Por José Gobello
Nació en General Rodríguez, Provincia de Buenos Aires. Su primer libro de versos, Canciones grises”, data de 1926. Aunque puesto bajo la advocación del Alighieri e impregnado de cierta melancolía verlainiana, no se exime de la nota tanguera: «El Pigall ha quedado desierto y bostezando, / enmudeció la orquesta sus salmos compadrones, / las rameras cansadas se retiran pensando / en sus lechos helados como sus corazones». Otros dos poemarios, de acento muy distinto pero de idéntica preocupación literaria, seguirían a éste: “La luna del bajo fondo” (1940) y “Viento que lleva y trae” (1945). Cadícamo ha publicado, además, una novela, “Café de camareras” (1969) y un libro de recuerdos, “El desconocido Juan Carlos Cobián” (1972).
A éste siguieron otros innumerables tangos -por lo menos 20 de ellos grabados por Gardel-, de méritos desiguales, pero sin concesión alguna a lo torpe y chabacano. En la tanguístíca de Cadícamo se encontrarán obras tan logradas como “Che papusa, oí” y “Anclao en París” y otras decididamente endebles como “Tu promesa” y “Al subir, al bajar” Sin embargo, toda la producción se distingue por un notable decoro literario, a continuación algunos ejemplos.
“Compadrón”, tiene letra escrita para una música previa del pianista Luis Visca y fue difundido por Sofía Bozán, que por entonces realizaba una temporada en Rosario. “Che papusa, oí” data de 1927. Recuerda Víctor Soliño: «El primer disco de Alberto Vila no tenía que fallar. Sin embargo, las posibilidades de un impacto disminuyeron cuando Alberto expresó su deseo de que, como homenaje a los culpables de la aventura, su primer disco tenía que ser ateniense (se refiere a la Troupe Ateniense de Montevideo). Y eligió “Niño bien”.
«No estábamos convencidos de que “Niño bien” tuviera los valores o el empuje necesarios como para significar un aporte estimable al éxito que se pretendía. Pensamos que era preciso reforzarlo. Matos Rodríguez -otro troupero de los primeros años- estaba radicado definitivamente en Buenos Aires. Era ateniense y era, además, el autor de “La cumparsita”. ¡Casi nada¡ A él le solicitamos ayuda. “Che papusa, oí”, con letra de Cadícamo fue el salvavidas que cayó providencial en medio del oleaje en que se debatían nuestras inquietudes y nuestros temores.» (”Mis tangos y los atenienses”, Montevideo, 1967, pp. 30 y 31).
La letra de “Anclao en París” fue escrita por Cadícamo en Barcelona, en 1931. Se la remitió a Garlos Gardel, que por entonces se hallaba en Niza (en cuyo Casino había debutado el 15 de enero de aquel año). Guillermo Barbieri, uno de los guitarristas del cantor, le puso música y Gardel la grabó poco después.
“Tres esquinas” alude al cruce de las calles Montes de Oca y Osvaldo Cruz, en el barrio de Barracas, y al café llamado “Tres esquinas”, luego “Cabo Fels”, situado en ese paraje. La letra fue escrita por Cadícamo en 1940, para una música previa de Ángel D’Agostino (la del tango inédito titulado “Pobre piba”). Lo estrenó, aquel año, Ángel Vargas, quien cantaba con la orquesta de D’Agostino.
Y así, podríamos seguir comentando títulos exitosos hasta extenuarnos en ese cometido. Sin dudas, Enrique Cadícamo fue uno de los autores más prolíficos de nuestra música popular.
José Gobello[Texto gentileza de todotango.com]
Adiós
Enrique Cadícamo
Che, Carola, disculpame si te mando estos trapitos.
Vos sabés, sin grupo, vieja, cómo soy de cumplidor…
Los mandé lavar primero pa’ mandártelos limpitos…
Ahí tenés tu poyerita, tu samica con moñitos,
tu piyama espamentoso y tu suéter sobrador.
Vos sabés, sin grupo, vieja, cómo soy de cumplidor…
Los mandé lavar primero pa’ mandártelos limpitos…
Ahí tenés tu poyerita, tu samica con moñitos,
tu piyama espamentoso y tu suéter sobrador.
Lo olvidaste en el apuro de batirte en retirada,
esa tarde que resuelto lo fajastes a mi amor…
Yo que estaba palpitando desde enfrente la largada,
al junarte que salías de apurón y embagayada,
me escondí, te lo confieso, de vergüenza y de dolor.
esa tarde que resuelto lo fajastes a mi amor…
Yo que estaba palpitando desde enfrente la largada,
al junarte que salías de apurón y embagayada,
me escondí, te lo confieso, de vergüenza y de dolor.
Pronto supe tu guarida, me lo dijo una fulana
y es por eso que hoy te mando lo que ayer se te olvidó…
Yo no sé si te hará falta el piyama o la sotana,
pero sólo sé decirte que aunque estés hoy en bacana,
cuando lleguen estas pilchas te toqués el corazón.
y es por eso que hoy te mando lo que ayer se te olvidó…
Yo no sé si te hará falta el piyama o la sotana,
pero sólo sé decirte que aunque estés hoy en bacana,
cuando lleguen estas pilchas te toqués el corazón.
Desde toda mi amargura, pa’ ladrarte, me agazapo,
un rechifle de amurado me trabaja en el melón…
Yo me he sido en esta vida malandrín, carrero y guapo,
hoy me está golpeando el cuore como garganta de sapo
al pensar que te piantaste como se pianta un ladrón…
un rechifle de amurado me trabaja en el melón…
Yo me he sido en esta vida malandrín, carrero y guapo,
hoy me está golpeando el cuore como garganta de sapo
al pensar que te piantaste como se pianta un ladrón…
Al principio, te lo juro que pensé en darte la biaba,
pero luego poco a poco le di al guiye marcha atrás.
Era darte demasiado y eso a vos no te importaba
y mamao, volando bajo, casi cuando me entregaba,
como el tango de Lomuto yo te dije: Nunca más…
pero luego poco a poco le di al guiye marcha atrás.
Era darte demasiado y eso a vos no te importaba
y mamao, volando bajo, casi cuando me entregaba,
como el tango de Lomuto yo te dije: Nunca más…
Si podés fajate un viaje, vos que soñás con París…
Pero atento pelandruna, andá amarrocando vento,
no vaya a ser que te pase como a aquel santo del cuento,
que, de tanto andar yirando, al final quedó en chasis…
Agenda de Reflexion
http://www.agendadereflexion.com.ar/2011/07/15/730-enrique-cadicamo/
http://www.agendadereflexion.com.ar/2011/07/15/730-enrique-cadicamo/
http://www.agendadereflexion.com.ar/2005/07/15/300-el-ultimo-poeta-del-tango-enrique-cadicamo-y-la-h
istoria-de-los-mareados-con-musica-de-juan-carlos-cobian/
istoria-de-los-mareados-con-musica-de-juan-carlos-cobian/