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La llegada de internet al periodismo

OPINI脫N de Pascual Serrano   

Hoy la mayor铆a de los j贸venes no entienden el periodismo y la informaci贸n sin internet. Yo pertenezco a una generaci贸n que ha vivido un experiencia excepcional, era un periodista alternativo antes de la aparici贸n de internet y he ido viviendo en mi propia carne y en mi forma de enfrentar mi periodismo comprometido el desarrollo de la red, sus diferentes tecnolog铆as, su evoluci贸n en la sociedad... Quiz谩s por todo ello quiero dejar constancia y rendir homenaje en estos tiempos de gloria de la red, al periodismo alternativo que ya exist铆a antes de la implosi贸n de internet: boletines escritos de muy dif铆cil elaboraci贸n pero todav铆a m谩s dif铆cil distribuci贸n, radios libres combatiendo en los l铆mites de la capacidad de emisi贸n de sus antenas... Para que se hagan una idea, en aquellos tiempos, cuando yo ten铆a alguna idea o alguna informaci贸n para alg煤n texto o art铆culo iniciaba un via crucis entre las publicaciones alternativas de papel para ver en cual hab铆a sitio para mi trabajo. Cuando alguna la aceptaba, que no era siempre, es cuando lo escrib铆a y su publicaci贸n supon铆a llegar a tres mil personas que era la tirada media de una de esas revistas.

Ahora es absolutamente diferente. En primer lugar no se trata de conseguir ninguna informaci贸n especial o en exclusiva, ya toda la informaci贸n est谩 en la red. Ahora la originalidad consiste en el tipo de elaboraci贸n, relaci贸n de ideas, aglutinaci贸n de informaciones, conclusi贸n argumental. Cosas as铆. Hoy nada se queda sin escribir por no tener donde publicarlo. Contar谩s con m谩s o menos lugares, de m谩s importancia o menos, pero la publicaci贸n est谩 asegurada. Y en muchos casos el logro de aquellos tres mil lectores de mi publicaci贸n en papel tambi茅n est谩 asegurada para la mayor铆a de los periodistas con un m铆nimo de calidad.

Pero si nos qued谩semos en este an谩lisis triunfalista ser铆a muy superficial, la reflexi贸n sobre internet y periodismo debe ir m谩s all谩. En primer lugar porque el objetivo no es que una persona pueda publicar sino algo mucho m谩s ambicioso, en segundo lugar porque adem谩s de luces hay sombras que debemos identificar, en tercer lugar porque est谩n apareciendo elementos novedosos que debemos diseccionar como son las redes sociales. Y, por 煤ltimo, porque debemos intentar prever los escenarios futuros.

