
Junto a la tentativa oferta aparecía la foto de un bebé de ocho meses y el valor de 20.000 pesos mexicanos, algo más de 1.500 dólares, y además daba la facilidad de pago en doce cuotas mensuales.
A pesar de que no se confirmó si la insólita venta era real o se trataba de una broma, cerca de ocho compradores del portal que alcanzaron a acceder a la subasta, se atrevieron a ofertar por el niño, aunque en el número telefónico que aparecía en la web nunca respondieron.
Por su parte, el portal web donde se publicó la oferta, al identificar el hecho retiró el anuncio horas después y emitió un comunicado a través de redes sociales en el que afirmó que “La venta de órganos y residuos humanos es ilegal. El aviso y el vendedor fueron dados de baja y estamos investigando el caso. Gracias”.