Por Carlos Tena
De los m谩ximos representantes de la Iglesia cat贸lica, apost贸lica y romana no puede esperarse nada bueno. La sangrienta historia que han protagonizado a los largo de veinte siglos, no fue suficiente para los millones de incautos que, presos del pavor ante el finiquito y muerte del ser humano, se aferran como lapas a una supercher铆a tan infantil como carente de base racional.
El 茅xito multitudinario de esta mafia que se adorna con t铆tulos, ropajes, objetos de oro y plata, pedofilia, asesinatos, corrupci贸n generalizada y apoyo a las dictaduras m谩s criminales, descansa sin duda en las castas internas, en las familias de una Camorra santificada por personas a las que ejercitar la racionalidad y la reflexi贸n produce incomodidad manifiesta.
El secreto es el nepotismo, una forma de favoritismo descarado que progres贸 en la pir谩mide heredera de las ense帽anzas de Jesucristo, para afianzar un poder econ贸mico y espiritual que va perdiendo apoyo a medida que van revel谩ndose las miserias bajo las que se ha desarrollado.
Un ejemplo que han seguido las familias que controlan los partidos mayoritarios en esta Espa帽a de tortura y pandereta, cuyos esc谩ndalos internos y externos no parecen lesionar, ni aumentar, disminuir o curar, la buena o mala fama de que gozan entre sus fieles.
Un burka tan voluntario como espeso impide a los fans del PPSOE ver m谩s all谩 de sus narices, donde la muerte de las ideolog铆as produce un malestar tan similar al de la derrota de su equipo de f煤tbol favorito en una competici贸n internacional, donde el espa帽olismo cateto se espolea desde las transmisiones en radio y televisi贸n, con la misma estrategia de 茅pocas anteriores.
Felipe Gonz谩lez, maestro en el arte del nepotismo m谩s descarado, comenz贸 a impartir sus lecciones magistrales desde que en Suresnes cont贸 con el apoyo de la CIA y de su padrino Willy Brandt, que de haber sabido el proceder de su pupilo al ocupar el cargo de presidente de un gobierno, tal vez le hubiera llamado de todo menos bonito.
Felipe sembr贸 y dej贸 una escuela, que impregn贸 a todos los andaluces cercanos a su persona, en mayor o menor grado, porque la cuesti贸n de la transici贸n se basaba, seg煤n el sevillano y su compadre Guerra, en olvidarse de Franco, sus cr铆menes, centr谩ndose en "A vivir, que son dos d铆as" y acabar con ETA de la forma que fuese, sin descartar un nada sutil terrorismo de estado, que las cloacas donde se guardaban los fondos reservados financiasen a sus mercenarios preferidos.
Personajes salidos de la polic铆a pol铆tica y de otros cuerpos armados hasta los dientes, dado que las mesnadas de la extrema derecha no eran controladas por Interior; m谩s bien lo contrario.
Ese enriquecimiento r谩pido y seguro, que algunos amigos de este personaje mafioso hasta las Zejas pagaron con unos meses en prisi贸n, se extendi贸 como la peste en una Andaluc铆a alegre y bullanguera, pasional y explotada, masacrada durante y tras el franquismo.
De la cochiquera de Felipe se alzaron los primeros expertos en descaro y nepotismo, ese que hoy salpica a un mediocre tan elevado como Manuel Chaves, cuya familia se ha enriquecido y nadie sabe c贸mo ha sido, aunque las pruebas comienzan a ver la luz, en unos tiempos en los que los hermanos siameses del socialismo de Gonz谩lez, los franquistas del PP, claman por el procesamiento del viceprimer ministro de Zapatero (qu茅 menos), mientras un aprendiz de brujo llamado Gri帽谩n alucina en colores con el asunto de los ERE falseados, con los que muchos amigos, innumerables "nepoti", podr铆an vivir tranquilos el resto de su vida, sin tener que dar un palo al agua.
Lo curioso es que al personal le va la marcha. Hay una mayor铆a que sonr铆e ante el descaro, pensando tal vez que esa breva podr铆a haberle ca铆do a 茅l. Como en la Mafia Cat贸lica, Apost贸lica y Norteamericana, los fieles miran al cielo pensando que a los malos "ya les castigar谩 Dios", aunque en el fondo duden de tal posibilidad.
