Por Emilio Mar铆n
A fuerza de simplificar, muchas veces se desconoce que los revolucionarios atacaron dos cuarteles. Se singulariza en el Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, pero tambi茅n fue atacado el Carlos Manuel de C茅spedes, de Bayamo.
Corr铆a 1953 y Fulgencio Batista hab铆a dado un golpe de Estado en marzo del a帽o anterior. Con eso una vulgar dictadura se convert铆a en envoltorio de otra semicolonia, al estilo de las que los norteamericanos hab铆an establecido en Centroam茅rica y el Caribe.
“Era un r茅gimen represivo similar a otras dictaduras militares que asolaron la regi贸n latinoamericana en la segunda mitad del pasado siglo XX; Batista en Cuba, Trujillo en la Rep煤blica Dominicana, Duvalier en Hait铆, los Somoza en Nicaragua, Stroessner en Paraguay, etc.”, reflexiona en Rebeli贸n el c贸nsul general de Cuba en Andaluc铆a, Ricardo Rodr铆guez Gonz谩lez.
Cerradas las puertas de la lucha legal, un movimiento juvenil y democr谩tico se lanz贸 a la acci贸n. Generalmente se dice que fue un grupo peque帽o. Haber movilizado 153 combatientes, de los cuales la mayor parte oper贸 en Santiago de Cuba y el resto en Bayamo, muestra que no era tan peque帽o. En comparaci贸n con el aparato del dictador s铆 era una fuerza poco numerosa, pero nada despreciable.
Ese 26 de julio era domingo. Culminaban los carnavales. Esa madrugada, a las 5 y 15 horas, los guerrilleros comenzaron su ataque, en una t谩ctica inteligente. Supon铆an que a esa hora la tropa enemiga no podr铆a superar un test de alcoholemia.
Algunos errores de coordinaci贸n hicieron que una parte de los comandos se extraviara. No conoc铆an la ciudad. Eran como porte帽os puestos en la nocturnidad de Salta. Por eso, aunque lucharon con valent铆a e incluso algunos tomaron sus posiciones, caso del grupo liderado por el jovencito Ra煤l Castro, al final Fidel Castro dio orden de repliegue. Empez贸 la carnicer铆a y el fusilamiento de los heridos y prisioneros.
Durante el juicio y en su alegato conocido como “La historia me absolver谩”, el procesado denunci贸 esos cr铆menes decididos por Batista y P茅rez Chaumont. “Si el Ej茅rcito tuvo 19 muertos y 30 heridos, ¿c贸mo es posible que nosotros hayamos tenido 80 muertos y 5 heridos?, inquiri贸.
El jefe rebelde y otros sobrevivientes deambularon por el monte hasta que cayeron prisioneros. Quiso la casualidad que el jefe de la patrulla era un hombre de honor y le preserv贸 la vida. Fidel tuvo la suerte de la que careci贸 Jos茅 Mart铆, muerto en las primeras batallas de la Guerra por la Independencia. La historia tiene sus causalidades, tendencias y hasta reiteraciones no id茅nticas, pero tambi茅n sus casualidades y accidentes. En ese julio de 1953 Cuba descubri贸 un comandante en jefe y a帽os despu茅s Latinoam茅rica y el mundo un estadista. ¡Cu谩nto incidi贸 en eso el oficial de la dictadura que no quiso mancharse las manos con sangre! Pasaron 58 a帽os y ya habr谩 fallecido, pero igual hay que agradec茅rselo otra vez…
Gente de palabra
Desde el punto de vista militar, la acci贸n emprendida termin贸 en un fracaso. La mayor铆a de los guerrilleros asesinados y un peque帽o grupo preso, los sobrevivientes desorganizados, la dictadura presumiendo de su victoria.
En momentos como esos, la principal desviaci贸n posible es el derrotismo y el dar por concluida una guerra, por haber perdido una batalla. No fue ese el punto de vista castrista. En el Informe al I Congreso del Partido Comunista Cubano, 1875, el dirigente de aquella acci贸n plante贸: “el asalto al Cuartel Moncada no signific贸 el triunfo de la revoluci贸n en ese instante, pero se帽al贸 el camino traz贸 el programa de liberaci贸n nacional que abrir铆a a nuestra patria las puertas del socialismo. No siempre en la historia los reveses t谩cticos son sin贸nimos de derrota”.
