vivir en un México y un mundo mejor. Felicidades amigas y amigos. A todos, hermanos, un mejor año 2011.
Raúl Durán Cárdenas: A ti por haberme permitido conocerte, porque además de amigos no hicimos hermanos. Tu partida física, estoy seguro, la sanará el recuerdo de tantos años de vivencias, tu categoría de respetado y reconocido periodista, tu sabiduría de hombre de bien, la majestuosidad de tu intelecto y por nuestras comunes luchas gremiales.
A tu querida esposa Lupita, a tu adorada hija Karina, a tu hermana La Güera, a todos tus demás familiares y amigos el fraternal abrazo de quien siempre te tendrá presente. In Memoriam.
PUEBLO BONITO, MAZATLÁN, SINALOA. El pasado 2009, recordamos, lo despedimos como un año terrible y ahora este 2010, nos vemos en la terrible necesidad de decirle adiós como el peor de la década.
La crítica está implícita a pesar de que nos negarnos a asumir una actitud catastrofista, por el contrario, aun medio de esta inmisericorde tempestad, conservamos el optimismo por un mejor año 2011, por un país y un mundo mejor.
Los siguientes son doce deseos, uno por cada mes, para el año 2011, que comienza mañana, sin que ello implique temporalidad en el cumplimiento de los mismos, porque esperamos un mañana de esperanza en el sentido de que el mundo y el país den una voltereta completa, si se quiere de 180 grados para evitar con los 360 regresar a lo mismo: a la demagogia que es falsedad:
Uno: Que termine esta “guerra” absurda y sin sentido contra el crimen organizado.
Dos: Que sea suplida por una estrategia de inteligencia política, policíaca y militar propia de funcionarios inteligentes y capacitados.
Tres: Que ya no haya más muertes violentas, todas sin exclusión y en ellas las de civiles inocentes, mal calificados: “daños colaterales”.
Cuatro: Que se excluya de nuestra realidad la impunidad para acabar con los feminicidios y el maltrato a las mujeres.
Cinco: Que en ese mismo sentido sean perseguidos, juzgados y sentenciados todos los que estén inmiscuidos en la pornografía infantil y los pederastas, tengan el rango que sea.
Seis: Que termine la persecución contra los líderes sociales de grupos marginados, entre ellos el de los indígenas.
Siete: Que terminen los atentados contra los periodistas y los medios que ha colocado a México en el primer lugar en el mundo en asesinatos, desapariciones forzadas y demás agresiones a comunicadores.
Ocho. Que se inicie la esperada gran reforma educativa en todos sus niveles, como paso fundamental para la transformación del país.
Nueve. Que se impulse a la economía para crear y asegurar los buenos y remunerados empleos que se le deben a las presentes y nuevas generaciones y con ello el progreso de la nación.
Diez. Que los políticos con el apoyo de la sociedad civil en forma responsable nos pongamos a trabajar para alcanzar la necesaria conciliación nacional.
Once. Que preparemos las próximas elecciones, incluyendo las presidenciales del 2012, con un espíritu de grandeza para que las mismas se conviertan en fiestas de la democracia.
Doce. Que caminemos por el sendero cierto del estudio, de la civilidad, del progreso, de la prosperidad personal, familiar, comunitaria, nacional y mundial.
No es un sueño, es la esperanza de vivir en un México y un mundo mejor. Felicidades amigas y amigos. A todos, hermanos, un mejor año 2011.