
En medio de la controversia suscitada entorno a los safaris humanos en la India, tanto el Bharatiya Janata Party (BJP) como el ministro de Asuntos Tribales del país, V Kishore Chandra Deo, han pedido que los jarawa sean “integrados”. El ministro calificaba como “bestias” las vidas de los jarawa.
Pero la asimilación forzosa de los pueblos indígenas en la sociedad nacional ha sido considerada como inaceptable por la comunidad internacional durante décadas. Su impacto catastrófico sobre los pueblos indígenas es ampliamente conocido; ningún Gobierno de las Américas ha defendido esta práctica en más de treinta años.
El progreso puede matar, un informe de Survival International, muestra que, cuando pueblos indígenas de todo el mundo han sido forzados a la “integración”, se disparan las tasas de enfermedad, depresión, adicción y suicidio.
La investigadora de Survival, Sophie Grig, ha declarado hoy: “El ministro Deo debe alejarse de la idea de que los pueblos indígenas inevitablemente deben acabar siendo ‘integrados’ o de que su modo de vida es ‘primitivo’ o ‘bestia’. Los jarawa han prosperado en sus selvas durante más de 55.000 años; pueden ser pobres en términos monetarios, pero su salud y calidad de vida es visiblemente mejor que la de sus vecinos granandamaneses, quienes recibieron los ‘beneficios’ de la ‘integración’. La tierra de los jarawa y sus recursos deben ser protegidos, de modo que puedan seguir viviendo en, y de, su bosque, y solo ellos pueden decidir y controlar qué tipo de proyectos de ‘desarrollo’, de haberlos, o cambios quieren para sí mismos”.