OPINI脫N de Juan Francisco Coloane
Las demandas sociales en Ays茅n est谩n relacionadas con problemas bien de fondo. Algunos de ellos responden a determinantes hist贸ricas y culturales gestados en la colonizaci贸n de la regi贸n m谩s austral de Chile.
La zona a partir de Ays茅n y hacia el Cabo de Hornos, comprende tierras que forman parte del ideario cultural de la 煤ltima fase de colonizaci贸n. Los que expropiaron y exterminaron a la poblaci贸n ind铆gena, generaron y traspasaron una cultura de identidad de colono en una vasta zona y fueron capaces de transferirla al resto del pa铆s.
El chileno que emigr贸 hacia Punta Arenas desde el norte hasta 1950, durante la 茅poca del boom ovino/lanero y de las exploraciones petroleras, se asimilaba a esa cultura y formaba parte de ese bloque dominante formado principalmente por inmigrantes venidos de otros pa铆ses. Hab铆a una "identidad Magall谩nica" aunque no se hubiera siempre nacido all铆 y hab铆a que asumirla. Estimulaba un fuerte regionalismo con una cuota de chovinismo.
La "cultura estamental" del colono austral es poderosa y se transmite formando un bloque org谩nico desde Ays茅n hasta el 煤ltimo recodo del Cabo de Hornos. Es as铆 que el estado chileno no ha sido capaz de "apropiarse" pol铆ticamente de la regi贸n m谩s austral, comprendida entre el Seno de Reloncavi hasta la Zona Ant谩rtida que reclama Chile entre los meridianos 53潞O y 90潞O. No ha podido desarrollar pol铆ticas p煤blicas que la hagan funcionar -adem谩s del tema del desarrollo- como zonas estrat茅gicas clave para la integraci贸n territorial. Hay cierto posicionamiento militar, lo que no existe es la prolongaci贸n del resto del pa铆s hacia extremo sur. El chileno no tiene conciencia austral. Hay una fractura que va m谩s all谩 de lo pol铆tico y que es cultural (1).
El tema central se sit煤a m谩s all谩 del fen贸meno del modelo econ贸mico adoptado y que ha derivado en el centralismo amparado precisamente en una descentralizaci贸n demag贸gica con exceso de verborrea y poca realizaci贸n.
Pues bien, un modelo econ贸mico que es intr铆nsecamente inseguro pol铆ticamente, no puede (o no desea) abrir las compuertas del centralismo para obtener una mayor din谩mica regional e integraci贸n desde la periferia.
En el problema est谩 latente el tema de la Ant谩rtica y la integraci贸n territorial a partir del desarrollo real y no ficticio de la regi贸n Austral. De otra forma la convulsi贸n social y pol铆tica en el extremo sur del pa铆s no tiene otra explicaci贸n.
Pareciera haber un esfuerzo deliberado en aquellos que han formulado las pol铆ticas p煤blicas en no afectar los intereses del 谩mbito privado en la apropiaci贸n territorial de la regi贸n austral. No es concebible que desde la d茅cada de 1940 con los gobiernos de Juan Antonio R铆os y Gabriel Gonz谩lez Videla, no hayan existido iniciativas para desarrollar la regi贸n austral, comparables en envergadura, con las emprendidas por estos dos presidentes, particularmente la primera expedici贸n chilena a la Ant谩rtica en 1947 bajo el 煤ltimo presidente radical que tuvo Chile.
Hab铆a tal vez candidez en la euforia chilena por esa expedici贸n mientras las potencias sal铆an del letargo post segunda guerra. El Gobierno de Salvador Allende al intentar una transformaci贸n agro industrial en la regi贸n encontr贸 grandes escollos en el poderoso sector privado renuente por cierto al protagonismo del estado en el desarrollo de una regi贸n estrat茅gica.
Es el turno de explorar la presi贸n externa sobre las pol铆ticas p煤blicas que han resultado en el d茅ficit de desarrollo en el extremo sur del pa铆s y que incide no solo en la integridad territorial - algo bien b谩sico- sino tambi茅n en su capacidad de hacer prevalecer su dominio sobre el territorio ant谩rtico que reclama.
Las protestas de la regi贸n Austral confirman que el estado no ha establecido estrategias adecuadas para las regiones extremas en un pa铆s largo y estrecho propenso a desmembrarse en esos territorios. El desarrollo fallido originado en pol铆ticas p煤blicas equivocadas apunta a que el problema Austral de Chile es constitutivo. Es de una constituci贸n pol铆tica que ha descuidado la integridad territorial.
(1) "El escritor que incorpora la zona austral a la conciencia nacional es Francisco Coloane". Palabras del Senador Almirante J.Mart铆nez Busch en el Senado, 21 de agosto 2002, con motivo del fallecimiento del escritor. Desde hace varios gobiernos atr谩s, la narrativa de Coloane ha sido erradicada de las lecturas escolares recomendadas.
