OPINI脫N de Carola Ch谩vez
Hablemos de Twitter para estar en la onda. Hablemos en casi tres mil caracteres sobre esta herramienta social que, siento, ha pasado de ser una moda para convertirse en un s铆ndrome.
Miles y miles de personas diciendo cosas tan ef铆meras como el brev铆simo lapso que duran en una pantalla que empuja al olvido a un tuit con otro y otro y otro… sin jerarquizar, sin temor a desplazar algo importante por algo tan intrascendente como “@Fulano: ya com铆”. Informaci贸n veloz y sobresaturada que, en todo caso, nos aleja de estar bien informados.
Un posible carnaval donde las caretas son peque帽as fotos que, a veces, poco dicen de quienes somos sino de quienes quisi茅ramos ser. La m铆a: un fotomontaje de mi cara con un cuerpo de comiquita porque mi culote no cabe en tan peque帽ito espacio, o tal vez no quiero que quepa… Lista la imagen, escoge un “nick”: otro nombre para llamarnos como no nos llamamos, un disparate o una abreviaci贸n imposible de pronunciar, siempre encadenada al grillete de una arroba. ¡Listo, a tuitear!
Como esta tecla es m铆a, cada quien dice lo que quiere. ¡Viva la libertad de expresi贸n! Pero viva tambi茅n la cordura… ¿Qu茅 cordura si estamos disfrazados y te puedo decir en tu pantalla lo que no ser铆a capaz de decirte a la cara? Y es as铆 como gente que no conoces y que no te conoce te escupe su desprecio, o te declara un amor eterno que se escurre y se pierde tan pronto alguien te menciona para pedirte con una urgencia preocupante: @Mengano: ay煤danos a posicionar la etiqueta #Ch谩vezNoS茅Qu茅Cosa o #MajuncheChayotaMeir铆aDemasiado, ¡¡¡Urgente!!! ¡Camarada haz retuit!
Etiquetas para la batalla, etiquetas para vencer, para ocupar espacios y demostrarle al mundo que ¿#MajuncheChayotaMeir铆aDemasiado?. ¿En serio alguien cree que eso es importante? Creo que posicionando etiquetas, tal vez, no estamos sino posicionando egos.
Amigos que “ponen su granito de arena” tuiteando ma帽ana, tarde y noche para posicionar etiquetas teledirigidas. Nuestros noticieros cont谩ndonos sobre las etiquetas que posicionamos. Twitter es la noticia, lo tuiteros los protagonistas, y en la calle la vida llena de cosas que contar.
Es que las revoluciones no se dicen ni se tuitean. Las revoluciones se hacen. En la calle, con el valor que amerita el cara a cara, sin l铆mite de caracteres para decir lo que tenemos que decir.
Calculemos el tiempo-hombre-tuit que invertimos en posicionar etiquetas cada d铆a e imaginemos qu茅 pasar铆a si lo invirti茅ramos en la calle, la casa, en la vida real.
Yo seguir茅 en Twitter para lo que sirve: difundir art铆culos, informaci贸n, denuncias, para hacer redes de compa帽eros, con raticos de jodedera -que nunca es mala cuando la dicha es buena-, y ya. No quiero que me trague el s铆ndrome que nos roba el nombre, el tiempo y la punter铆a.
Tuitear茅 ma non troppo.
Hablemos de Twitter para estar en la onda. Hablemos en casi tres mil caracteres sobre esta herramienta social que, siento, ha pasado de ser una moda para convertirse en un s铆ndrome.
Miles y miles de personas diciendo cosas tan ef铆meras como el brev铆simo lapso que duran en una pantalla que empuja al olvido a un tuit con otro y otro y otro… sin jerarquizar, sin temor a desplazar algo importante por algo tan intrascendente como “@Fulano: ya com铆”. Informaci贸n veloz y sobresaturada que, en todo caso, nos aleja de estar bien informados.
Un posible carnaval donde las caretas son peque帽as fotos que, a veces, poco dicen de quienes somos sino de quienes quisi茅ramos ser. La m铆a: un fotomontaje de mi cara con un cuerpo de comiquita porque mi culote no cabe en tan peque帽ito espacio, o tal vez no quiero que quepa… Lista la imagen, escoge un “nick”: otro nombre para llamarnos como no nos llamamos, un disparate o una abreviaci贸n imposible de pronunciar, siempre encadenada al grillete de una arroba. ¡Listo, a tuitear!
Como esta tecla es m铆a, cada quien dice lo que quiere. ¡Viva la libertad de expresi贸n! Pero viva tambi茅n la cordura… ¿Qu茅 cordura si estamos disfrazados y te puedo decir en tu pantalla lo que no ser铆a capaz de decirte a la cara? Y es as铆 como gente que no conoces y que no te conoce te escupe su desprecio, o te declara un amor eterno que se escurre y se pierde tan pronto alguien te menciona para pedirte con una urgencia preocupante: @Mengano: ay煤danos a posicionar la etiqueta #Ch谩vezNoS茅Qu茅Cosa o #MajuncheChayotaMeir铆aDemasiado, ¡¡¡Urgente!!! ¡Camarada haz retuit!
Etiquetas para la batalla, etiquetas para vencer, para ocupar espacios y demostrarle al mundo que ¿#MajuncheChayotaMeir铆aDemasiado?. ¿En serio alguien cree que eso es importante? Creo que posicionando etiquetas, tal vez, no estamos sino posicionando egos.
Amigos que “ponen su granito de arena” tuiteando ma帽ana, tarde y noche para posicionar etiquetas teledirigidas. Nuestros noticieros cont谩ndonos sobre las etiquetas que posicionamos. Twitter es la noticia, lo tuiteros los protagonistas, y en la calle la vida llena de cosas que contar.
Es que las revoluciones no se dicen ni se tuitean. Las revoluciones se hacen. En la calle, con el valor que amerita el cara a cara, sin l铆mite de caracteres para decir lo que tenemos que decir.
Calculemos el tiempo-hombre-tuit que invertimos en posicionar etiquetas cada d铆a e imaginemos qu茅 pasar铆a si lo invirti茅ramos en la calle, la casa, en la vida real.
Yo seguir茅 en Twitter para lo que sirve: difundir art铆culos, informaci贸n, denuncias, para hacer redes de compa帽eros, con raticos de jodedera -que nunca es mala cuando la dicha es buena-, y ya. No quiero que me trague el s铆ndrome que nos roba el nombre, el tiempo y la punter铆a.
Tuitear茅 ma non troppo.