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Capitalistas

Por Rafael Fernando Navarro  

Pcjamilena se acerca frecuentemente a mi blog y comenta con gran generosidad los art铆culos all铆 publicados. No lo conozco personalmente, pero le agradezco su empat铆a y el impulso que me aporta para seguir en esta artesan铆a de engendrar ideas a trav茅s de la palabra.

Me cuenta Pcjamilena, que all谩 por el a帽o 74, cuando Franco ya se despe帽aba historia abajo hacia el olvido, alg煤n dirigente del sindicato vertical aleccionaba a un grupo de gente sobre la Espa帽a anticomunista y anticapitalista. Un peri贸dico de aquel d铆a rese帽aba la desarticulaci贸n de una banda comunista. Mi amigo pregunt贸 entonces: “¿Por qu茅 nunca desarticulan bandas capitalistas?” Lamento que omita la respuesta de aquel dirigente del sindicato vertical. La damos por supuesta.
Adolfo Su谩rez se ha escondido de s铆 mismo y vive refugiado en las estrellas. Tuvo el coraje de legalizar al Partido Comunista mientras sent铆a el bamboleo de su sill贸n presidencial. Hab铆a una cosecha de sables creciendo por los tejados azules de la patria. Pero consigui贸 desmitificar el comunismo y fue posible tomarse una caf茅 con Carrillo o Pasionaria. La democracia no se resinti贸. D. Santiago pervive iluminando tertulias abiertas, acariciando la hechura de ma帽anas esperanzados. Pasionaria se fue por los caminos del tiempo hacia su lucha iluminada.

Aquella Espa帽a oscura de Franco no fue nunca anticapitalista. Nuestra democracia tampoco. Ser capitalista no significa tener dinero en contraposici贸n del que no lo tiene. Unos y otros vivimos en un sistema intr铆nsecamente perverso porque para que algunos lo tengan todo, otros deben carecer hasta de lo m谩s necesario para considerarse humanos. El mundo no es posesi贸n del hombre, sino propiedad del capital. Los pa铆ses ricos lo son a costa de los pa铆ses pobres. Y dentro de los poderosos, estos lo son a costa de los que lo son menos. El patr贸n vive explotando al trabajador. Los grandes almacenes lo son porque pagan sueldos de miseria a quienes trabajan para ellos. Los agricultores son el eslab贸n pobre de esa cadena de especuladores que lo engarzan con el gran comercio y el consumidor final.

Desde 2.008 hasta el momento estamos viviendo una crisis originada en la especulaci贸n de los grandes banqueros. La tierra ha aumentado el n煤mero de hambrientos, de parados, de desahuciados. Los gobiernos acuden primero en ayuda de esos especuladores, antes de aliviar la miseria que ellos han causado. La banca multiplica sus ganancias y reparte cuantiosos beneficios entre sus accionista elegidos. Las multinacionales (v茅ase Telef贸nica) gestionan ERES con la pretensi贸n de adelgazar n贸minas, de hacer recaer m谩s producci贸n sobre los trabajadores que quedan y pretendiendo que sea el gobierno quien corra con los gastos de esos despidos. Es la indecencia de los que caminan sobre alfombras persas vestidos de Armani. Y esos son los honorables se帽ores a los que los gobiernos rinden pleites铆a.

Se lo escuch茅 el otro d铆a a Eduardo Galeano: a Strauss-Kahnn lo han encarcelado por la supuesta violaci贸n de una camarera. Durante su mandato al frente del FMI viol贸 a todos los pa铆ses del mundo y nadie lo puso entre rejas. Al mundo capitalista le escuecen estas verdades porque le restriegan los ojos y ponen al descubierto su falta de 茅tica.

Islandia, dec铆a el mismo Galeano, se ha plantado. Acudir en auxilio de sus bancos le hubiera significado a cada habitante un costo de doce mil euros. Su Gobierno le ha echado valor y se ha negado a cubrir la indecencia de sus dirigentes monetarios. Y lleva encarcelados a varios de estos capos mafiosos que no les importa convertir a los pobres en m谩s pobres, con tal de acumular dinero y m谩s dinero. Islandia es un pa铆s peque帽ito, pero que aporta un ejemplo grande: el ejemplo de la propia dignidad.

¿Para cu谩ndo la desarticulaci贸n de una banda capitalista? Querido Pcjamilena, v谩monos a Islandia. Tal vez all铆 repostemos dignidad suficiente para seguir viviendo en el oscuro mundo de la hipocres铆a.

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