Como creo que para analizar las situaciones siempre se necesita estudiar los antecedentes, me tomar茅 la licencia de recordar los inicios de la p谩gina web que ayud茅 a fundar all谩 por 1996 y que creo fue pionera en algo que ahora ya nos parece una obviedad cuando no una antigualla. Rebelion.org nace de la sinergia t茅cnica de dos profesionales que ten铆an una sinton铆a ideol贸gica, un periodista y un inform谩tico. En aquellas fechas exist铆a m谩s o menos el correo electr贸nico pero las p谩ginas webs apenas comenzaban, ni los grandes medios ni las agencias ten铆an p谩ginas web, ni exist铆an los buscadores. Los grandes medios no ten铆an p谩ginas webs porque no las necesitaban, no les serv铆an para generar ingresos y adem谩s ya ten铆an el control de la oferta informativa. Fueron las peque帽as organizaciones sociales las que comenzaron a crear sus p谩ginas webs para colgar sus propuestas, acciones o formas de contactar. Como ya he se帽alado, los periodistas que nos dedic谩bamos a la informaci贸n alternativa comenz谩bamos a acceder a algunas informaciones gracias al correo electr贸nico pero segu铆amos con esa din谩mica de buscar un medio escrito en el que colocar nuestros textos. Fue en ese contexto cuando el inform谩tico le dice al periodista algo como lo siguiente: “Hoy se puede crear un peri贸dico intangible cuyas noticias las puede leer cualquiera desde cualquier lugar del mundo con solo tener un ordenador y una l铆nea de tel茅fono. ¿T煤 crees que puedes conseguir al menos dos o tres noticias a la semana para mantener ese peri贸dico actualizado?”. Nuestra idea era crear una agencia de prensa, es decir, suministrar noticias de 谩mbito internacional a medios locales. Algunos ten铆amos experiencia en informaci贸n internacional alternativa, una informaci贸n que no era f谩cil de lograr para los medios alternativos de entonces (boletines de papel o radio libres de barrio). Como est谩bamos convencidos de la necesidad de incorporar elementos de la luchas globales a la informaci贸n local, nuestro objetivo era poder ayudar a esos medios locales a conseguir esas informaciones globales. Nunca pensamos que nuestra p谩gina pudiera interesar al ciudadano medio, no se nos ocurr铆a de qu茅 forma pod铆a una persona hispanoparlante de cualquier lugar del mundo conocer la existencia de rebelion.org (recordad que no exist铆an los buscadores, el n煤mero de internautas era peque帽o y se limitaba a los que se comunicaban mediante el correo electr贸nico). Cuando nos pusimos en marcha comprob谩bamos cosas que entonces resultaron visionarias:

Que el n煤mero de lectores aumentaba cuanto m谩s noticias colg谩bamos, es decir, nos ped铆an m谩s contenidos, m谩s frecuencia, m谩s regularidad.

Que firmas de gran prestigio en la izquierda mundial se pusieron a nuestra disposici贸n con una generosidad impresionante.

Que nos creamos un prestigio por el cual muchas organizaciones nos utilizaban como mediadores para ponerse en contacto. 

A partir de entonces comenzaron a desarrollarse todo tipo de p谩ginas web de los grandes medios y agencias de prensa, a funcionar los buscadores, multiplicarse el n煤mero de internautas y, como consecuencia, aparecer m谩s peri贸dicos alternativos del estilo de rebelion.org.

El espectro de medios alternativos se mov铆a en diferentes grados de lo que yo llamar铆a democratizaci贸n participativa y fiabilidad informativa. Me explico. En uno de sus l铆mites surge Indymedia con el m谩ximo grado de democratizaci贸n participativa puesto que, al menos en sus inicios, cualquiera pod铆a colgar un texto o una imagen; pero con una terrible inseguridad sobre la fiabilidad de su contenido: no hab铆a garant铆as de que ese comunicado del ej茅rcito zapatista fuera verdadero o ese art铆culo de Eduardo Galeano fuese de verdad escrito por 茅l y reciente. En el punto opuesto se encontraba Rebelion.org, el modelo de nuestro peri贸dico no era participativo porque consist铆a en que un equipo de una decena de personas decid铆a los contenidos. En cambio, su fiabilidad era mayor en la medida en que nuestro rigor para contrastar los contenidos tambi茅n lo era.

El siguiente paso en la din谩mica del periodismo alternativo en internet fue la aparici贸n de los blogs. La tecnolog铆a se populariz贸 tanto que cualquiera pod铆a manejar las condiciones t茅cnicas para escribir sus propios textos y editarlos en su propia p谩gina weg. Como siempre, este nuevo formato ten铆a sus luces y sus sombras. Su lado positivo es que permit铆a el seguimiento de un determinado autor. Seg煤n fuera su prestigio profesional, su honestidad y su trayectoria el blog ser铆a m谩s seguido y con m谩s valor para mejorar el periodismo alternativo. Muchos periodistas honestos, aunque ten铆an presencia en medios tradicionales, ve铆an muy limitada su capacidad de informar y, gracias a su blog, lograron m谩s profundizaci贸n y un an谩lisis m谩s comprometido. Por otro lado, frente a un proyecto informativo global y colectivo que supon铆an medios como rebelion.org ahora despegaba un formato ideal para la vanidad y el egocentrismo de quien se convert铆a en la fuente 煤nica de informaci贸n. La cantidad infinita de blogs supon铆a tambi茅n una marea de propuestas en internet que no siempre facilitaba diferenciar los autores rigurosos y cre铆bles de los mediocres. Sin embargo, en un panorama de desconfianza informativa, algunos blogueros lograron un reconocimiento y un prestigio que permiti贸 que fuesen unos referentes en temas complejos.