La historia argentina tambi茅n confirma que la independencia no es paseo de victorias. Manuel Belgrano tuvo que sobrellevar las derrotas de Paraguay, las del Norte en Huaqui, Sipe Sipe, Vilcapugio y Ayohuma; Jos茅 de San Mart铆n tuvo la propia en Cancha Rayada, etc.
En el juicio, Fidel fue su propio abogado y reivindic贸 las cinco leyes revolucionarias que pensaba dictar en caso de triunfo. A saber: la reposici贸n de la Constituci贸n de 1940, la concesi贸n de la tierra a los colonos y arrendatarios de menos de cinco caballer铆as de tierra, la distribuci贸n a los trabajadores del 30 por ciento de las ganancias de las grandes empresas industriales, la concesi贸n a los colonos del 55 por ciento del rendimiento de la ca帽a de az煤car y la confiscaci贸n de todos los bienes mal habidos de los gobernantes.
Cinco a帽os, cinco meses y cinco d铆as despu茅s del asalto frustrado a los dos cuarteles, triunf贸 la revoluci贸n. Fue necesario sobrellevar la prisi贸n, el exilio en M茅xico, el desembarco del Granma y la lucha en Sierra Maestra para llegar a la victoria del 1 de enero de 1959.
Y all铆 se vio que en s贸lo dos a帽os de gobierno, las cinco leyes se hab铆an cumplido con creces, porque tambi茅n se alcanzaron metas important铆simas como la alfabetizaci贸n (1961) y la nacionalizaci贸n de empresas azucareras y petroleras. El mal vecino norteamericano no entend铆a c贸mo la revoluci贸n se manten铆a de pie, a s贸lo 90 millas de La Florida. Todav铆a hoy no lo puede creer y hace todo lo posible por terminar con esa pesadilla: bloqueo econ贸mico, invasi贸n de Bah铆a de Cochinos, sanciones internacionales, 638 intentos de asesinar al comandante en jefe, guerra inform谩tica, atentados terroristas en hoteles y un largo etc茅tera.
El imperio ha fracasado porque se top贸 con gente de palabra, apoyada en su pueblo y con un dirigente excepcionalmente capaz. Fidel no era Yeltsin ni Gorbachov.
Moncada hoy
Cuba no se duerme en la guardia frente a posibles ataques de EE UU y realiza anualmente sus ejercicios “Basti贸n”, para mantener en alerta los m煤sculos y dispositivos de sus Fuerzas Armadas Revolucionarias y sus milicias.
Pero el mayor desaf铆o planteado a su dirigencia y sociedad es el surgido en el VI Congreso del Partido Comunista Cubano celebrado en el pasado abril, de mejorar el rendimiento econ贸mico. Luego de mucho debate en la organizaci贸n y en las bases de la poblaci贸n, se aprobaron los cambios plasmados en los “Lineamientos de la Pol铆tica Econ贸mica y Social del Partido y la Revoluci贸n”.
Las ideas b谩sicas de ese documento -que bien podr铆a llamarse fundacional-, estuvieron en el centro de los discursos pronunciados este 26 de Julio en la provincia de Ciego de 脕vila, a 430 kms de La Habana. El escenario surgi贸 –como todos los a帽os- de una evaluaci贸n de los m茅ritos del trabajo a nivel nacional. El m茅todo de emulaci贸n socialista termin贸 seleccionando a esa provincia, a la vez que reconoci贸 muchas virtudes de otras dos, Villa Clara y Cienfuegos, cuyos dirigentes recibieron distinciones de Destacadas, del presidente Ra煤l Castro.
El orador fue el segundo secretario del PCC y primer vicepresidente, Ram贸n Machado Ventura, quien volvi贸 a poner el acento en profundizar los cambios en la econom铆a. El orador ya hab铆a ocupado la tribuna del 26 de julio el a帽o anterior, en Santa Clara, con una tem谩tica similar.
