Por La extranjera de Mantinea
Pasar de la invisibilidad a su contrario siempre ha sido el primero y m谩s importante recurso para luchar por un objetivo concreto y alcanzarlo. Por eso me alegr贸 tanto la noticia de que un grupo interministerial haya aprobado el borrador del anteproyecto de Ley de Titularidad Compartida en las Explotaciones Agrarias. De pronto, sentada anoche frente al telediario, record茅 una a una a todas las mujeres de mi familia que, desde las primeras luces de la ma帽ana, acud铆an a la tierra y doblaban sus espaldas junto a las de sus maridos, y luego regresaban al hogar para poner la comida en la mesa, lavar la ropa y administrar la casa como si todo lo anterior, comos si todo el sudor, las manos encallecidas, el dolor de costado no fueran sino el pre谩mbulo de su actividad verdadera de madre y esposa. A esas mujeres siempre las hemos vislumbrado a lo lejos, en la 谩rida arena, con sus enormes sombreros de paja bajo el sol del mediod铆a; en medio del infernal sofoco del invernadero o desri帽onadas en el bancal con el barro subi茅ndoles por los tobillos. Las hemos visto, s铆, pero en su mera condici贸n de espectro. Con su categor铆a de c贸nyuge del titular de la explotaci贸n nunca han dispuesto de acceso directo a las prestaciones sociales o por desempleo ni a los cr茅ditos bancarios; y han sido invisibles de todo punto en las organizaciones profesionales. Han gastado sus vidas trabajando y han llegado a la vejez mano sobre mano, con derecho a muy poco. Todo ello tal vez se convierta muy pronto en un mero recuerdo del pasado injusto, contagi谩ndose esta iniciativa legislativa a los pa铆ses en v铆as de desarrollo y tambi茅n a la civilizada Europa, tan poquito civilizada para muchas cosas. Creo que hoy tenemos un motivo m谩s para celebrar con ilusi贸n el D铆a Internacional de la Mujer Trabajadora.
Pasar de la invisibilidad a su contrario siempre ha sido el primero y m谩s importante recurso para luchar por un objetivo concreto y alcanzarlo. Por eso me alegr贸 tanto la noticia de que un grupo interministerial haya aprobado el borrador del anteproyecto de Ley de Titularidad Compartida en las Explotaciones Agrarias. De pronto, sentada anoche frente al telediario, record茅 una a una a todas las mujeres de mi familia que, desde las primeras luces de la ma帽ana, acud铆an a la tierra y doblaban sus espaldas junto a las de sus maridos, y luego regresaban al hogar para poner la comida en la mesa, lavar la ropa y administrar la casa como si todo lo anterior, comos si todo el sudor, las manos encallecidas, el dolor de costado no fueran sino el pre谩mbulo de su actividad verdadera de madre y esposa. A esas mujeres siempre las hemos vislumbrado a lo lejos, en la 谩rida arena, con sus enormes sombreros de paja bajo el sol del mediod铆a; en medio del infernal sofoco del invernadero o desri帽onadas en el bancal con el barro subi茅ndoles por los tobillos. Las hemos visto, s铆, pero en su mera condici贸n de espectro. Con su categor铆a de c贸nyuge del titular de la explotaci贸n nunca han dispuesto de acceso directo a las prestaciones sociales o por desempleo ni a los cr茅ditos bancarios; y han sido invisibles de todo punto en las organizaciones profesionales. Han gastado sus vidas trabajando y han llegado a la vejez mano sobre mano, con derecho a muy poco. Todo ello tal vez se convierta muy pronto en un mero recuerdo del pasado injusto, contagi谩ndose esta iniciativa legislativa a los pa铆ses en v铆as de desarrollo y tambi茅n a la civilizada Europa, tan poquito civilizada para muchas cosas. Creo que hoy tenemos un motivo m谩s para celebrar con ilusi贸n el D铆a Internacional de la Mujer Trabajadora.