Por Salvador Briceño
Por males endémicos, estructurales, se profundiza la recesión de la economía de Estados Unidos (EU). O sea que la situación de crisis económica de hoy, va más allá de la coyuntura política; con todo y lo que recién ocurrió —la salida falsa por la cual se resolvió entre demócratas y republicanos el dilema del techo de endeudamiento del Estado—, es apenas un síntoma manifiesto en la superficie de la sociedad y la política estadounidenses.
Cierto es que a los barones del dinero no les gustan las pérdidas. Y en todo lo que invierten quisieran obtener ganancias millonarias sin riesgo alguno. Su campo de acción está en las bolsas del mundo, donde la especulación es para ganar-ganar apostando sin trabajar productivamente. Por eso el mercado bursátil resulta termómetro del mínimo síntoma de riesgo.
Y su cobija, cuestión aleatoria, se lo proporciona, al sistema financiero en su conjunto, el Estado. Esto es, el Estado como protector y garante de los inversionistas cuando estos se disponen arriesgar sus capitales. Por lo que, ante cualquier situación desventajosa, de zozobra o inestabilidad bursátil, para que no pierdan son rápidamente auxiliados por dicho Estado.
Un Estado que ahora ejerce sus funciones más al desnudo frente al resto de la sociedad. Porque siempre se ha tipificado al Estado como una institución al servicio de otras muchas cosas: pilar de una nación, del equilibrio de los poderes, garante de la estabilidad y el bienestar general, o como el instrumento perfecto para la democracia vía la concertación de la política, etcétera.
Pero nunca reconocer que está para cuidar o resguardar los intereses de los hombres del capital. Bien lo dijo Marx: “La intromisión del Estado viene a falsear las relaciones económicas naturales”, pero a favor de los hombres del dinero. O como lo definió: “El ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía”.
Y eso, a estas alturas ya no se puede ocultar. En ningún país, especialmente EU, resulta más que obvio. Pero siempre se trata de ocultar las evidencias. Apenas este martes 2 publicamos “Obama, ¿negoció la reelección?”. Ahí comentamos la nota de Atilio Boron [ver: http://maniobrasdelpoder.blogspot.com]. Se decía —disculpando la cita— que: “En un plazo de poco más de dos años y medio, entre el 1° de diciembre de 2007 y julio de 2010, la FED [la Reserva Federal] otorgó préstamos secretos a grandes corporaciones y empresas del sector financiero por valor de 16 billones de dólares, una cifra mayor que el PIB de los Estados Unidos que en el año 2010 fue de 14.5 billones, y más elevada que la suma de los presupuestos del gobierno federal durante los últimos cuatro años”.
En seguida, la lista de los corporativos beneficiados, tomada de la misma fuente: Citigroup: $2.5 billones ($2,500,000,000,000); Morgan Stanley: $2.04 billones ($2,040,000,000,000); Merrill Lynch: $1.949 billones ($1,949,000,000,000); Bank of America: $1.344 billones ($1,344,000,000,000); Barclays PLC (United Kingdom): $868 mil millones ($868,000,000,000); Bear Sterns: $853 mil millones ($853,000,000,000); Goldman Sachs: $814 mil millones ($814,000,000,000); Royal Bank of Scotland (UK): $541 mil millones ($541,000,000,000); JP Morgan Chase: $391 mil millones ($391,000,000,000); Deutsche Bank (Germany): $354 mil millones ($354,000,000,000); UBS (Switzerland): $287 mil millones ($287,000,000,000); Credit Suisse (Switzerland): $262 mil millones ($262,000,000,000); Lehman Brothers: $183 mil millones ($183,000,000,000); Bank of Scotland (United Kingdom): $181 mil millones ($181,000,000,000); BNP Paribas (France): $175 mil millones ($175,000,000,000); Wells Fargo & Co. $159 mil millones ($159,000,000,000); Dexia SA (Belgium) ) $159 mil millones ($159,000,000,000); Wachovia Corporation $142 mil millones ($142,000,000,000); Dresdner Bank AG (Germany) $135 mil millones ($135,000,000,000); Societe Generale SA (France) $124 mil millones ($124,000,000,000); Todos los demás $2,6 billones ($ 2,639,000,000,000). Para un total de: $16.115 billones ($ 16.115.000.000.000).