El vicepresidente confirm贸 este martes que “la direcci贸n del pa铆s contin煤a dando prioridad al cumplimiento del plan de la econom铆a y a la producci贸n de alimentos, bajo las graves consecuencias que produce el incremento de sus precios en el mercado internacional”. Hasta ahora la isla importa casi el 80 por ciento de esos caros alimentos: producirlos en casa es un asunto vital.
Eso requiere concretar la entrega de tierras en usufructo, para una mayor producci贸n agr铆cola. Hay progresos en la materia, pero no son suficientes, a estar por los dichos de Machado Ventura: “hay empresas y formas productivas que no declaran toda la tierra ociosa o deficientemente explotada que tienen, a lo que se a帽ade la demora en la ejecuci贸n de los tr谩mites. Por otra parte, algunos de los que ya las recibieron tienen morosidad en ponerlas en producci贸n, y tambi茅n est谩 faltando atenci贸n y capacitaci贸n a los nuevos usufructuarios por las entidades de la Agricultura y por la Asociaci贸n Nacional de Agricultores Peque帽os (ANAP)”.
El mensaje apunt贸 contra la desidia, burocratismo e indisciplina laboral. “Hay que romper definitivamente la mentalidad de la inercia, esa que conduce a sentarse a esperar mirando para arriba; a pensar primero en lo que falta o ser铆a bueno tener, antes de evaluar con objetividad cuanto m谩s puede hacerse con lo disponible”, recomend贸. Citando al presidente, reclam贸 “orden, disciplina y exigencia”.
En medio de tantos sacrificios derivados en buena medida del bloqueo de EE UU, Cuba se dio el lujo de que este a帽o se recibieran de m茅dicos 40 becarios estadounidenses de bajos recursos. Estos se graduaron el 22 de julio, dentro de la ELAM, que desde 1999 bec贸 y ya gradu贸 8.600 galenos de 54 pa铆ses. Eso se llama solidaridad en medio de la crisis mundial. No hace falta decir que ese punto de vista solidario de hacer frente a las adversidades es de la escuela del Moncada.
A fuerza de simplificar, muchas veces se desconoce que los revolucionarios atacaron dos cuarteles. Se singulariza en el Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, pero tambi茅n fue atacado el Carlos Manuel de C茅spedes, de Bayamo.
Corr铆a 1953 y Fulgencio Batista hab铆a dado un golpe de Estado en marzo del a帽o anterior. Con eso una vulgar dictadura se convert铆a en envoltorio de otra semicolonia, al estilo de las que los norteamericanos hab铆an establecido en Centroam茅rica y el Caribe.
“Era un r茅gimen represivo similar a otras dictaduras militares que asolaron la regi贸n latinoamericana en la segunda mitad del pasado siglo XX; Batista en Cuba, Trujillo en la Rep煤blica Dominicana, Duvalier en Hait铆, los Somoza en Nicaragua, Stroessner en Paraguay, etc.”, reflexiona en Rebeli贸n el c贸nsul general de Cuba en Andaluc铆a, Ricardo Rodr铆guez Gonz谩lez.
Cerradas las puertas de la lucha legal, un movimiento juvenil y democr谩tico se lanz贸 a la acci贸n. Generalmente se dice que fue un grupo peque帽o. Haber movilizado 153 combatientes, de los cuales la mayor parte oper贸 en Santiago de Cuba y el resto en Bayamo, muestra que no era tan peque帽o. En comparaci贸n con el aparato del dictador s铆 era una fuerza poco numerosa, pero nada despreciable.
Ese 26 de julio era domingo. Culminaban los carnavales. Esa madrugada, a las 5 y 15 horas, los guerrilleros comenzaron su ataque, en una t谩ctica inteligente. Supon铆an que a esa hora la tropa enemiga no podr铆a superar un test de alcoholemia.
Algunos errores de coordinaci贸n hicieron que una parte de los comandos se extraviara. No conoc铆an la ciudad. Eran como porte帽os puestos en la nocturnidad de Salta. Por eso, aunque lucharon con valent铆a e incluso algunos tomaron sus posiciones, caso del grupo liderado por el jovencito Ra煤l Castro, al final Fidel Castro dio orden de repliegue. Empez贸 la carnicer铆a y el fusilamiento de los heridos y prisioneros.
