Las inundaciones en Australia subrayan la necesidad de que todas las naciones, ricas o pobres, planifiquen anticipadamente para evitar pérdidas económicas frente a los patrones impredecibles del clima extremo. Así lo advirtió este miércoles la Estrategia Internacional de la ONU para la Reducción de los Desastres (UNISDR).
Las lluvias torrenciales han dejado grandes áreas en el noreste de Australia gravemente anegadas.
Las inundaciones, que ascienden a más de 1.000 millones de dólares en pérdidas, arrasaron los cultivos y afectaron la producción de las minas de carbón.
La Secretaria General Adjunta para la Reducción del Riesgo de Desastres, Margareta Wahlström indicó que el interés de la ONU es cambiar la creencia de que los desastres son causados por la naturaleza.
Wahlström explicó que esas catástrofes son fruto de las acciones de las personas y por lo tanto existen formas de evitar y planificar para disminuir el golpe que implican.
El secreto para reducir su impacto es anticipar las consecuencias que tendrá en el desarrollo económico y social, concluyó la alta funcionaria.