Las demandas sociales en Ays茅n est谩n relacionadas con problemas bien de fondo. Algunos de ellos responden a determinantes hist贸ricas y culturales gestados en la colonizaci贸n de la regi贸n m谩s austral de Chile.
La zona a partir de Ays茅n y hacia el Cabo de Hornos, comprende tierras que forman parte del ideario cultural de la 煤ltima fase de colonizaci贸n. Los que expropiaron y exterminaron a la poblaci贸n ind铆gena, generaron y traspasaron una cultura de identidad de colono en una vasta zona y fueron capaces de transferirla al resto del pa铆s.
El chileno que emigr贸 hacia Punta Arenas desde el norte hasta 1950, durante la 茅poca del boom ovino/lanero y de las exploraciones petroleras, se asimilaba a esa cultura y formaba parte de ese bloque dominante formado principalmente por inmigrantes venidos de otros pa铆ses. Hab铆a una "identidad Magall谩nica" aunque no se hubiera siempre nacido all铆 y hab铆a que asumirla. Estimulaba un fuerte regionalismo con una cuota de chovinismo.
La "cultura estamental" del colono austral es poderosa y se transmite formando un bloque org谩nico desde Ays茅n hasta el 煤ltimo recodo del Cabo de Hornos. Es as铆 que el estado chileno no ha sido capaz de "apropiarse" pol铆ticamente de la regi贸n m谩s austral, comprendida entre el Seno de Reloncavi hasta la Zona Ant谩rtida que reclama Chile entre los meridianos 53潞O y 90潞O. No ha podido desarrollar pol铆ticas p煤blicas que la hagan funcionar -adem谩s del tema del desarrollo- como zonas estrat茅gicas clave para la integraci贸n territorial. Hay cierto posicionamiento militar, lo que no existe es la prolongaci贸n del resto del pa铆s hacia extremo sur. El chileno no tiene conciencia austral. Hay una fractura que va m谩s all谩 de lo pol铆tico y que es cultural (1).
El tema central se sit煤a m谩s all谩 del fen贸meno del modelo econ贸mico adoptado y que ha derivado en el centralismo amparado precisamente en una descentralizaci贸n demag贸gica con exceso de verborrea y poca realizaci贸n.
Pues bien, un modelo econ贸mico que es intr铆nsecamente inseguro pol铆ticamente, no puede (o no desea) abrir las compuertas del centralismo para obtener una mayor din谩mica regional e integraci贸n desde la periferia.
En el problema est谩 latente el tema de la Ant谩rtica y la integraci贸n territorial a partir del desarrollo real y no ficticio de la regi贸n Austral. De otra forma la convulsi贸n social y pol铆tica en el extremo sur del pa铆s no tiene otra explicaci贸n.
Pareciera haber un esfuerzo deliberado en aquellos que han formulado las pol铆ticas p煤blicas en no afectar los intereses del 谩mbito privado en la apropiaci贸n territorial de la regi贸n austral. No es concebible que desde la d茅cada de 1940 con los gobiernos de Juan Antonio R铆os y Gabriel Gonz谩lez Videla, no hayan existido iniciativas para desarrollar la regi贸n austral, comparables en envergadura, con las emprendidas por estos dos presidentes, particularmente la primera expedici贸n chilena a la Ant谩rtica en 1947 bajo el 煤ltimo presidente radical que tuvo Chile.
Hab铆a tal vez candidez en la euforia chilena por esa expedici贸n mientras las potencias sal铆an del letargo post segunda guerra. El Gobierno de Salvador Allende al intentar una transformaci贸n agro industrial en la regi贸n encontr贸 grandes escollos en el poderoso sector privado renuente por cierto al protagonismo del estado en el desarrollo de una regi贸n estrat茅gica.
Es el turno de explorar la presi贸n externa sobre las pol铆ticas p煤blicas que han resultado en el d茅ficit de desarrollo en el extremo sur del pa铆s y que incide no solo en la integridad territorial - algo bien b谩sico- sino tambi茅n en su capacidad de hacer prevalecer su dominio sobre el territorio ant谩rtico que reclama.
Las protestas de la regi贸n Austral confirman que el estado no ha establecido estrategias adecuadas para las regiones extremas en un pa铆s largo y estrecho propenso a desmembrarse en esos territorios. El desarrollo fallido originado en pol铆ticas p煤blicas equivocadas apunta a que el problema Austral de Chile es constitutivo. Es de una constituci贸n pol铆tica que ha descuidado la integridad territorial.
(1) "El escritor que incorpora la zona austral a la conciencia nacional es Francisco Coloane". Palabras del Senador Almirante J.Mart铆nez Busch en el Senado, 21 de agosto 2002, con motivo del fallecimiento del escritor. Desde hace varios gobiernos atr谩s, la narrativa de Coloane ha sido erradicada de las lecturas escolares recomendadas.