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PSOE: no es una cuestión de nombres, sino de ideología

OPINIÓN de Adolfo Ferrera Martinez/ El Mirador.-

Nueva derrota electoral del PSOE, de nuevo el mismo debate posterior sobre el liderazgo de Rubalcaba, y de nuevo las mismas conclusiones y los mismos errores. Tras su última derrota el partido "socialista" y los medios de comunicación vuelven a poner el foco sobre su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Al igual que ocurrió después de las elecciones de noviembre de 2011, parece ser que el gran problema que tiene el PSOE es de liderazgo. La solución a sus problemas pasa, según dicen, por elegir a un líder, a un "mesías" que resucite al partido, sin entrar en la cuestión de fondo: su identidad y su proyecto ideológico. Antes de hablar de nombres, el PSOE debería hacerse dos sencillas preguntas: ¿qué somos y qué queremos ser?. Los nombres vendrán después.

El mayor problema que tiene el PSOE es que a raíz de la crisis muchos ciudadanos de izquierdas que antes les votaban han dejado de considerarlos como una alternativa a la derecha que representa el PP. Aquel axioma del "voto útil" ya no funciona. El PSOE también es la derecha. El PSOE no es visto como la alternativa, sino como parte del problema. Y no es visto como una alternativa porque realmente no lo es, nunca lo ha sido. La crisis así lo ha demostrado; en cuanto el PSOE tuvo que decidir entre "los mercados" o los ciudadanos quedó en evidencia lo que había detrás de ese partido. O mejor dicho, quedó en evidencia lo que había encima de ese partido. Encima están los intereses de los Bancos y las grandes empresas, en las que trabajan "socialistas" tan ilustres como Felipe González, Pedro Solbes, o Elena Salgado, entre otros.
El PSOE aspiró y aspira a gestionar con "mano izquierda" el capitalismo, y eso, además de ser imposible, ya no le sirve a los ciudadanos de izquierdas que antes les votaban. No ha fracasado sólo un partido, ha fracasado el sistema al que pertenece y al que defiende el PSOE. La alternativa está fuera del capitalismo, y el PSOE no puede ofrecer una alternativa creíble porque forma parte de él.

Una vez que los "mercados" han asaltado la democracia, que la Constitución se ha puesto al servicio del poder financiero, que los gobiernos han roto el Contrato Social, que nuestra economía está intervenida, que nuestra política monetaria está dirigida por unas instituciones antidemocráticas al servicio de los Bancos, que la Justicia no protege a los ciudadanos más indefensos, o que nuestras instituciones - corruptas en muchos casos, incluyendo a los dos grandes partidos - representan los intereses de los poderosos, el turnismo PP-PSOE de los últimos años se ha terminado. La derecha neoliberal clásica, la "de toda la vida", se come a la socialdemocracia capitalista. La crisis ha demostrado el fracaso de la "Tercera Vía" como proyecto de izquierdas. Dentro de este sistema no hay solución posible para "los de abajo". No se puede ser de izquierdas sin ser anticapitalista. Se está demostrando que el capitalismo es incompatible con la democracia y los Derechos Humanos.

A pesar de los repetidos intentos de la derecha neoliberal política y mediática para desmovilizar a los trabajadores y las clases populares, las ideologías están más vigentes que nunca. Esto no es un problema de gestión, ni siquiera de economía, ni mucho menos de nombres propios, sino que es una lucha de clases por el poder. O ellos (el 1%), o nosotros (el 99%). O se defiende este modelo criminal que se basa en la explotación y el sufrimiento de la mayoría para lograr el enriquecimiento de una minoría poderosa, o se defiende un modelo en el que la economía esté al servicio del ser humano, que se base en la igualdad, el bienestar, y la justicia social. Ni más ni menos. No se trata de un cambio de siglas dentro del sistema, sino de cambiar el sistema económico, y el PSOE defiende el mismo modelo neoliberal del "Dios mercado" que el PP. Este es el problema que el PSOE no quiere afrontar. ¿O acaso Carme Chacón, Griñán, Madina, o el propio Rubalcaba, por ejemplo, pretenden salirse del Euro, romper con Maastrich, con el Pacto Fiscal Europeo, no pagar la deuda ilegítima, recuperar la soberanía monetaria para acabar con la dictadura de los "mercados", nacionalizar la Banca y los sectores estratégicos, o planificar la economía desde el Estado, entre otras muchas cosas?. Pues no. Por lo tanto el PSOE, se llame como se llame su secretario general, y repitan las veces que repitan que es un partido "de izquierdas", no es alternativa de nada, sino puro capitalismo. No es una cuestión de nombres o siglas, sino de ideología. ¿Qué ideología tiene el PSOE?.




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