Internet tambi茅n iba desarrollando la ilusi贸n de una participaci贸n ciudadana en la informaci贸n mediante muchas propuestas: foros, comentarios en las noticias, etc... Una participaci贸n que, como hemos comprobado, ha aportado muy poco al conocimiento de la realidad, bien por ser marginal o por la pobreza de muchas de las colaboraciones.

Mientras todo esto iba sucediendo, los grandes medios segu铆an apareciendo como las propuestas m谩s profesionales, con informaci贸n m谩s contrastada, con fuentes m谩s fiables, con mayor estructura de corresponsales y enviados in situ. Es verdad que los medios alternativos hab铆amos logrado sembrar una cierta desconfianza en los grandes medios, hab铆amos demostrado en muchas ocasiones manipulaciones, desinformaciones e incluso mentiras, pero nunca -y menos todav铆a los blogs- hac铆an sombra a los grandes medios en imagen de credibilidad.

En una siguiente fase encontramos el despegue de youtube, lo que supone la implosi贸n del lenguaje audiovisual en internet. En mi opini贸n, si ya lo audiovisual televisivo supone una simplificaci贸n y espectacularizaci贸n del mensaje period铆stico, la imagen en internet acent煤a todav铆a m谩s la simplificaci贸n aunque s贸lo sea porque la noticia de youtube todav铆a debe ser m谩s breve que en televisi贸n. Por otro lado, el v铆deo de youtube dif铆cilmente puede ir acompa帽ado de texto, lo que le hace m谩s dependiente de lo audiovisual. El documental en profundidad de media o una hora de duraci贸n que podr铆a distribuirse con 茅xito en dvd y emisi贸n en televisi贸n es de dif铆cil 茅xito en la red. Por otro lado, el v铆deo en youtube no ayuda a disminuir la incertidumbre informativa, la manipulaci贸n e incluso la falsificaci贸n burda y la mentira funciona perfectamente en estos v铆deos.

Ahora nos encontramos en una fase en la que el protagonismo lo tienen las redes sociales. El debate en torno al papel de las redes sociales es impresionante. Llama la atenci贸n el protagonismo que le dan los grandes medios a la hora en considerarlas fundamentales en la movilizaci贸n de los ciudadanos. Lo hemos comprobado en las movilizaciones 谩rabes, en las de Londres, en el 15M en Madrid.

Como en la mayor铆a de las cuestiones de internet, hay dos componentes diferenciados en las redes sociales: el relacionado con la vanidad y la soledad de muchas personas y el de m茅todos de informaci贸n, catalizadores y dinamizadores sociales. Del primero se habla poco porque conlleva una cr铆tica a las redes que afecta negativamente a los intereses empresariales en torno a ellas y muestra una faceta poco agradable de la mitificada nueva sociedad tecnol贸gica. Pero es importante destacarla y recordar que el uso de las redes obedece m谩s veces a este perfil que al del activismo pol铆tico. Del mismo modo que en el uso de internet predomina m谩s el entretenimiento o el porno que la b煤squeda de informaci贸n 煤til.

