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Urgencias alimentarias

Por Ana Etchenique y Gustavo Duch   

¿Qu茅 sucedi贸 con la gripe A? Son ya muchos meses despu茅s del tremendo susto, del agotamiento de las mascarillas y la fiebre vacunal. Como es habitual en estos casos, se pas贸 de jarreadas de informaci贸n al m谩s absoluto de los silencios, un c贸ctel que acaba desorientando por completo a la poblaci贸n consumidora. Por ejemplo, ¿recuerdan si dicha gripe estaba originada o no en la producci贸n porcina? Y lo m谩s preocupante, ¿conocemos si se han tomado las medidas apropiadas para evitar situaciones similares? Parece como una pel铆cula de cine donde te dejan sin conocer qui茅n es el malo y qu茅 se hace con 茅l. Es por esta raz贸n, ahora que la crisis del E.coli empieza amainar, que debemos exigir no s贸lo mejor informaci贸n en las fases cr铆ticas, sino tambi茅n un seguimiento completo hasta el final. Hasta que salgan todos los cr茅ditos. Veamos.

Respecto a la informaci贸n, realmente, ¿qu茅 sabemos la poblaci贸n consumidora de este rompecabezas? Pues por mucho que nos esforcemos en leer, preguntar y exigir, la sensaci贸n final no deja de ser inquietante. De entrada, y recordando otras crisis alimentarias como las vacas locas o la propia gripe porcina, ¿es proporcionado el nivel de alarma generado? O incluso, ¿qu茅 intereses se esconden detr谩s de cada alarma? Las vacas locas dieron lugar a un tremendo negocio para la soja transg茅nica, la gripe porcina fue el rescate p煤blico de muchas farmac茅uticas… No es que seamos mal pensados, es que hay antecedentes.

Por otro lado, esta crisis alimentaria y la hemeroteca que junto a ella se genera, alimenta nuevas preocupaciones. La bacteria en cuesti贸n, nos han explicado que es resistente a muchos antibi贸ticos, de ah铆 su malignidad. Esta capacidad de ser inmune frente a los antibi贸ticos, nos ha parecido entender, puede originarse en su h谩bitat natural, las granjas animales. All铆, para evitar que los animales enfermen, puede darse un abuso de antibi贸ticos que poco a poco va provocando el desarrollo de estas super-bacterias. ¿Lo hemos entendido bien? Es decir, ¿tenemos un sistema de producci贸n de alimentos que degrada el arsenal m茅dico qu茅 tantas vidas ha salvado?

Por 煤ltimo, el dispositivo de control alimentario, eso que llaman ‘la trazabilidad’ ha tenido un grav铆simo desliz. Algunas reacciones insisten en que debemos mejorar el sistema de control, otras apuntan a que es el sistema productivo en s铆 lo que debemos cambiar. Entonces, ¿es un problema de antivirus y cortafuegos que ya no son suficientes y debemos actualizarlos o mejor ser铆a reinstalar de nuevo todo el sistema operativo?

Durante el cl铆max de la pel铆cula se acus贸 a los pepinos espa帽oles, luego a los brotes verdes de soja que parece han vuelto a la rueda de reconocimiento. Pero se siguen oyendo voces de algunos investigadores que recomiendan que se analicen las granjas intensivas de la zona o incluso otros que apuntan a un origen en alguno de los m煤ltiples uso de la E.coli en procesos de laboratorios alimentarios (esta bacteria es una herramienta com煤n en muchas investigaciones, desde la cura del c谩ncer a la producci贸n de transg茅nicos). Pero ya aparece el mensaje m谩s peligroso de todos: -el origen, dice Merckel, puede que nunca se sepa. Lo que nos tem铆amos, pel铆cula ‘interruptus’.

La confianza que tan a menudo nos reclama la clase pol铆tica va ligada a la transparencia y ante este caso, otra vez, la poblaci贸n consumidora nos hemos visto sorprendidos por ‘lo que hay detr谩s’ de nuestros alimentos, c贸mo se fabrican, qu茅 rutas viajan y qui茅nes ganan en este monopoly nutritivo; y nos hemos alarmado por los sucesivos cambios en las declaraciones de los responsables y en los titulares de los medios. Quiz谩s todo esto nos pasa, a la simple clase consumidora, por pura ignorancia personal. Pero pareciera que juegan con nosotras.
En cualquier caso hay que hacer una reflexi贸n en profundidad que encontramos a faltar. Una reflexi贸n por parte de todos los actores de este sistema formado por la gente del campo; la distribuci贸n, el transporte y el comercio; responsables de controles sanitarios, la administraci贸n y tambi茅n claro, la poblaci贸n consumidora. Estamos todos en el mismo barco pero en camarotes separados. Unos en primera clase, otros en las bodegas. As铆 que es necesario charlar, pensar y repensar en c贸mo organizarnos, conocer las caracter铆sticas y necesidades de cada sector, para que la confianza y la capacidad de resolver problemas sea la caracter铆stica de este nuevo modelo alimentario que vamos necesitando. Y esto s铆 es una urgencia.

*Ana Etchenique. Vicepresidenta de CECU. Confederaci贸n de Consumidores y Usuarios
Gustavo Duch Guillot. Coordinador de la revista SOBERAN脥A ALIMENTARIA, BIODIVERSIDAD Y CULTURAS




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