La marcha partió sobre las 18.30 horas de la Plaza Fuensanta como es habitual, y transcurrió sin incidentes y en silencio al son del "Réquiem" de Mozart, ante algún grupo que en un primer encuentro se unía con cánticos religiosos o gritos de "La enseñanza y la sanidad pública han muerto por culpa del PP", y una pancarta gigante en la que se podía leer "Los servicios públicos son de todos".
Tras ellos un grupo de manifestantes portaban dos ataúdes con escritos alusivos a su protesta, en los que apuntaban "No al tijeretazo, dignidad y resistencia" o "No dejaremos que entierren los derechos de los empleados públicos".
Ya en la cabecera de la pancarta el secretario general de CCOO, Daniel Bueno, aseguró que se había llegado a "un principio" de diálogo con el presidente del Gobierno regional, que suponía "la recuperación" del mismo, roto desde diciembre, intentando, acentuó, "que esta ley no afecte a los empleados públicos de la Región".
Y es que, recordó, el jefe del Ejecutivo "ha dicho que la ley es revisable en todo su contenido y, por lo tanto, vamos a formular la propuesta para proceder a esa revisión". Se trata, advirtió, "de un logro de las movilizaciones de los miles de trabajadores el que el presidente nos haya recibido y se muestre dispuesto a establecer un diálogo, aunque condicionado, y revisar su contenido".
"Vamos a intentar ese proceso y en una semana o diez días sabremos si el proceso de negociación camina o no positivamente", insistió Bueno.
En medio de un fuerte despliegue policial, la marcha ha transcurrido sin incidentes y al final de la misma, en la Plaza de la Cruz Roja, y una vez dejados los dos féretros representativos en el suelo, los manifestantes han roto en un rotundo aplauso porque, aseguraban, "somos muchos más".
Posteriormente, uno a uno, los asistentes han ido dejando las velas que portaban alrededor o encima de los féretros," rezaban" alguna oración para después abandonar el lugar.