OPINI脫N de Vicen莽 Navarro.-
Este art铆culo critica el argumento que constantemente se utiliza para proteger a la gran banca, que subraya la necesidad de no intervenir y sancionar sus comportamientos a fin de no alterar la “estabilidad financiera”, considerada el objetivo primordial de las pol铆ticas p煤blicas financieras.
La econom铆a en EEUU no va del todo bien. Aunque mejor que en Europa –donde la econom铆a va muy mal-, la situaci贸n econ贸mica y social en EEUU no es satisfactoria. El desempleo es mayor que el que exist铆a antes de que se iniciara la crisis. Y los salarios son m谩s bajos que los que hab铆a al principio de la crisis. Los beneficios de la banca, sin embargo, han alcanzado niveles no conocidos antes de la crisis. Wall Street, el centro financiero de EEUU, est谩 felic铆simo. Los beneficios son elevad铆simos y nada ha cambiado en Wall Street. Todo, pr谩cticamente todo, ha quedado igual. Los grandes centros financieros son y permanecen inmunes a cualquier sanci贸n o intervenci贸n p煤blica. Pueden hacer lo que quieran, desde negociar con dinero negro, conseguido a trav茅s del tr谩fico de drogas (un componente importante del capital financiero) a asumir los riesgos que quieran, pues el Estado les salvar谩.
En realidad, Dean Baker, codirector del Center for Economic and Policy Research y uno de los economistas que ha analizado con mayor rigor y detalle el mercado inmobiliario y su relaci贸n con Wall Street, sugiere que, por mera coherencia ling眉铆stica, se elimine la palabra “riesgo” del lenguaje financiero. Las grandes empresas financieras no corren ning煤n –repito ning煤n- riesgo. El mercado no funciona en el sistema financiero, no existe, ni tampoco se le espera. Si una gran empresa financiera especula e invierte en una actividad de alto riesgo y resulta que fracasa en su inversi贸n, el Estado vendr谩 y le sacar谩 de los apuros. El inversor nunca perder谩.
Si el lector cree que Dean Baker y yo estamos exagerando, le aconsejo que lea las declaraciones de nada menos que el Ministro de Justicia del Gobierno Federal de EEUU (que se denomina Attorney General), el Sr. Eric Holder, en su testimonio frente al Comit茅 del Senado de aquel pa铆s, encargado de la regulaci贸n bancaria. Frente a las cr铆ticas de algunos Senadores por la excesiva prudencia y pasividad del Gobierno Federal frente a los esc谩ndalos de los grandes bancos, responsables de la crisis financiera, tal se帽or se帽al贸 que la m谩xima preocupaci贸n del gobierno era la estabilidad financiera, indicando que una intervenci贸n p煤blica de car谩cter sancionador “crear铆a inestabilidad financiera”.
Este argumento ha sido empleado constantemente por las autoridades p煤blicas para no intervenir y sancionar a las grandes empresas financieras. Y es utilizado por la propia banca para protegerse de la intervenci贸n p煤blica. Dean Baker cita, en su excelente art铆culo “Big Bank Immunity: When Do We Crack Down on Wall Street?” (Truthout, 11.03.13), el caso de Robert Rubin, dirigente del banco Citigroup -y que m谩s tarde ser铆a el Ministro de Finanzas del Presidente Clinton, responsable de la anulaci贸n de la Glass-Steagall Act (que prohib铆a a los bancos comerciales actuar como bancos de inversi贸n)- que en una ocasi贸n llam贸 a un funcionario del Ministerio de Finanzas pidi茅ndole que retrasara la bajada del precio de los bonos privados de la compa帽铆a intervenida ENRON hasta que Citigroup vendiera los que ten铆a en su poder. El funcionario se neg贸 a ello. Y cuando m谩s tarde se conoci贸 tal llamada, el Sr. Robert Rubin, con toda la calma y frescura, contest贸 que lo hab铆a pedido “para evitar la inseguridad financiera” que se podr铆a haber generado, como resultado de las grandes p茅rdidas de su banco. La seguridad financiera es el argumento que se utiliza para proteger cualquier comportamiento (incluso delictivo) que la banca realice en su b煤squeda de mayor beneficio. Hoy, todo el mundo sabe que J.P. Morgan y Bank of America han cometido un gran n煤mero de actividades delictivas. Y, sin embargo, no se les toca porque alterar铆an la “estabilidad financiera”.
Parecer铆a l贸gico, por lo tanto, que frente a esta situaci贸n el Gobierno Federal considerara como una medida urgente y necesaria, para mantener un sistema financiero estable y sano, prevenir la enorme concentraci贸n de la actividad bancaria (una situaci贸n que, por cierto, se repite tambi茅n en Espa帽a), rompiendo estos grandes conglomerados en diversos componentes m谩s peque帽os, evitando la existencia de grandes bancos, convirtiendo los bancos en actividades comunitarias. Como se dice en EEUU, el tama帽o de los bancos les protege de ir a la prisi贸n (“too big to fail means to be too big to jail”). El hecho de que esta alternativa ni se considere habla a montones del gran poder de tales bancos. As铆 de claro.