Durante el juicio y en su alegato conocido como “La historia me absolver谩”, el procesado denunci贸 esos cr铆menes decididos por Batista y P茅rez Chaumont. “Si el Ej茅rcito tuvo 19 muertos y 30 heridos, ¿c贸mo es posible que nosotros hayamos tenido 80 muertos y 5 heridos?, inquiri贸.
El jefe rebelde y otros sobrevivientes deambularon por el monte hasta que cayeron prisioneros. Quiso la casualidad que el jefe de la patrulla era un hombre de honor y le preserv贸 la vida. Fidel tuvo la suerte de la que careci贸 Jos茅 Mart铆, muerto en las primeras batallas de la Guerra por la Independencia. La historia tiene sus causalidades, tendencias y hasta reiteraciones no id茅nticas, pero tambi茅n sus casualidades y accidentes. En ese julio de 1953 Cuba descubri贸 un comandante en jefe y a帽os despu茅s Latinoam茅rica y el mundo un estadista. ¡Cu谩nto incidi贸 en eso el oficial de la dictadura que no quiso mancharse las manos con sangre! Pasaron 58 a帽os y ya habr谩 fallecido, pero igual hay que agradec茅rselo otra vez…
Gente de palabra
Desde el punto de vista militar, la acci贸n emprendida termin贸 en un fracaso. La mayor铆a de los guerrilleros asesinados y un peque帽o grupo preso, los sobrevivientes desorganizados, la dictadura presumiendo de su victoria.
En momentos como esos, la principal desviaci贸n posible es el derrotismo y el dar por concluida una guerra, por haber perdido una batalla. No fue ese el punto de vista castrista. En el Informe al I Congreso del Partido Comunista Cubano, 1875, el dirigente de aquella acci贸n plante贸: “el asalto al Cuartel Moncada no signific贸 el triunfo de la revoluci贸n en ese instante, pero se帽al贸 el camino traz贸 el programa de liberaci贸n nacional que abrir铆a a nuestra patria las puertas del socialismo. No siempre en la historia los reveses t谩cticos son sin贸nimos de derrota”.
La historia argentina tambi茅n confirma que la independencia no es paseo de victorias. Manuel Belgrano tuvo que sobrellevar las derrotas de Paraguay, las del Norte en Huaqui, Sipe Sipe, Vilcapugio y Ayohuma; Jos茅 de San Mart铆n tuvo la propia en Cancha Rayada, etc.
En el juicio, Fidel fue su propio abogado y reivindic贸 las cinco leyes revolucionarias que pensaba dictar en caso de triunfo. A saber: la reposici贸n de la Constituci贸n de 1940, la concesi贸n de la tierra a los colonos y arrendatarios de menos de cinco caballer铆as de tierra, la distribuci贸n a los trabajadores del 30 por ciento de las ganancias de las grandes empresas industriales, la concesi贸n a los colonos del 55 por ciento del rendimiento de la ca帽a de az煤car y la confiscaci贸n de todos los bienes mal habidos de los gobernantes.
Cinco a帽os, cinco meses y cinco d铆as despu茅s del asalto frustrado a los dos cuarteles, triunf贸 la revoluci贸n. Fue necesario sobrellevar la prisi贸n, el exilio en M茅xico, el desembarco del Granma y la lucha en Sierra Maestra para llegar a la victoria del 1 de enero de 1959.
Y all铆 se vio que en s贸lo dos a帽os de gobierno, las cinco leyes se hab铆an cumplido con creces, porque tambi茅n se alcanzaron metas important铆simas como la alfabetizaci贸n (1961) y la nacionalizaci贸n de empresas azucareras y petroleras. El mal vecino norteamericano no entend铆a c贸mo la revoluci贸n se manten铆a de pie, a s贸lo 90 millas de La Florida. Todav铆a hoy no lo puede creer y hace todo lo posible por terminar con esa pesadilla: bloqueo econ贸mico, invasi贸n de Bah铆a de Cochinos, sanciones internacionales, 638 intentos de asesinar al comandante en jefe, guerra inform谩tica, atentados terroristas en hoteles y un largo etc茅tera.
