OPINI脫N de Teodoro Renter铆a Arr贸yave
KATHMAND脷, NEPAL. En menos de una hora, en vuelo de Lhasa, capital del T铆bet, China a esta congestionada ciudad capital, pasamos de una altura sobre el nivel del mar de 3650 metros a s贸lo 1350.
Nos dijeron que al fin nuestros corazones descansar铆an, pero en verdad que los reporteros mexicanos que visitamos esa ciudad rodeada por la cordillera del Himalaya, jam谩s sentimos los efectos de la altura, seguramente porque los capitalinos vivimos permanentemente a una altura de 2240 metros, sin embargo el colega tabasque帽o, Jos茅 Antonio Calc谩neo Collado, tampoco sufri贸 de los estragos, inclusive, cuando estuvimos en la carretera 318 de la cordillera que nos llev贸 al punto de los 5013 metros de altitud.
Cuando se inici贸 el descenso del enorme aparato, nos percatamos al trav茅s de la ventanilla, del hacinamiento y la pobreza de esta naci贸n, eminentemente agr铆cola, la cual se defiende con las divisas que le deja el turismo, por cierto este 2011, Nepal lo decret贸 como el a帽o del turismo y seg煤n se nos inform贸 les ha ido muy bien.
El drama de esta peque帽a naci贸n consiste en su ubicaci贸n geogr谩fica, est谩 aprisionada por dos potencias: China y la India y sin ninguna salida al mar. Su alto sentido de soberan铆a que defiende con toda pulcritud y valent铆a, la hace no transigir con ninguno de sus vecinos. Esta salvaguarda del ser nacional deber铆a de ser estudiada a fondo por el amplio sector oficial mexicano que al menor manotazo del vecino del norte, tiembla y transige desvergonzado a las 贸rdenes del imperio.
Como es de recordarse hace tres a帽os, un movimiento civil acab贸 con la monarqu铆a, el 煤ltimo rey, Gyanendra, dimiti贸 a su reinado para evitar derramamientos est茅riles de sus conciudadanos, hoy vive tranquilo en su domicilio particular ubicada en la propia capital Kathmand煤.
Algunos nepale帽os nos confiesan, que si bien se gan贸 en democracia se perdi贸 en el orden ciudadano, una muestra de ello es la anarqu铆a prevaleciente en esa capital en cuyas estrechas calles, todas de doble sentido, circulan, es un decir, 400 mil motocicletas y 250 autom贸viles.
La religiosidad del pueblo nepal茅s es fuerza y fortaleza de su cultura milenaria, sin dejar de mencionar que las mujeres j贸venes han dejado de usar el saree o t煤nica de 8 metros de tela, para dar paso al jeans y a las blusas ajustadas.
El 80 por ciento de los nepale帽os, son practicantes efectivos del budismo, s贸lo el 20 por ciento es cristiano, no obstante la desproporci贸n en esta naci贸n empobrecida no hay conflicto religioso, los fanatismos le son ajenos a esta poblaci贸n que apoya el laicismo y por consecuencia la libertad religiosa.
Sus templos y monasterios son patrimonio de la humanidad, algunos administrados por el Estado y en su gran mayor铆a por la comunidad budista.
Sin perder soberan铆a, creemos, Nepal debe de abrirse al mundo, no es cre铆ble que rodeada de los “tigres asi谩ticos” este sumido en la pobreza. Ejemplos son muchos: China, Singapur y otros muchos etc茅teras.
KATHMAND脷, NEPAL. En menos de una hora, en vuelo de Lhasa, capital del T铆bet, China a esta congestionada ciudad capital, pasamos de una altura sobre el nivel del mar de 3650 metros a s贸lo 1350.
Nos dijeron que al fin nuestros corazones descansar铆an, pero en verdad que los reporteros mexicanos que visitamos esa ciudad rodeada por la cordillera del Himalaya, jam谩s sentimos los efectos de la altura, seguramente porque los capitalinos vivimos permanentemente a una altura de 2240 metros, sin embargo el colega tabasque帽o, Jos茅 Antonio Calc谩neo Collado, tampoco sufri贸 de los estragos, inclusive, cuando estuvimos en la carretera 318 de la cordillera que nos llev贸 al punto de los 5013 metros de altitud.
Cuando se inici贸 el descenso del enorme aparato, nos percatamos al trav茅s de la ventanilla, del hacinamiento y la pobreza de esta naci贸n, eminentemente agr铆cola, la cual se defiende con las divisas que le deja el turismo, por cierto este 2011, Nepal lo decret贸 como el a帽o del turismo y seg煤n se nos inform贸 les ha ido muy bien.
El drama de esta peque帽a naci贸n consiste en su ubicaci贸n geogr谩fica, est谩 aprisionada por dos potencias: China y la India y sin ninguna salida al mar. Su alto sentido de soberan铆a que defiende con toda pulcritud y valent铆a, la hace no transigir con ninguno de sus vecinos. Esta salvaguarda del ser nacional deber铆a de ser estudiada a fondo por el amplio sector oficial mexicano que al menor manotazo del vecino del norte, tiembla y transige desvergonzado a las 贸rdenes del imperio.
Como es de recordarse hace tres a帽os, un movimiento civil acab贸 con la monarqu铆a, el 煤ltimo rey, Gyanendra, dimiti贸 a su reinado para evitar derramamientos est茅riles de sus conciudadanos, hoy vive tranquilo en su domicilio particular ubicada en la propia capital Kathmand煤.
Algunos nepale帽os nos confiesan, que si bien se gan贸 en democracia se perdi贸 en el orden ciudadano, una muestra de ello es la anarqu铆a prevaleciente en esa capital en cuyas estrechas calles, todas de doble sentido, circulan, es un decir, 400 mil motocicletas y 250 autom贸viles.
La religiosidad del pueblo nepal茅s es fuerza y fortaleza de su cultura milenaria, sin dejar de mencionar que las mujeres j贸venes han dejado de usar el saree o t煤nica de 8 metros de tela, para dar paso al jeans y a las blusas ajustadas.
El 80 por ciento de los nepale帽os, son practicantes efectivos del budismo, s贸lo el 20 por ciento es cristiano, no obstante la desproporci贸n en esta naci贸n empobrecida no hay conflicto religioso, los fanatismos le son ajenos a esta poblaci贸n que apoya el laicismo y por consecuencia la libertad religiosa.
Sus templos y monasterios son patrimonio de la humanidad, algunos administrados por el Estado y en su gran mayor铆a por la comunidad budista.
Sin perder soberan铆a, creemos, Nepal debe de abrirse al mundo, no es cre铆ble que rodeada de los “tigres asi谩ticos” este sumido en la pobreza. Ejemplos son muchos: China, Singapur y otros muchos etc茅teras.