Este art铆culo critica el argumento que constantemente se utiliza para proteger a la gran banca, que subraya la necesidad de no intervenir y sancionar sus comportamientos a fin de no alterar la “estabilidad financiera”, considerada el objetivo primordial de las pol铆ticas p煤blicas financieras.
La econom铆a en EEUU no va del todo bien. Aunque mejor que en Europa –donde la econom铆a va muy mal-, la situaci贸n econ贸mica y social en EEUU no es satisfactoria. El desempleo es mayor que el que exist铆a antes de que se iniciara la crisis. Y los salarios son m谩s bajos que los que hab铆a al principio de la crisis. Los beneficios de la banca, sin embargo, han alcanzado niveles no conocidos antes de la crisis. Wall Street, el centro financiero de EEUU, est谩 felic铆simo. Los beneficios son elevad铆simos y nada ha cambiado en Wall Street. Todo, pr谩cticamente todo, ha quedado igual. Los grandes centros financieros son y permanecen inmunes a cualquier sanci贸n o intervenci贸n p煤blica. Pueden hacer lo que quieran, desde negociar con dinero negro, conseguido a trav茅s del tr谩fico de drogas (un componente importante del capital financiero) a asumir los riesgos que quieran, pues el Estado les salvar谩.
En realidad, Dean Baker, codirector del Center for Economic and Policy Research y uno de los economistas que ha analizado con mayor rigor y detalle el mercado inmobiliario y su relaci贸n con Wall Street, sugiere que, por mera coherencia ling眉铆stica, se elimine la palabra “riesgo” del lenguaje financiero. Las grandes empresas financieras no corren ning煤n –repito ning煤n- riesgo. El mercado no funciona en el sistema financiero, no existe, ni tampoco se le espera. Si una gran empresa financiera especula e invierte en una actividad de alto riesgo y resulta que fracasa en su inversi贸n, el Estado vendr谩 y le sacar谩 de los apuros. El inversor nunca perder谩.
Si el lector cree que Dean Baker y yo estamos exagerando, le aconsejo que lea las declaraciones de nada menos que el Ministro de Justicia del Gobierno Federal de EEUU (que se denomina Attorney General), el Sr. Eric Holder, en su testimonio frente al Comit茅 del Senado de aquel pa铆s, encargado de la regulaci贸n bancaria. Frente a las cr铆ticas de algunos Senadores por la excesiva prudencia y pasividad del Gobierno Federal frente a los esc谩ndalos de los grandes bancos, responsables de la crisis financiera, tal se帽or se帽al贸 que la m谩xima preocupaci贸n del gobierno era la estabilidad financiera, indicando que una intervenci贸n p煤blica de car谩cter sancionador “crear铆a inestabilidad financiera”.
Este argumento ha sido empleado constantemente por las autoridades p煤blicas para no intervenir y sancionar a las grandes empresas financieras. Y es utilizado por la propia banca para protegerse de la intervenci贸n p煤blica. Dean Baker cita, en su excelente art铆culo “Big Bank Immunity: When Do We Crack Down on Wall Street?” (Truthout, 11.03.13), el caso de Robert Rubin, dirigente del banco Citigroup -y que m谩s tarde ser铆a el Ministro de Finanzas del Presidente Clinton, responsable de la anulaci贸n de la Glass-Steagall Act (que prohib铆a a los bancos comerciales actuar como bancos de inversi贸n)- que en una ocasi贸n llam贸 a un funcionario del Ministerio de Finanzas pidi茅ndole que retrasara la bajada del precio de los bonos privados de la compa帽铆a intervenida ENRON hasta que Citigroup vendiera los que ten铆a en su poder. El funcionario se neg贸 a ello. Y cuando m谩s tarde se conoci贸 tal llamada, el Sr. Robert Rubin, con toda la calma y frescura, contest贸 que lo hab铆a pedido “para evitar la inseguridad financiera” que se podr铆a haber generado, como resultado de las grandes p茅rdidas de su banco. La seguridad financiera es el argumento que se utiliza para proteger cualquier comportamiento (incluso delictivo) que la banca realice en su b煤squeda de mayor beneficio. Hoy, todo el mundo sabe que J.P. Morgan y Bank of America han cometido un gran n煤mero de actividades delictivas. Y, sin embargo, no se les toca porque alterar铆an la “estabilidad financiera”.
Parecer铆a l贸gico, por lo tanto, que frente a esta situaci贸n el Gobierno Federal considerara como una medida urgente y necesaria, para mantener un sistema financiero estable y sano, prevenir la enorme concentraci贸n de la actividad bancaria (una situaci贸n que, por cierto, se repite tambi茅n en Espa帽a), rompiendo estos grandes conglomerados en diversos componentes m谩s peque帽os, evitando la existencia de grandes bancos, convirtiendo los bancos en actividades comunitarias. Como se dice en EEUU, el tama帽o de los bancos les protege de ir a la prisi贸n (“too big to fail means to be too big to jail”). El hecho de que esta alternativa ni se considere habla a montones del gran poder de tales bancos. As铆 de claro.