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Venezuela: La limpieza empieza por las bolsas

Humberto M谩rquez/ IPS.- Un municipio de Venezuela que vive del refinado de petr贸leo y de la zona franca para importaciones va camino a convertirse en un 谩rea liberada de las contaminantes bolsas de pl谩stico. Se trata del municipio Carirubana, en la noroccidental pen铆nsula de Paraguan谩, pr贸xima a las islas holandesas en el Caribe y que alberga el segundo complejo refinador m谩s grande del mundo, con capacidad para destilar 940.000 barriles diarios de crudo. A su alrededor est谩 la ciudad de Punto Fijo, con 270.000 habitantes.

La ordenanza, que el alcalde Alcides Goit铆a promulgar谩 en pocos d铆as y que entrar谩 en vigor a comienzos de 2012, proh铆be la comercializaci贸n y empleo de bolsas pl谩sticas con capacidad menor a 30 kilogramos –por encima de esa medida se permitir谩n, pues se las destina a recoger desechos– y castigar谩 en primer lugar a quien las arroje a espacios p煤blicos o las incinere.

“Esta decisi贸n tiene que ver con la salud y la educaci贸n de nuestra poblaci贸n, con la belleza de nuestro paisaje y la b煤squeda de promover el turismo, pues nuestra pen铆nsula goza de hermosas playas, otros escenarios, gastronom铆a y una zona franca”, explic贸 a IPS el presidente del Concejo Municipal de Carirubana, Kile Baldayo.

“El mundo est谩 abarrotado de bolsas pl谩sticas. En Venezuela se las consigue desde casi cada metro de costa hasta la cima de los tepuyes (las antiqu铆simas monta帽as de techo plano en la sudoriental Guayana), en calles, cercas y basureros, y es hora de que empecemos a hacer algo para que no sigan degradando el ambiente”, dijo Baldayo.

La contaminaci贸n generada por la basura pl谩stica est谩 lejos de ser s贸lo un problema est茅tico o paisaj铆stico, record贸 a IPS Alejandro 脕lvarez, de la red Ara de organizaciones ambientalistas. “Dep贸sitos de desechos son incendiados generando cantidades de dioxinas y furanos, acerca de las cuales tenemos temores pero no c谩lculos ciertos”, apunt贸.

Las dioxinas y furanos, que emanan de la combusti贸n de pl谩sticos, son sustancias carcin贸genas que afectan grasas, suelos, sedimentos, la cadena alimenticia y tejidos humanos.

La exposici贸n de motivos al cabildo de Carirubana, presentada por Goit铆a y Baldayo, cit贸 datos de la organizaci贸n ambientalista Greenpeace seg煤n los cuales m谩s de seis millones de toneladas de basura son arrojadas a los oc茅anos cada a帽o y una gran parte est谩 conformada por pl谩sticos.

Los autores de la iniciativa tambi茅n incorporaron al texto estimados de la organizaci贸n estadounidense Blue Ocean Society (Sociedad Oc茅ano Azul), seg煤n los cuales 46.000 trozos de basura pl谩stica flotan en cada milla cuadrada de superficie de los mares y oc茅anos que, al ser ingeridos o quedar atrapados en su trama, mata cada a帽o un mill贸n de aves y 100.000 mam铆feros marinos.

En Venezuela, seg煤n la organizaci贸n ambientalista Vitalis, se consumen al a帽o 500.000 toneladas de pl谩sticos, de los que se recicla s贸lo 20 por ciento. Un tercio son empaques flexibles, por lo que cada uno de los 29 millones de habitantes del pa铆s consume anualmente unas 150 bolsas de ese material.
La nueva ley del municipio Carirubana prohibi贸 la compra, venta y distribuci贸n de las bolsas de pl谩stico que no sean biodegradables u oxibiodegradables.

Estos recipientes de material pl谩stico convencional, a base de polietileno, demorar铆an siglos en degradarse.

En cambio, los oxibiodegradables se suponen fabricados de modo que se degraden mucho m谩s pronto bajo determinadas condiciones de luz y ox铆geno, en tanto las biodegradables ser铆an mejores, pues se hacen con almidones y no con derivados de hidrocarburos.

Carirubana mantendr谩 el permiso para empaques de pl谩stico convencionales destinados a ciertos alimentos en supermercados, tales como l谩cteos, c谩rnicos y comidas preparadas.

Ambientalistas como Mar铆a Eugenia Gil, de la Fundaci贸n Aguaclara, recordaron que “pl谩stico es pl谩stico”, aunque saludaron la iniciativa como muy 煤til para la concientizaci贸n de los venezolanos en una zona muy visitada, y como proyecto piloto para que se extienda a otros de los 335 municipios del pa铆s.

La ordenanza agrega as铆 un territorio a otros que en Am茅rica Latina ya han tomado decisiones similares para erradicar las bolsas pl谩sticas.

La capital de M茅xico orden贸 en agosto de 2010 vender este tipo de bolsas a los consumidores que las requieran y, adem谩s, estableci贸 que deben ser biodegradables.

En la oriental provincia argentina de Buenos Aires se prohibi贸 a los supermercados la entrega de bolsas pl谩sticas y se estipul贸 que las que se fabriquen deben ser de materiales cada vez m谩s f谩cilmente degradables.

Una norma similar han tramitado los Congresos legislativos de Chile y de Colombia. La alcald铆a de Bogot谩, entretanto, lanz贸 una campa帽a junto con cadenas de comercios para sustituir, por otros empaques, las bolsas de polietileno. Tambi茅n el gobierno de Montevideo lanz贸 una campa帽a similar, aunque no lleg贸 a煤n a dictar la prohibici贸n.
En Brasil, donde varias grandes ciudades prohibieron tambi茅n las bolsas m谩s contaminantes, sufri贸 un retroceso en julio cuando el Tribunal de Justicia del estado de Sao Paulo suspendi贸 la ley que vedaba la distribuci贸n de estos recipientes en las tiendas de esa jurisdicci贸n, atendiendo una petici贸n presentada por la Uni贸n de Industriales del sector.

Baldayo dijo que en la decisi贸n para Punto Fijo influyeron tambi茅n medidas tomadas por la vecina isla holandesa de Aruba para mantener descontaminadas y libres de pl谩stico sus playas y otros espacios tur铆sticos.

Los vientos alisios que soplan en direcci贸n noreste-sudoeste pasan sobre Aruba rumbo a Paraguan谩 y cruzan sobre otros dos municipios en el estado venezolano de Falc贸n antes de llegar a Punto Fijo, por lo que el ayuntamiento de Carirubana desea que su medida sea acompa帽ada por los vecinos para que abarque a toda la pen铆nsula.

Una comisi贸n municipal promover谩 alternativas, entre ellas el uso de bolsos hechos con fibras naturales, y desplegar谩 una campa帽a de coordinaci贸n con los comercios e informaci贸n a la ciudadan铆a, pero tambi茅n se contemplan sanciones.

Las sanciones van desde atender charlas obligatorias hasta multas que pueden llegar a 120 d贸lares para personas y 1.700 d贸lares para empresas que contaminen espacios p煤blicos con bolsas pl谩sticas. Quien no pueda pagar en efectivo esta penalizaci贸n deber谩 hacerlo con servicio comunitario, como limpieza de calles, plazas y playas.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=98860

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