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Esa corrupci贸n

Por Teodoro Renter铆a Arr贸yave

Ning煤n otro dicho describe a la corrupci贸n galopante, que nos agobia como nunca antes, como ese que dice: “Con dinero baila el perro”.

Pobre del animalito que se le ha considerado “el mejor amigo del hombre”, sin embargo en honor a la sustancia de la frase, la misma no va dirigida al noble animal, sino a su amo, o sea, “al peor enemigo del perro”.

Cuando incipiente reportero -aunque en este oficio o profesi贸n siempre se es incipiente reportero, ya que todos los d铆as en todos los momentos algo tenemos que aprender-, fuimos protagonistas de una an茅cdota que el tema del comentario nos hizo recordar.

Para hacer precisos, cuando nos inici谩bamos en lo dif铆ciles pero apasionantes caminos del periodismo, en la fuente de polic铆a, escuela por excelencia de todo reportero, en una ocasi贸n nos encerramos en la antigua Penitenciar铆a del Distrito Federal, m谩s conocida como Palacio Negro de Lecumberri”. Hoy convertida en el Archivo General de la Naci贸n.

Nos aprovechamos de un antiguo compa帽ero de primaria que hab铆a sido confinado en ese reclusorio por un robo menor de dos o tres rasuradoras de peluquero, el verdadero culpable jam谩s fue enjuiciado.

Aprovechamos el d铆a de la visita a los internos, con la complicidad del amigo y otros compa帽eros de celda, me escondieron y otro entreg贸 la boleta de visitante.

¿Qu茅 vimos y qu茅 observamos?, lo que antes me hab铆a platicado la mam谩 de mi amigo en desgracia: apenas empezaba a anochecer cuando descaradamente internos con canasto al brazo ofrec铆an carrujos de marihuana con el grito continu贸 de “t煤 que te las truenas...”.

Adem谩s me ense帽aron su “f谩brica de pulque”. En los registros del desag眉e pon铆an a fermentar la papa del que sal铆a un brebaje con el que se emborrachaban, tambi茅n previo pago.

Excuso decirles como nos fue cuando nos hallaron. Hasta el director de la prisi贸n nos llen贸 de improperios y amenazas, nos decomisaron la cinta de la grabadora, sin pensar que hab铆amos escondido la buena. S贸lo la credencial de los noticiarios de la XDEF, por cierto la primera redacci贸n period铆stica radiof贸nica y los colegas que nos esperaban afuera, evit贸 que hubi茅ramos sido v铆ctimas de alg煤n exceso. No paramos en la defensa del amigo de primaria hasta que logr贸 su libertad.

Toda esta historia, que gustamos de platicarla en las tertulias entre colegas, amigos y familiares, la traemos a colaci贸n para afirmar que no nos sorprende la informaci贸n que publica el diario El Universal en su edici贸n de este domingo.

Al interior de los centros de reclusi贸n capitalinos se encuentran “laboratorios” para modificar drogas que luego se venden, a trav茅s de grupos de narcomenudistas, a la propia poblaci贸n penitenciaria e inclusive se exporta a adquirientes del exterior.

Con la reci茅n creada Unidad Canina K9, integrada por siete perros, se han llevado a cabo decomisos de droga en los que se han encontrado, en las celdas, b谩sculas grameras e insumos para “cortar” o “cocinar” la coca铆na.

Lo 煤nico que ha cambiado es el grito de los vendedores: “la cocaaaa, la piedraaaa, la motaaaaa, qu茅 te vendooo”, como lo constat贸 El Universal.

脡sta, es apenas una parte de esa corrupci贸n imperante que nos atosiga y que como nunca antes se ha agudizado en todo el pa铆s.

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