Al menos 12 personas han muerto este domingo en un bombardeo lanzado por dos aviones militares de Kenia en la ciudad de Jilib, sur de Somalía, informan fuentes oficiales de Mogadiscio.
Portavoces de la ciudad de Jilib, ubicada 120 kilómetros al norte del puerto de Chisimaio, dijeron que en el ataque murieron seis niños.
Asimismo, otras 52 personas resultaron heridas cuando los caza de Kenia bombardearon un campo de refugiados en una zona que no fue determinada de Somalía.
Las tropas de Kenia invadieron territorio somalí a mediados de octubre en persecución de grupos armados considerados responsables de secuestros y ataques contra las fuerzas de seguridad
Un portavoz del Ejército keniano, Emmanuel Chirchir, no ha confirmado el número de víctimas, sin embargo, en declaraciones a la agencia REUTERS, ha señalado que estaban esperando una actualización de los informes sobre el terreno.
"Doce civiles han muerto, entre ellos seis niños, y otros 52 han resultado heridos después de que dos aviones kenianos bombardearan un campamento de desplazados de la ciudad", ha explicado Mohamud Ali Harbi, residente en la ciudad.
"Los aviones bombardearon dos lugares, una base de Al Shabaab y un campamento de desplazados cercano", ha detallado Hassan Abdiwahab, otro residente de Jibil.
Kenia movilizó tropas militares a Somalia a mediados de octubre para perseguir a insurgentes somalíes a los que acusa de una serie de secuestros en suelo keniano y frecuentes asaltos a sus fuerzas de seguridad en una provincia fronteriza del noreste.
KAMIKAZES
Por otro lado, un norteamericano de origen somalí fue uno de los dos kamikazes que lanzaron un ataque islamista contra una base militar pro gubernamental la víspera en Mogadiscio, afirmaron este domingo los islamistas shebab.
Varias radios somalíes partidarias de los shebab difundieron el domingo lo que según ellos son las declaraciones realizadas antes de morir por ese individuo, que se presenta con el nombre de Abdusalam Al Muhajir y que afirma "querer morir como un mártir" después de haber combatido durante dos años en Somalia, junto a los guerrilleros shebab.
Este último afirma que "combatió durante los dos últimos años en Somalia y finalmente deseó morir como un mártir". "Yo soy un ciudadano norteamericano que creció en Estados Unidos después de que mis padres me llevaron allá a los dos años", agregó.
"Dos jóvenes y bravos combatientes muyaidines, uno de los cuales vino de Estados Unidos, llevaron a cabo el ataque santo que mató a muchos enemigos ayer (sábado)", declaró un comandante shebab, el jeque Mohamed Ibrahim, el domingo a la AFP.
Los dos combatientes shebab, que se habían puesto uniformes del ejército somalí, activaron los explosivos que llevaban encima después de entrar al recinto de una base de soldados somalíes pro gubernamentales y de hombres de la fuerza de la Unión Africana en Somalia (AMISOM).
Dos soldados de la AMISOM sufrieron heridas en dicho ataque, según el portavoz de esta fuerza, el mayor Paddy Ankunda.
Los shebab afirmaron por su parte que el ataque dejó 80 muertos, asegurando que los dos kamikazes estaban apoyados por varios combatientes shebab más que causaron "un baño de sangre" en la base militar.
El balance de ese ataque no pudo ser confirmado por una fuente independiente.
Portavoces de la ciudad de Jilib, ubicada 120 kilómetros al norte del puerto de Chisimaio, dijeron que en el ataque murieron seis niños.
Asimismo, otras 52 personas resultaron heridas cuando los caza de Kenia bombardearon un campo de refugiados en una zona que no fue determinada de Somalía.
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| REUTERS |
Las tropas de Kenia invadieron territorio somalí a mediados de octubre en persecución de grupos armados considerados responsables de secuestros y ataques contra las fuerzas de seguridad
Un portavoz del Ejército keniano, Emmanuel Chirchir, no ha confirmado el número de víctimas, sin embargo, en declaraciones a la agencia REUTERS, ha señalado que estaban esperando una actualización de los informes sobre el terreno.
"Doce civiles han muerto, entre ellos seis niños, y otros 52 han resultado heridos después de que dos aviones kenianos bombardearan un campamento de desplazados de la ciudad", ha explicado Mohamud Ali Harbi, residente en la ciudad.
"Los aviones bombardearon dos lugares, una base de Al Shabaab y un campamento de desplazados cercano", ha detallado Hassan Abdiwahab, otro residente de Jibil.
Kenia movilizó tropas militares a Somalia a mediados de octubre para perseguir a insurgentes somalíes a los que acusa de una serie de secuestros en suelo keniano y frecuentes asaltos a sus fuerzas de seguridad en una provincia fronteriza del noreste.
KAMIKAZES
Por otro lado, un norteamericano de origen somalí fue uno de los dos kamikazes que lanzaron un ataque islamista contra una base militar pro gubernamental la víspera en Mogadiscio, afirmaron este domingo los islamistas shebab.
Varias radios somalíes partidarias de los shebab difundieron el domingo lo que según ellos son las declaraciones realizadas antes de morir por ese individuo, que se presenta con el nombre de Abdusalam Al Muhajir y que afirma "querer morir como un mártir" después de haber combatido durante dos años en Somalia, junto a los guerrilleros shebab.
Este último afirma que "combatió durante los dos últimos años en Somalia y finalmente deseó morir como un mártir". "Yo soy un ciudadano norteamericano que creció en Estados Unidos después de que mis padres me llevaron allá a los dos años", agregó.
"Dos jóvenes y bravos combatientes muyaidines, uno de los cuales vino de Estados Unidos, llevaron a cabo el ataque santo que mató a muchos enemigos ayer (sábado)", declaró un comandante shebab, el jeque Mohamed Ibrahim, el domingo a la AFP.
Los dos combatientes shebab, que se habían puesto uniformes del ejército somalí, activaron los explosivos que llevaban encima después de entrar al recinto de una base de soldados somalíes pro gubernamentales y de hombres de la fuerza de la Unión Africana en Somalia (AMISOM).
Dos soldados de la AMISOM sufrieron heridas en dicho ataque, según el portavoz de esta fuerza, el mayor Paddy Ankunda.
Los shebab afirmaron por su parte que el ataque dejó 80 muertos, asegurando que los dos kamikazes estaban apoyados por varios combatientes shebab más que causaron "un baño de sangre" en la base militar.
El balance de ese ataque no pudo ser confirmado por una fuente independiente.
