Ir al contenido principal

Hoja de Coca en las Naciones Unidas

Por Bartolom茅 Clavero  

T贸mese el ep铆grafe en sentido figurado, de ning煤n modo en el literal, pues podr铆a haber problemas. En el primer d铆a del periodo de sesiones de este a帽o del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Ind铆genas, el lunes d铆a diecis茅is de mayo, a varias personas que acudimos a una convocatoria sobre “El masticado de la hoja de coca y los Derechos de los Pueblos Ind铆genas” nos para personal de seguridad para interrogarnos: “¿Llevan Ustedes hoja de coca? ¿Piensan masticar hoja de coca en dependencias de las Naciones Unidas?”. Iba en serio. Parec铆a haber recibido instrucciones. La Convenci贸n 脷nica sobre Estupefacientes sigue proscribiendo la hoja de coca en su estado genuino, aquella a la que no se le hubiera “extra铆do toda la ecgonina, la coca铆na o cualesquiera otros alcaloides de ecgonina”, tal y como si la coca铆na fuera un componente natural de esa especie vegetal. Si llev谩semos hoja de coca, estar铆amos introduciendo droga il铆cita . Si la fu茅ramos a picchear, mambear o masticar, o simplemente exponer, estar铆amos cometiendo un delito de derecho internacional en las mismas entra帽as de las Naciones Unidas.

Convoca el evento la Misi贸n Permanente del Estado Personal de Bolivia ante las Naciones Unidas. Se presentan tres panelistas: Pedro Calder贸n, dirigente de la Confederaci贸n Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia; Douglas Hertzler, profesor de Antropolog铆a de una Universidad Menonita de Virginia, Estados Unidos, y Pablo Sol贸n, Embajador Jefe de la Misi贸n del Estado Plurinacional de Bolivia ante las Naciones Unidas. En el panel no figura una voz estrictamente ind铆genas, pero personas ind铆genas est谩n presenten y tambi茅n intervienen, entre ellas Isabel Ortega, Viceministra de Justicia Ind铆gena Originario Campesina del Estado Plurinacional de Bolivia, y Carlos Mamani, quien ha sido Presidente del Foro Permanente sobre Cuestiones Ind铆genas durante el 煤ltimo a帽o. La reuni贸n resulta tan informativa como reflexiva.

Pedro Calder贸n informa sobre la trayectoria del asunto en las Naciones Unidas desde la inclusi贸n de la hoja de coca entre los estupefacientes por la Convenci贸n de 1961, la llamada Convenci贸n 脷nica, hasta la iniciativa de Bolivia en 2009, conforme a la Constituci贸n del Estado Plurinacional (art. 384: “El Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesi贸n social; en su estado natural no es estupefaciente…”), de proponer la reforma de dicha Convenci贸n para reconocer el car谩cter no estupefaciente de la hoja de coca y su valor cultural para pueblos ind铆genas andinos y amaz贸nicos. Douglas Hertzler explica los motivos de la proscripci贸n de la hoja de coca por las Naciones Unidas, ninguno cient铆fico y todos racistas. Tanto el m茅todo de trabajo como el informe final de la comisi贸n que visit贸 Bolivia en 1949 por encargo de las Naciones Unidas para dictaminar sobre la hoja de coca constituyen todo un monumento de racismo en bruto. La misma iniciativa de que se realizara el estudio representa todo un testimonio del prejuicio racista por entonces claramente imperante en el seno de las Naciones Unidas.

Pablo Sol贸n argumenta sobre el atentado contra los derechos de los pueblos ind铆genas que supone la persistente proscripci贸n internacional de la hoja de coca. Alega muy especialmente el art铆culo octavo de la Declaraci贸n sobre los Derechos de los Pueblos Ind铆genas: “Los pueblos y las personas ind铆genas tienen derecho a no sufrir la asimilaci贸n forzada o la destrucci贸n de su cultura…”. Destrucci贸n de cultura es, ni m谩s ni menos, lo que supondr铆a la erradicaci贸n de la hoja de coca. “La hoja de coca es un elemento central de unas culturas ind铆genas”, subraya Sol贸n. Lo que subrayo a mi vez pues no se hizo referencia a tan pertinente art铆culo en la recomendaci贸n del Foro Permanente para las Cuestiones Ind铆genas en su periodo de sesiones de 2009: “El Foro Permanente reconoce la importancia cultural y m茅dica de la hoja de coca en la regi贸n andina y otras regiones ind铆genas de Am茅rica del Sur. Asimismo, se帽ala que en la Convenci贸n 脷nica de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes (1961) se proh铆be espec铆ficamente la masticaci贸n de la hoja de coca. El Foro Permanente recomienda que se enmienden o deroguen las secciones de la Convenci贸n relativas a la costumbre de masticar la hoja de coca que sean incompatibles con los derechos de los pueblos ind铆genas a conservar sus pr谩cticas tradicionales en materia de salud y cultura reconocidas en los art铆culos 11, 24 y 31 de la Declaraci贸n” sobre los Derechos de los Pueblos Ind铆genas (p谩r. 89).