Intentemos analizar el segundo componente del papel de las redes, el de fuentes de informaci贸n y catalizadores de la movilizaci贸n social. Lo primero es reconocer c贸mo han afectado a los usos de internet como fuente informativa. Es indiscutible que el entramado de estas redes ha desarrollado una relaci贸n interpersonal que ha minado la estructura informativa de un medio emisor que se destinaba a un gran sector de la sociedad. Los ciudadanos se han convertido (para bien o para mal) en mediadores de informaci贸n, de forma que las audiencias ya no se dirigen a un medio (tradicional o alternativo) sino que es a trav茅s de sus relaciones en las redes sociales como accede a las informaciones. Me explico, tanto una noticia del New York Times como de rebelion.org o de cualquiera de nuestros blogs tiene un alto porcentaje de accesos a trav茅s de las sugerencias o propuestas creadas desde p谩ginas personales de facebook o de twitter. De esta forma se pulveriza la preponderancia del medio cuya influencia ahora se fragmenta en recomendaciones y sugerencias de la comunidad virtual. Eso podr铆a considerarse positivo en cuanto lo que supone de democratizador, pero, por otro lado, fragmenta el modo de informarse del ciudadano que se enfrenta a lo que yo llamar铆a un centelleo informativo superficial, fugaz y disperso. El centelleo impide conocer en su profundidad las cuestiones complejas y menos todav铆a ayuda a formarse un conocimiento s贸lido de los asuntos. En pocas palabras no sabr铆a decir si informa o simplemente difumina la frontera entre informaci贸n y entretenimiento a favor de 茅ste 煤ltimo.

Otra faceta de las redes sobre la que se ha extendido mucho es la de su capacidad de organizar y movilizar. En un primer momento yo siempre pens茅 que las redes daban una falsa imagen de organizaci贸n y movilizaci贸n que, de alguna manera y parad贸jicamente, pod铆a tener un papel desmovilizador al fomentar ciudadanos que limitaban su activismo al ordenador y el teclado. Parece evidente que no siempre ha sido as铆, las redes han favorecido la coordinaci贸n de acciones en los pa铆ses 谩rabes, el 15M en Espa帽a o el 15O en el mundo. La coordinaci贸n mediante las redes sociales ha logrado que triunfen determinados boicots a empresas, o lograr financiaci贸n para proyectos muy valiosos.

Pero ahora yo incorporo otro elemento pesimista. ¿Han ofrecido las redes suficiente conocimiento para que esas movilizaciones contengan propuestas, ideas y an谩lisis de las situaciones? Como dir铆a el pol铆tico espa帽ol Julio Anguita, “antes de llenar la calle de gentes hubiera sido deseable haber llenado de ideas suficientemente maduras la cabeza de esas gentes”. Mi percepci贸n es que las redes pudieron llenar las calles de gentes, pero las mismas redes impidieron llenar antes las cabezas de las gentes de algo m谩s o menos elaborado. Es evidente el car谩cter pol铆ticamente precario de los movimientos generados gracias a las redes sociales. Y es evidente tambi茅n el car谩cter pol铆ticamente primario del ideario de quienes se est谩n movilizando. Basta observar que las redes est谩n promoviendo mentalidades, en mi opini贸n, excesivamente perezosas. Obs茅rvese el modelo twitter de mensajes de 140 caracteres, ¿qu茅 profundidad anal铆tica, qu茅 elaboraci贸n intelectual, qu茅 reflexi贸n pol铆tica puede caber en esa extensi贸n? ¿O en los tres o cuatro minutos del v铆deo de youtube, o en el comentario de facebook? Las nuevas generaciones no quieren ni o铆r hablar de reportajes con un texto de cuatro p谩ginas, una conferencia de una hora y no digamos un libro de doscientas p谩ginas. Si observamos, las supuestas revoluciones apoyadas en las redes sociales no han promovido verdaderos cambios en la estructura de poder: ni en los pa铆ses 谩rabes, ni en Europa ni en Estados Unidos. Son cambios lampedusianos, se cambia algo para que todo siga igual. Como ha dicho el profesor Ram贸n Reig, existe un extasis cibern茅tico de car谩cter m铆stico en Occidente -yo a帽adir铆a que tambi茅n en Am茅rica Latina- que mitifica a las redes y a las nuevas tecnolog铆as para encomendar a ellas las revoluciones.