Esta democracia tan aferrada al nepotismo, al descaro, la mentira y la corrupci贸n generalizada, no le importan al poder judicial, al Supremo, y menos al Constitucional, excepto a los sufridos funcionarios que ven c贸mo los legajos llenan los armarios y estantes con sumarios y diligencias, denuncias y pruebas, retrasando la aplicaci贸n de la justicia hasta l铆mites en que ya no parece tal.
Manuel Chaves es uno m谩s de la lista, de ese interminable rollo de papel en el que esperan muchos nombres, de hombres y mujeres, que desde el socialismo m谩s barato, o el franquismo m谩s aut茅ntico, se enriquecer谩n cuando su "cu帽ado, primo, sobrino o amigote" ocupen un cargo p煤blico, que se ocupar谩 de untar a la empresa privada, donde suelen terminar los m谩s allegados a un pol铆tico de esta democracia gonzalera, y los mismos ministros.
Como los papas, desde el siglo XVI, esta clase de personas en quienes conf铆a la sociedad, reparten dinero, despachos y prebendas, aplicando ese nepotismo insertado en la m茅dula en la sociedad actual, demostrando que la iglesia no se equivocaba. Aprovechar las debilidades humanas es el secreto del 茅xito. Y si dem谩s cae el culo de un ni帽o, mejor que mejor.
Un Papa, Cardenal, Arzobispo, Obispo o simple cura, tras se denunciado por pedofilia, cristianamente pedir谩 perdon. Y santas pascuas.
Un presidente, un ministro, un director general, tras ser denunciado por nepotismo, primero lo negar谩, m谩s tarde echar谩 las culpas a otro, y cuando ya no tenga m谩s remedio que admitir su miseria, estar谩 cobrando una jubilaci贸n millonaria.
Lo m谩s pat茅tico es que el personal siguen encantado. El partido que se juega es a ver cual de los dos comete m谩s delitos, cual de los dos es m谩s canalla. Lo de ser honesto ya no est谩 de moda.
Y de momento hay un empate que se refleja en la cara de pasmo y descaro de Rosa Aguilar, la 煤ltima en llegar al pesebre desde Izquierda Unida, cuando camina tras Gri帽谩n, pensando en que su pensi贸n como ministra le asegura una existencia muy c贸moda.
Nepotismo hasta las Zejas. Una pel铆cula interminable.
De los m谩ximos representantes de la Iglesia cat贸lica, apost贸lica y romana no puede esperarse nada bueno. La sangrienta historia que han protagonizado a los largo de veinte siglos, no fue suficiente para los millones de incautos que, presos del pavor ante el finiquito y muerte del ser humano, se aferran como lapas a una supercher铆a tan infantil como carente de base racional.
El 茅xito multitudinario de esta mafia que se adorna con t铆tulos, ropajes, objetos de oro y plata, pedofilia, asesinatos, corrupci贸n generalizada y apoyo a las dictaduras m谩s criminales, descansa sin duda en las castas internas, en las familias de una Camorra santificada por personas a las que ejercitar la racionalidad y la reflexi贸n produce incomodidad manifiesta.
El secreto es el nepotismo, una forma de favoritismo descarado que progres贸 en la pir谩mide heredera de las ense帽anzas de Jesucristo, para afianzar un poder econ贸mico y espiritual que va perdiendo apoyo a medida que van revel谩ndose las miserias bajo las que se ha desarrollado.
Un ejemplo que han seguido las familias que controlan los partidos mayoritarios en esta Espa帽a de tortura y pandereta, cuyos esc谩ndalos internos y externos no parecen lesionar, ni aumentar, disminuir o curar, la buena o mala fama de que gozan entre sus fieles.
Un burka tan voluntario como espeso impide a los fans del PPSOE ver m谩s all谩 de sus narices, donde la muerte de las ideolog铆as produce un malestar tan similar al de la derrota de su equipo de f煤tbol favorito en una competici贸n internacional, donde el espa帽olismo cateto se espolea desde las transmisiones en radio y televisi贸n, con la misma estrategia de 茅pocas anteriores.
Felipe Gonz谩lez, maestro en el arte del nepotismo m谩s descarado, comenz贸 a impartir sus lecciones magistrales desde que en Suresnes cont贸 con el apoyo de la CIA y de su padrino Willy Brandt, que de haber sabido el proceder de su pupilo al ocupar el cargo de presidente de un gobierno, tal vez le hubiera llamado de todo menos bonito.
