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La democracia busca un nuevo Estado

OPINI脫N de Jorge Zavaleta Alegre   

Una frase de permanente actualidad: “Mi estado de esp铆ritu hace la s铆ntesis de esos estados llamados optimismo y pesimismo y los supera: soy pesimista por la inteligencia, pero optimista por la voluntad”.

Corresponde a Antonio Gramsci (1891-1937), quien transcurri贸 entre la reflexi贸n y la desventura, y pas贸 la mayor parte de su vida madura en una prisi贸n de Tur铆n, y seg煤n sus bi贸grafos se convirti贸 despu茅s en algo as铆 como el santo de la izquierda italiana.

En el siglo XXI vemos que Am茅rica Latina ha logrado soslayar los impactos de la crisis de mejor manera que en el pasado, debido a la “disciplina” fiscal. Pero ese enfoque, casi dogm谩tico, comienza a cambiar concediendo algunas prioridades y en estilo de gesti贸n de las pol铆ticas p煤blicas. No se puede ocultar que la regi贸n es m谩s heterog茅nea y los gobiernos han puesto de manifiesto enfoques diferenciados respecto al rol del Estado.

En varios pa铆ses - Brasil, Bolivia, Ecuador, Guatemala, M茅xico, Per煤 - los avances de los pueblos ind铆genas se han dado casi 煤nicamente en 谩reas culturales con un poco de educaci贸n biling眉e y legitimaci贸n simb贸lica en la participaci贸n pol铆tica. No as铆 en los territorios y bienes materiales. Por ejemplo, la aplicaci贸n de la Consulta Previa a los pueblos originarios del Per煤, despu茅s de m谩s de una d茅cada de incumplimiento del Convenio 169 de la OIT, puede producir resultados positivos inesperados. Inclusive hay discursos que caminan tras el Nobel de Econom铆a, planteando a las comunidades ind铆genas el “derecho” a ser “accionistas” conjuntamente con los grandes capitales en la medida que acepten el ingreso a sus territorios para la extracci贸n de la riqueza amaz贸nica.

Teniendo en consideraci贸n la nueva din谩mica pol铆tica y social de gran parte de Sudam茅rica, la investigaci贸n de la CAF sobre “Pol铆ticas sociales para promover ciudadan铆a y cohesi贸n social”, constituye un aporte m谩s cercano para proseguir en el conocimiento y comprensi贸n de “la situaci贸n internacional que se caracteriza por la b煤squeda de nuevos equilibrios en la econom铆a mundial” y que “las transformaciones en curso traer谩n una nueva divisi贸n internacional del trabajo entre las econom铆as industrializadas y las econom铆as primario-exportadoras y emergentes, as铆 como nuevas articulaciones geopol铆ticas entre las diversas regiones y un desplazamiento del eje de las relaciones desde el Atl谩ntico hacia el Pac铆fico”.

Dicho estudio reconoce que ahora prevalecen enfoques mucho m谩s amplios que los de la erradicaci贸n de la pobreza y que resulta imprescindible retomar “la discusi贸n sobre la concertaci贸n de un pacto fiscal que permita el financiamiento sostenible de las pol铆ticas sociales y que traiga consigo una equidad distributiva cada vez mayor”.

Tambi茅n introduce una preocupaci贸n por la informalidad, porque todo indica que este fen贸meno ha alcanzado dimensiones que ya no se pueden considerar “una circunstancia pasajera” y que la formalizaci贸n, siendo un objetivo complejo, “requiere estrategias integrales y sostenidas en el tiempo”. Al hablar de informalidad, por cierto, se incluye o se debe incluir el inmenso contrabando de prendas de vestir, licores y artefactos el茅ctricos, que ingresan al mercado nacional violando fronteras y puertos. Tambi茅n el combate al narcotr谩fico, a la producci贸n de droga sint茅tica y la pirater铆a de la propiedad intelectual, entre otros males.

Asistimos a la promoci贸n de reformas administrativas destinadas a lograr la neutralidad del aparato estatal y su independencia frente al poder econ贸mico, “sometiendo al funcionariado a un riguroso control de incompatibilidades que impida un trasvase generalizado de altos cargos de las grandes empresas privadas y la independencia del partido de poder”.

En cuanto a los servidores p煤blicos, los pol铆ticos electos o designados, de cualquier signo y tendencia, son actores sociales interesados en defender sus propios espacios de poder y ventajas. Esto se llama “apropiaci贸n burocr谩tica” y que se manifiesta en la existencia de numerosos programas que siguen obteniendo importantes recursos del Estado pese a que no han probado su impacto en la reducci贸n de la pobreza, porque son propuestas dise帽adas “desde arriba”.

En Am茅rica Latina, el ejercicio contempor谩neo de la pol铆tica, se inscribe en la b煤squeda de profundizaci贸n de la ciudadan铆a y de la inclusi贸n. Las democracias son a medias: ofrecen libertades pol铆ticas, pero no re煤nen las condiciones que garantizan el usufructo efectivo de esas libertades pol铆ticas. Lo importante para los nuevos actores pol铆ticos es el establecimiento de otro contrato social que derive en un nuevo pacto de redistribuci贸n de poder.

No se trata de un “Estado fuerte” en el sentido de un Estado autoritario sino de un Estado para ir corrigiendo las inequidades en la b煤squeda de la justicia social, y con un nivel muy alto de participaci贸n social que lo controle. Los cambios sociales y pol铆ticos que han ocurrido en la regi贸n, ser谩n m谩s trascendentales para la democracia cuanto m谩s justa sean la distribuci贸n del poder y la riqueza.

A mayor poder de los pobres, menor vulneraci贸n de sus derechos humanos y menor pobreza. Los excluidos son desempleados, pobres, migrantes indocumentados, homeless, desconectados. La exclusi贸n o desigualdad no es solo econ贸mica. Prima por factores de la geograf铆a, la corrupci贸n, la intimidaci贸n, la violencia, el g茅nero, la pobreza y la raza.

Si no cambia el rumbo del Estado convencional las reacciones sociales son y ser谩n cada vez m谩s inmediatas, gracias a la arrolladora tecnolog铆a de comunicaci贸n que va estimulando redes sociales y la reformulaci贸n de la vida gremial en el sector privado y el Estado. Los lectores esperamos que camine la “Serie Reflexiones Sobre Pol铆ticas Sociales y Ambientales” que anuncia la CAF, porque es una de las multilaterales que est谩 m谩s cerca de la realidad regional, y cuyas operaciones crediticias, en muchos casos, tienen menores costos de las que operan desde Washington.

Es verdad que en Am茅rica Latina se ha reducido la pobreza, pero no se ha llegado a romper el c铆rculo perverso de la desigualdad. La exclusi贸n social ya no es la que era antes. Vemos “Democracias en busca de Estado”, un Estado que garantice la universalidad de derechos a toda la poblaci贸n, en concordancia con la pluralidad, heterogeneidad y complejidad de las actuales sociedades.

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