Por supuesto se habla del Estado capitalista, global imperialista y no de otro tipo de Estado. Lejos está EU del Estado benefactor, keynesiano, que rescató a dicha economía —luego las tesis se extendieron por el mundo— de la debacle de 1929. Porque los grandes corporativos financiero/especulativos, lejos están de ser hermanas de la caridad. Eso fue lo que hundieron los republicanos, los demócratas y el mismo presidente Barack Obama, con sus recientes negociaciones.
Por lo tanto, con este tipo de argucias del gobierno estadounidense, de apoyos desde la FED para los organismos financieros, la economía de EU se asoma a la catástrofe. Y los únicos ganadores son tales socios —el sector bancario y financiero— del gobierno. Por eso cabe la cuestión: ¿Les preocupa al sector financiero la recesión actual? No. Pero tampoco les importa lo que ocurra con la economía estadounidense. Ni lo que suceda con la economía mundial. Nada les interesa con lo que tengan que pagar los pueblos del mundo por tamaña distorsión económica.
No es esta elite, la que obtiene los grandes beneficios desde la reserva federal, a la que le preocupan los indicadores frágiles de la economía. Pero los “mercados” en el mundo tiemblan, con estos anuncios sobre la situación económica de EU. Apenas esta semana la Casa Blanca reconoce que hay sectores “desacelerados”; los servicios y el manufacturero, con la subsecuente caída del consumo interno y la caída en las plazas de trabajo.
También las bolsas en Europa muestran su delirio. Los estados que más resienten son los débiles: Italia y España. Los demás también. La situación no acabará pronto. La fragilidad se cobra con sangre de los trabajadores. Los grandes capitales son los que ganan siempre. La situación decadente seguirá en lo adelante. La crisis como síndrome inherente a la economía global. Con EU a la cabeza, este país puede ser el peor dañado y al que más trabajo le cueste ver la luz al final del túnel. Los males no son superficiales. Alguien dijo que sí hay luz, pero de un tren que nos arrollará a todos, los pobres en el frente.
Por males endémicos, estructurales, se profundiza la recesión de la economía de Estados Unidos (EU). O sea que la situación de crisis económica de hoy, va más allá de la coyuntura política; con todo y lo que recién ocurrió —la salida falsa por la cual se resolvió entre demócratas y republicanos el dilema del techo de endeudamiento del Estado—, es apenas un síntoma manifiesto en la superficie de la sociedad y la política estadounidenses.
Cierto es que a los barones del dinero no les gustan las pérdidas. Y en todo lo que invierten quisieran obtener ganancias millonarias sin riesgo alguno. Su campo de acción está en las bolsas del mundo, donde la especulación es para ganar-ganar apostando sin trabajar productivamente. Por eso el mercado bursátil resulta termómetro del mínimo síntoma de riesgo.
Y su cobija, cuestión aleatoria, se lo proporciona, al sistema financiero en su conjunto, el Estado. Esto es, el Estado como protector y garante de los inversionistas cuando estos se disponen arriesgar sus capitales. Por lo que, ante cualquier situación desventajosa, de zozobra o inestabilidad bursátil, para que no pierdan son rápidamente auxiliados por dicho Estado.
Un Estado que ahora ejerce sus funciones más al desnudo frente al resto de la sociedad. Porque siempre se ha tipificado al Estado como una institución al servicio de otras muchas cosas: pilar de una nación, del equilibrio de los poderes, garante de la estabilidad y el bienestar general, o como el instrumento perfecto para la democracia vía la concertación de la política, etcétera.
Pero nunca reconocer que está para cuidar o resguardar los intereses de los hombres del capital. Bien lo dijo Marx: “La intromisión del Estado viene a falsear las relaciones económicas naturales”, pero a favor de los hombres del dinero. O como lo definió: “El ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía”.