Felipe sembr贸 y dej贸 una escuela, que impregn贸 a todos los andaluces cercanos a su persona, en mayor o menor grado, porque la cuesti贸n de la transici贸n se basaba, seg煤n el sevillano y su compadre Guerra, en olvidarse de Franco, sus cr铆menes, centr谩ndose en "A vivir, que son dos d铆as" y acabar con ETA de la forma que fuese, sin descartar un nada sutil terrorismo de estado, que las cloacas donde se guardaban los fondos reservados financiasen a sus mercenarios preferidos.
Personajes salidos de la polic铆a pol铆tica y de otros cuerpos armados hasta los dientes, dado que las mesnadas de la extrema derecha no eran controladas por Interior; m谩s bien lo contrario.
Ese enriquecimiento r谩pido y seguro, que algunos amigos de este personaje mafioso hasta las Zejas pagaron con unos meses en prisi贸n, se extendi贸 como la peste en una Andaluc铆a alegre y bullanguera, pasional y explotada, masacrada durante y tras el franquismo.
De la cochiquera de Felipe se alzaron los primeros expertos en descaro y nepotismo, ese que hoy salpica a un mediocre tan elevado como Manuel Chaves, cuya familia se ha enriquecido y nadie sabe c贸mo ha sido, aunque las pruebas comienzan a ver la luz, en unos tiempos en los que los hermanos siameses del socialismo de Gonz谩lez, los franquistas del PP, claman por el procesamiento del viceprimer ministro de Zapatero (qu茅 menos), mientras un aprendiz de brujo llamado Gri帽谩n alucina en colores con el asunto de los ERE falseados, con los que muchos amigos, innumerables "nepoti", podr铆an vivir tranquilos el resto de su vida, sin tener que dar un palo al agua.
Lo curioso es que al personal le va la marcha. Hay una mayor铆a que sonr铆e ante el descaro, pensando tal vez que esa breva podr铆a haberle ca铆do a 茅l. Como en la Mafia Cat贸lica, Apost贸lica y Norteamericana, los fieles miran al cielo pensando que a los malos "ya les castigar谩 Dios", aunque en el fondo duden de tal posibilidad.
Esta democracia tan aferrada al nepotismo, al descaro, la mentira y la corrupci贸n generalizada, no le importan al poder judicial, al Supremo, y menos al Constitucional, excepto a los sufridos funcionarios que ven c贸mo los legajos llenan los armarios y estantes con sumarios y diligencias, denuncias y pruebas, retrasando la aplicaci贸n de la justicia hasta l铆mites en que ya no parece tal.
Manuel Chaves es uno m谩s de la lista, de ese interminable rollo de papel en el que esperan muchos nombres, de hombres y mujeres, que desde el socialismo m谩s barato, o el franquismo m谩s aut茅ntico, se enriquecer谩n cuando su "cu帽ado, primo, sobrino o amigote" ocupen un cargo p煤blico, que se ocupar谩 de untar a la empresa privada, donde suelen terminar los m谩s allegados a un pol铆tico de esta democracia gonzalera, y los mismos ministros.
Como los papas, desde el siglo XVI, esta clase de personas en quienes conf铆a la sociedad, reparten dinero, despachos y prebendas, aplicando ese nepotismo insertado en la m茅dula en la sociedad actual, demostrando que la iglesia no se equivocaba. Aprovechar las debilidades humanas es el secreto del 茅xito. Y si dem谩s cae el culo de un ni帽o, mejor que mejor.
Un Papa, Cardenal, Arzobispo, Obispo o simple cura, tras se denunciado por pedofilia, cristianamente pedir谩 perdon. Y santas pascuas.
Un presidente, un ministro, un director general, tras ser denunciado por nepotismo, primero lo negar谩, m谩s tarde echar谩 las culpas a otro, y cuando ya no tenga m谩s remedio que admitir su miseria, estar谩 cobrando una jubilaci贸n millonaria.
Lo m谩s pat茅tico es que el personal siguen encantado. El partido que se juega es a ver cual de los dos comete m谩s delitos, cual de los dos es m谩s canalla. Lo de ser honesto ya no est谩 de moda.
Y de momento hay un empate que se refleja en la cara de pasmo y descaro de Rosa Aguilar, la 煤ltima en llegar al pesebre desde Izquierda Unida, cuando camina tras Gri帽谩n, pensando en que su pensi贸n como ministra le asegura una existencia muy c贸moda.
Nepotismo hasta las Zejas. Una pel铆cula interminable.