Otro elemento que no debemos olvidar es la propiedad de los portales y hostings. Facebook de microsoft, youtube de google, twitter es de una empresa californiana. La dependencia de la ciudadan铆a es absoluta, basta observar la frecuencia con la que nos llegan noticias de los abusos y atropellos que comenten estas empresas expulsando v铆deos inc贸modos de youtube o p谩ginas de facebook en torno a organizaciones o causas que no son del gusto del poder, etc... Es evidente que no puede ser muy fuerte un movimiento organizativo en torno a una p谩gina de facebook si de un teclazo microsoft pueda hacerlo desaparecer. La experiencia del gobierno chino es curiosa, all铆 el gobierno ha logrado desarrollar toda una estructura de redes sociales bajo el control de las autoridades chinas y alternativa a las occidentales.

Por 煤ltimo, las redes tambi茅n generan incertidumbre que, incluso, contamina los formatos tradicionales. Ahora facebook o twitter sirve como fuente perfecta, cualquier tesis que un medio quiera defender tiene sus correspondientes fuentes informativas en facebook o twitter sin que eso suponga ning煤n rigor. Es habitual citar a facebook para indicar que se han producido v铆ctimas en una manifestaci贸n en el pa铆s X, lo cual en t茅rminos de rigor period铆stico es como decir me ha llamado un tipo por tel茅fono que no me ha dicho quien era para decirme que han matado a tres personas en el pa铆s X, algo que nunca hubiera publicado un medio.

Las redes sociales y el mundo virtual son tremendamente vulnerables a la intoxicaci贸n y la manipulaci贸n. Ya son muchas las experiencias de campa帽as destinadas a enviar tropas de internautas a condicionar contenidos mediante p谩ginas de facebook, blogs, participaci贸n con comentarios y en foros. El caso de Wikipedia, un proyecto con vocaci贸n participativa y democr谩tico, es elocuente. En marzo de 2008 el portal Electronic Intifada1, gestionado por el periodista estadounidense-palestino Ali Abunimah, denunciaba que el grupo israel铆 Comit茅 para la Precisi贸n de la Informaci贸n sobre Oriente Pr贸ximo en Am茅rica (CAMERA), reclutaba voluntarios para editar la enciclopedia online e impedir as铆 que los "editores antiisrael铆es introduzcan todo tipo de prejuicios y errores en muchos art铆culos relacionados con Israel"2. CAMERA recordaba en su convocatoria que“la inmensamente popular enciclopedia online, puede ser editada por cualquiera” aunque “la mala noticia es que eso permite que 'editores' anti-israel铆es puedan introducir todo tipo de prejuicios y errores en muchos art铆culos relacionados con Israel”. La organizaci贸n israel铆 suger铆a registrarse como editores de Wikipedia y, una vez ganada la confianza de la comunidad de la enciclopedia, comenzar a revisar a favor del gobierno israel铆 los art铆culos relacionados con el 茅xodo palestino y sus causas, Hamas, Hezbollah, los 谩rabes de Israel, la Naqba (el desastre, tal como llaman los palestinos al d铆a de la creaci贸n del Estado de Israel) y el derecho de retorno.

En 2009 se supo que la red de ferrocarriles alemanes hab铆a destinado 1'3 millones de euros en relaciones p煤blicas ocultas, es decir, en colocar informaci贸n positiva de la compa帽铆a en foros de internet y redes sociales.

Otro caso de intoxicaci贸n informativa fue el caso del blog de una lesbiana siria que informaba sobre el pa铆s y result贸 ser un hombre estadounidense que no se hab铆a movido de su pa铆s.

