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Carta abierta a Evo Morales: LOS LEQUE LEQUE

Por Gustavo Duch    

Escrib铆 de ellos hace varios a帽os, regresando de la Bolivia nueva y orgullosa de un cambio pol铆tico y de una revoluci贸n social. Los leque leque, me ense帽aron una familia campesina del altiplano, son p谩jaros que leen el tarot, adivinadores del futuro. Seg煤n el clima tenga que llegar, seg煤n venga seco o lluvioso, la familia leque leque anida sobre los surcos o entre ellos, de las papas cultivadas. As铆 pues para conocer el tiempo de los pr贸ximos d铆as, a las y los campesinos no les hace falta parte meteorol贸gico alguno. Se reemplaza el meteosatelite por la observaci贸n de los leque leque.

Pareciera un mecanismo antiguo y poco moderno, pero es un sistema exitoso y sostenible. De la misma forma que el gran n煤mero de variedades de papas que las familias campesinas poseen, les asegura alimentaci贸n independientemente del clima, independientemente de las fluctuaciones del mercado y, sobretodo, independientemente de los caprichos de las multinacionales apropiadoras de las semillas campesinas. Es por eso que todas estas pr谩cticas y pol铆ticas encaminadas a la ‘independencia o autonom铆a campesina’ son un grito internacional tremendamente movilizador: la soberan铆a alimentaria.

Bien lo sabe el campesinado hind煤, por ejemplo, que se ha arruinado con el algod贸n empresarial transg茅nico cuyas semillas (y fitot贸xicos espec铆ficos) deben comprar anualmente. O el campesinado estadounidense que ha visto como su ma铆z ecol贸gico ha sido contaminado por ma铆z empresarial transg茅nico… y eso les ha costado una sanci贸n. O el excampesinado argentino expulsado de sus tierras o huertos ante el avance imparable de los monocampos de soya transg茅nica.

Bien lo sabe tambi茅n la y el productor agr铆cola boliviano, pues desde hace cinco a帽os y de forma ilegal, la soya transg茅nica se introdujo y expandi贸 por los campos de su pa铆s, sin respuesta alguna de su reci茅n formado gobierno. Se ech贸 a faltar una visi贸n de p谩jaro, de leque leque, de futuro, y ahora, se puede constatar que la soya transg茅nica es m谩s susceptible a la roya y ha tenido menores rendimientos que la no transg茅nica; se puede contabilizar un incremento de m谩s del 300% en el uso de herbicidas, fungicidas e insecticidas; y se puede encontrar rastros de soya transg茅nica en alimentos para el consumo humano.

Bien lo saben tambi茅n las organizaciones campesinas bolivianas, Sr. Presidente, que se han reunido preocupadas el pasado d铆a jueves 9 de junio en Cochabamba, ante el anuncio de su gobierno de la legalizaci贸n del uso de transg茅nicos en Bolivia. La soberan铆a alimentaria se basa fundamentalmente en el acceso y control a las semillas, base de la producci贸n de alimentos, recurso vital para cualquier pa铆s del mundo. Dos formas tenemos de entender esa propiedad: las semillas transg茅nicas con sello de propiedad privada, peligrosos espec铆menes irreproducibles ocultos bajo el manto de falsa modernidad y desarrollo tecnol贸gico, o la propiedad social de semillas campesinas que son de todos y son de nadie. Igual que el aire, el ox铆geno o el amor.

Por eso, se le manda una postura clara.

No puede un gobierno social como el suyo rendirse a los intereses de las empresas transnacionales de semillas que son tambi茅n due帽as de los agrovenenos necesarios.

No puede, un pa铆s que ha aprobado los Derechos de la Madre Tierra en su Constituci贸n, poner en riesgo uno de los territorios m谩s ricos en biodiversidad , leques leques y muchas variedades de papa, ma铆z, cereales, frutas, quinua y otros miles de cultivos andinos y amaz贸nicos.

No puede, quien bien lo sabe, aprobar semillas pensadas en la exportaci贸n desplazando a los cultivos destinados a la alimentaci贸n humana.

No puede, un representante del pueblo, favorecer cultivos que destruir谩n bosques que son fuente de biodiversidad y h谩bitat de los pueblos originarios.

No debe, Sr. Presidente.




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