El imperio ha fracasado porque se top贸 con gente de palabra, apoyada en su pueblo y con un dirigente excepcionalmente capaz. Fidel no era Yeltsin ni Gorbachov.
Moncada hoy
Cuba no se duerme en la guardia frente a posibles ataques de EE UU y realiza anualmente sus ejercicios “Basti贸n”, para mantener en alerta los m煤sculos y dispositivos de sus Fuerzas Armadas Revolucionarias y sus milicias.
Pero el mayor desaf铆o planteado a su dirigencia y sociedad es el surgido en el VI Congreso del Partido Comunista Cubano celebrado en el pasado abril, de mejorar el rendimiento econ贸mico. Luego de mucho debate en la organizaci贸n y en las bases de la poblaci贸n, se aprobaron los cambios plasmados en los “Lineamientos de la Pol铆tica Econ贸mica y Social del Partido y la Revoluci贸n”.
Las ideas b谩sicas de ese documento -que bien podr铆a llamarse fundacional-, estuvieron en el centro de los discursos pronunciados este 26 de Julio en la provincia de Ciego de 脕vila, a 430 kms de La Habana. El escenario surgi贸 –como todos los a帽os- de una evaluaci贸n de los m茅ritos del trabajo a nivel nacional. El m茅todo de emulaci贸n socialista termin贸 seleccionando a esa provincia, a la vez que reconoci贸 muchas virtudes de otras dos, Villa Clara y Cienfuegos, cuyos dirigentes recibieron distinciones de Destacadas, del presidente Ra煤l Castro.
El orador fue el segundo secretario del PCC y primer vicepresidente, Ram贸n Machado Ventura, quien volvi贸 a poner el acento en profundizar los cambios en la econom铆a. El orador ya hab铆a ocupado la tribuna del 26 de julio el a帽o anterior, en Santa Clara, con una tem谩tica similar.
El vicepresidente confirm贸 este martes que “la direcci贸n del pa铆s contin煤a dando prioridad al cumplimiento del plan de la econom铆a y a la producci贸n de alimentos, bajo las graves consecuencias que produce el incremento de sus precios en el mercado internacional”. Hasta ahora la isla importa casi el 80 por ciento de esos caros alimentos: producirlos en casa es un asunto vital.
Eso requiere concretar la entrega de tierras en usufructo, para una mayor producci贸n agr铆cola. Hay progresos en la materia, pero no son suficientes, a estar por los dichos de Machado Ventura: “hay empresas y formas productivas que no declaran toda la tierra ociosa o deficientemente explotada que tienen, a lo que se a帽ade la demora en la ejecuci贸n de los tr谩mites. Por otra parte, algunos de los que ya las recibieron tienen morosidad en ponerlas en producci贸n, y tambi茅n est谩 faltando atenci贸n y capacitaci贸n a los nuevos usufructuarios por las entidades de la Agricultura y por la Asociaci贸n Nacional de Agricultores Peque帽os (ANAP)”.
El mensaje apunt贸 contra la desidia, burocratismo e indisciplina laboral. “Hay que romper definitivamente la mentalidad de la inercia, esa que conduce a sentarse a esperar mirando para arriba; a pensar primero en lo que falta o ser铆a bueno tener, antes de evaluar con objetividad cuanto m谩s puede hacerse con lo disponible”, recomend贸. Citando al presidente, reclam贸 “orden, disciplina y exigencia”.
En medio de tantos sacrificios derivados en buena medida del bloqueo de EE UU, Cuba se dio el lujo de que este a帽o se recibieran de m茅dicos 40 becarios estadounidenses de bajos recursos. Estos se graduaron el 22 de julio, dentro de la ELAM, que desde 1999 bec贸 y ya gradu贸 8.600 galenos de 54 pa铆ses. Eso se llama solidaridad en medio de la crisis mundial. No hace falta decir que ese punto de vista solidario de hacer frente a las adversidades es de la escuela del Moncada.