Qu茅 hacer

El dilema es que debemos incorporarnos a algo que no nos gusta para poder cambiarlo. Es verdad que, cada vez m谩s, en Europa la discusi贸n del periodismo se hace en torno a los artilugios, los formatos y los lenguajes, sin entrar en los principios del rigor, la veracidad, el periodismo comprometido con valores o el avance en la democratizaci贸n de la informaci贸n. Pero ser铆a un suicidio ignorar todos los formatos y los artilugios. Es como si, llevados por nuestro pacifismo o nuestro ecologismo, no utiliz谩ramos el avi贸n para venir aqu铆 a reunirnos, o los gobiernos progresistas renunciaran a los ej茅rcitos mientras los imperialistas se estuvieran rearmando.

Pienso que debemos

Denunciar el control de cada vez m谩s prestaciones de internet por grandes empresas del Norte.

Proponer a los gobiernos progresistas el desarrollo de infraestructuras que impidan la dependencia tecnol贸gica de estas empresas.

Denunciar la simplificaci贸n de los mensajes ideol贸gicos y pol铆ticos sacrificados en el altar del formato f谩cil de las nuevas tendencias.

Reivindicar la necesidad de un periodismo riguroso, anal铆tico, con suficiente atenci贸n a los antecedentes y contextos. Que explique el mundo, que oriente al ciudadano y que transmita valores.

Denunciar el modelo tradicional en manos de un oligopolio de grupos empresariales que han convertido la libertad de expresi贸n y el derecho a la informaci贸n en un privilegio para su exclusividad. E impedir que los nuevos escenarios tecnol贸gicos no reproduzcan ese privilegio.

Formar y cualificar a nuevas generaciones de periodistas en los conocimientos y principios necesarios al servicio de un modelo period铆stico m谩s democr谩tico y con valores human铆sticos.

Exigir a los gobiernos iniciativas y legislaciones que permiten avanzar en ese modelo period铆stico y que logre superar la estructura mercantil y oligopolista que hoy domina el panorama de los medios de comunicaci贸n.

Por 煤ltimo quiero terminar quiero compartir mi esperanza en un periodismo mejor. Los ciudadanos se est谩n viendo desbordados por la masificaci贸n de datos, la superficialidad, el ritmo febril en la transmisi贸n de informaciones, la fetichizaci贸n de las tecnolog铆as. Como resultado: caos, desorientaci贸n, sensaci贸n -fundada- de estar enterrados en la paja y abrumados por el ruido. Lo que comenz贸 como una org铆a feliz de informaci贸n al instante, variada y gratuita se ha convertido en una pesadilla, en una losa informativa que, al final, no logra informarnos. Mi impresi贸n es que el ciudadano despertar谩 de esa pesadilla y buscar谩 formas de sacudirse toda esa informaci贸n in煤til y no deseada. Querr谩 que alguien le interprete el mundo, descubrir谩 que un reportaje de diez p谩ginas, al final, es m谩s 煤til y clarificador e incluso le robar谩 menos tiempo, que cien textos breves que no le llevar谩n a ning煤n lado. Mi tesis es que, al final de la borrachera de la informaci贸n low cost, como la denomina Ignacio Ramonet3, pasaremos la resaca con an谩lisis interpretativos, elaborados por periodistas que “se mojen”, que demuestren que son humanos, que se indignen ante cualquier injusticia cometida contra cualquier persona en cualquier lugar del mundo, como dijo el Che a su hija en su carta de despedida de Cuba. Mi deseo es que consigamos que la red y las nuevas tecnolog铆as est茅n al servicio de ese periodismo y no al contrario.


*Pascual Serrano es periodista. Su 煤ltimo libro es “Contra la neutralidad. Tras los pasos de John Reed, Ryzard Kapu艣ci艅sky, Edgar Snow, Rodolfo Walsh y Robert Capa”. Pen铆nsula. Barcelona, 2011


1 http://www.electronicintifada.net/
2 Citado en Serrano, Pascual. Desinformaci贸n. C贸mo los medios ocultan el mundo. Pen铆nsula, 2009
3 Ramonet, Ignacio, La explosi贸n del periodismo, Madrid, Clave Intelectual, 2011

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