La fase de coloquio es animada. Las intervenciones ind铆genas fundamentalmente insisten en que el consumo de la hoja de coca responde no s贸lo a fines energ茅ticos para el bienestar y el trabajo, sino tambi茅n a razones medicinales y a usos ceremoniales. La vida social de un buen n煤mero de pueblos andinos y amaz贸nicos no se concibe sin la hoja de coca. Ante cuestiones sobre casos similares entre otras culturas, Douglas Hertzler expone su parecer de que se trata de un caso singular en la variopinta antropolog铆a de la historia y el presente de la humanidad. A lo m谩s que puede comparase es al caf茅 o tambi茅n al vino, pero ambos son adictivos, como ambos tambi茅n son potencialmente da帽inos, sobre todo el segundo, y s贸lo 茅ste tiene, para el caso del cristianismo, una significaci贸n cultural por ceremonial. Otras especies o productos con funciones culturales entre pueblos ind铆genas presentan unas caracter铆sticas estupefacientes que la hoja de coca no tiene. El atentado flagrante del derecho internacional contra la cultura de pueblos andinos y amaz贸nicos por la prohibici贸n del cultivo y empleo de la hoja de coca es tambi茅n singular.

Ante la cuesti贸n de c贸mo va el proceso de reforma de la Convenci贸n 脷nica para la exclusi贸n de la hoja de coca, el Embajador Sol贸n comunica que dieciocho Estados se han opuesto con una serie variada de alegaciones entre las que destaca la consideraci贸n de que la propuesta boliviana toca a la l铆nea de flotaci贸n de la entera Convenci贸n, hasta tal extremo pueden llegar los prejuicios supremacistas contra las culturas ind铆genas. Actualmente, est谩n sopes谩ndose en el Consejo Econ贸mico y Social diversas alternativas, lo que podr铆a desembocar en la convocatoria de la Conferencia Internacional prevista por el art铆culo 47 de la Convenci贸n para su reforma en el caso de oposici贸n de alg煤n Estado, pues la de uno bastar铆a, cu谩nto m谩s de dieciocho, lo que al fin y cabo, a帽ado, no alcanza ni al diez por ciento de la constituyencia de miembros de las Naciones Unidas. Pero ya se sabe que en ellas no todos los votos tienen el mismo peso.

El Embajador Sol贸n comparte el recuerdo de haber acompa帽ado al Presidente Evo Morales en una visita a la sede de la Junta Internacional de Fiscalizaci贸n de Estupefaciente en Viena. Siguiendo el uso ceremonial andino, desplegaron hojas de coca sobre la mesa de la reuni贸n. Fueron advertidos de que, si a esas hojas no se les hab铆an extra铆do todos los alcaloides, estaban atentando contra el derecho internacional. Es algo as铆 como si se proscribiera el caf茅 en su estado genuino, el no descafeinado, y se persiguiera internacionalmente su cultivo, comercio y consumo. Por lo menos esa Junta de las Naciones Unidas no hizo detener a Evo Morales y Pablo Sol贸n por contrabando de droga il铆cita entre Am茅rica y Europa.

En el evento de ahora, de parte ind铆gena hay confesiones de quienes picchean o mastican habitualmente hoja de coca y tambi茅n de un cultivador presente. A nadie se le ocurre que se les vaya ni siquiera a expulsar de la sede de Naciones Unidas, ya no digo perseguirles penalmente. Si a estas alturas, salvo por el protocolo de unos servicios de seguridad (“¿Llevan Ustedes hoja de coca? ¿Piensan masticar hoja de coca en dependencias de las Naciones Unidas?”), la proscripci贸n internacional de la hoja de coca no se toma realmente en serio de modo literal por nadie, ¿a qu茅 viene y para qu茅 sirve entonces? He ah铆 la pregunta inquietante que ha quedado flotando en el ambiente.




ARCHIVOS

Mostrar m谩s


OTRA INFORMACI脫N ES POSIBLE

Informaci贸n internacional, derechos humanos, cultura, minor铆as, mujer, infancia, ecolog铆a, ciencia y comunicaci贸n

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de Espa帽a bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra informaci贸n es posible