Y eso, a estas alturas ya no se puede ocultar. En ningún país, especialmente EU, resulta más que obvio. Pero siempre se trata de ocultar las evidencias. Apenas este martes 2 publicamos “Obama, ¿negoció la reelección?”. Ahí comentamos la nota de Atilio Boron [ver: http://maniobrasdelpoder.blogspot.com]. Se decía —disculpando la cita— que: “En un plazo de poco más de dos años y medio, entre el 1° de diciembre de 2007 y julio de 2010, la FED [la Reserva Federal] otorgó préstamos secretos a grandes corporaciones y empresas del sector financiero por valor de 16 billones de dólares, una cifra mayor que el PIB de los Estados Unidos que en el año 2010 fue de 14.5 billones, y más elevada que la suma de los presupuestos del gobierno federal durante los últimos cuatro años”.
En seguida, la lista de los corporativos beneficiados, tomada de la misma fuente: Citigroup: $2.5 billones ($2,500,000,000,000); Morgan Stanley: $2.04 billones ($2,040,000,000,000); Merrill Lynch: $1.949 billones ($1,949,000,000,000); Bank of America: $1.344 billones ($1,344,000,000,000); Barclays PLC (United Kingdom): $868 mil millones ($868,000,000,000); Bear Sterns: $853 mil millones ($853,000,000,000); Goldman Sachs: $814 mil millones ($814,000,000,000); Royal Bank of Scotland (UK): $541 mil millones ($541,000,000,000); JP Morgan Chase: $391 mil millones ($391,000,000,000); Deutsche Bank (Germany): $354 mil millones ($354,000,000,000); UBS (Switzerland): $287 mil millones ($287,000,000,000); Credit Suisse (Switzerland): $262 mil millones ($262,000,000,000); Lehman Brothers: $183 mil millones ($183,000,000,000); Bank of Scotland (United Kingdom): $181 mil millones ($181,000,000,000); BNP Paribas (France): $175 mil millones ($175,000,000,000); Wells Fargo & Co. $159 mil millones ($159,000,000,000); Dexia SA (Belgium) ) $159 mil millones ($159,000,000,000); Wachovia Corporation $142 mil millones ($142,000,000,000); Dresdner Bank AG (Germany) $135 mil millones ($135,000,000,000); Societe Generale SA (France) $124 mil millones ($124,000,000,000); Todos los demás $2,6 billones ($ 2,639,000,000,000). Para un total de: $16.115 billones ($ 16.115.000.000.000).
Por supuesto se habla del Estado capitalista, global imperialista y no de otro tipo de Estado. Lejos está EU del Estado benefactor, keynesiano, que rescató a dicha economía —luego las tesis se extendieron por el mundo— de la debacle de 1929. Porque los grandes corporativos financiero/especulativos, lejos están de ser hermanas de la caridad. Eso fue lo que hundieron los republicanos, los demócratas y el mismo presidente Barack Obama, con sus recientes negociaciones.
Por lo tanto, con este tipo de argucias del gobierno estadounidense, de apoyos desde la FED para los organismos financieros, la economía de EU se asoma a la catástrofe. Y los únicos ganadores son tales socios —el sector bancario y financiero— del gobierno. Por eso cabe la cuestión: ¿Les preocupa al sector financiero la recesión actual? No. Pero tampoco les importa lo que ocurra con la economía estadounidense. Ni lo que suceda con la economía mundial. Nada les interesa con lo que tengan que pagar los pueblos del mundo por tamaña distorsión económica.
No es esta elite, la que obtiene los grandes beneficios desde la reserva federal, a la que le preocupan los indicadores frágiles de la economía. Pero los “mercados” en el mundo tiemblan, con estos anuncios sobre la situación económica de EU. Apenas esta semana la Casa Blanca reconoce que hay sectores “desacelerados”; los servicios y el manufacturero, con la subsecuente caída del consumo interno y la caída en las plazas de trabajo.
También las bolsas en Europa muestran su delirio. Los estados que más resienten son los débiles: Italia y España. Los demás también. La situación no acabará pronto. La fragilidad se cobra con sangre de los trabajadores. Los grandes capitales son los que ganan siempre. La situación decadente seguirá en lo adelante. La crisis como síndrome inherente a la economía global. Con EU a la cabeza, este país puede ser el peor dañado y al que más trabajo le cueste ver la luz al final del túnel. Los males no son superficiales. Alguien dijo que sí hay luz, pero de un tren que nos arrollará a todos, los pobres en el frente.
