Por primera vez, familias en Yemen y sus parientes detenidos en las instalaciones estadounidenses en la bahía de Guantánamo (Cuba) han podido comunicarse gracias a las llamadas en videoconferencia. Este es un nuevo servicio puesto a disposición por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Las primeras llamadas en videoconferencia se hicieron hace 10 días en la delegación del CICR en Saná. Acaba de completarse la última serie de llamadas, que tuvo lugar en Aden, en el sur de Yemen.
"Esta es la primera oportunidad que tienen las familias en Yemen y sus parientes detenidos en la bahía de Guantánamo de efectuar llamadas mediante la videoconferencia", explicó Nourane Houas, de la delegación del CICR en Saná. "Hasta la fecha, 4 familias han hecho esas llamadas".
Las llamadas en videoconferencia, que pueden durar hasta una hora, brindan la oportunidad a los detenidos de la bahía de Guantánamo y a sus familiares no sólo de hablarse sino también de verse, en algunos casos por primera vez desde hace casi diez años. "Nada, ni siquiera un vídeo en directo, puede reemplazar una visita cara a cara, pero la llamada en videoconferencia es mucho más satisfactoria que una llamada telefónica o un mensaje escrito", dijo la señora Houas.
Actualmente son unos 90 los yemenitas detenidos en la bahía de Guantánamo. Hasta ahora, muchos de ellos han mantenido el contacto con sus familiares en Yemen mediante los mensajes de Cruz Roja (breves mensajes familiares que el CICR se encarga de transmitir) y llamadas telefónicas.
El CICR trabaja en Yemen desde 1962. En colaboración con la Media Luna Roja de Yemen, se ocupa de satisfacer las necesidades más urgentes de las víctimas de la violencia armada en ese país, de prestar asistencia humanitaria sobre una base imparcial y de visitar a las personas privadas de libertad.