OPINI脫N de Rigoberta Mench煤 Tum.- 30.08.13.
La comunidad Monte Olivo se encuentra a 50 kil贸metros de la ciudad de Cob谩n, ruta a Chisec, del departamento de Alta Verapaz. En este territorio q´eqchi´ en el a帽o 2008 inconsultamente con las comunidades, el Ministerio de Energ铆a y Minas concedi贸 licencia a Hidro Santa Rita, S. A., para construir una hidroel茅ctrica en el r铆o Dolores. Posteriormente, la empresa compr贸 terrenos de la finca Xalaha Canguinic, lugar donde se pretende construir una represa con capacidad de 25 megavatios.
En el a帽o 2009, en esta misma zona, la ONG Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (CEDER) promovi贸 proyectos como donaci贸n de tinacos, pilas, becas para estudiantes, escritorios y 煤tiles escolares, con el fin de ganarse la confianza de la poblaci贸n, obligando a los Consejos Comunitarios de Desarrollo a firmar actas donde manifestaron su acuerdo y apoyo en la construcci贸n de la represa en la zona. Ante semejante manipulaci贸n y el inicio de las operaciones de la empresa, en febrero de 2012, 20 comunidades de la regi贸n realizaron una asamblea para discutir qu茅 hacer ante la situaci贸n. La primera acci贸n de las comunidades fue organizar una manifestaci贸n en el lugar donde opera la empresa, cuyo resultado fue que la empresa decidiera suspender operaciones. En estas mismas fechas, el Gobernador Departamental de Alta Verapaz solicit贸 al gobierno central la instalaci贸n de un destacamento militar en la comunidad, la cual se hace efectiva el 22 de marzo, fecha en la que se estaba realizando la marcha ind铆gena, campesina y popular de la ciudad de Cob谩n a la ciudad de Guatemala.
Estos modos de operar del Estado, como de las empresas hidroel茅ctricas, mineras, petroleras y de cultivo de palma africana, no son nuevos en territorios ind铆genas, quienes pagan las consecuencias por cuanto terminan no solamente expulsados y desarraigados, econ贸mica, social y culturalmente, sino tambi茅n pagan con la muerte la implementaci贸n de pol铆ticas supuestamente de desarrollo que contravienen y violan sus derechos fundamentales. Tal como lo ilustran los hechos de la comunidad Monte Olivo, el 14 y 23 de agosto de este a帽o, en donde fueron heridos con arma de fuego los ni帽os David Estuardo Pacay Maas, de 11 a帽os, y Ageo Isaac Guitz Maas, de 13 a帽os, quienes fueron trasladados a la ciudad de Guatemala en donde murieron el 27 de agosto por la gravedad de las heridas.
Esta es una realidad que enluta una vez m谩s al pueblo maya y que pone al descubierto los intereses del actual gobierno de proteger a toda costa los proyectos hidroel茅ctricos, mineros, petroleros y de cultivo de palma africana. El Ministerio P煤blico debe investigar de oficio y de manera pronta los hechos. El sistema de justicia no puede en este y otros casos, donde hay p茅rdida de vidas humanas, dejarlos en la impunidad, sobre todo si se trata de ni帽os que en lugar de permitir su muerte, el Estado deber铆a de brindarles seguridad y protecci贸n haciendo eco de los postulados constitucionales.
Mi solidaridad y m谩s sentido p茅same a la familia Pacay Maas y Guitz Maas. La p茅rdida irreparable de sus hijos debe ser resarcida por la justicia.
Rigoberta Mench煤 Tum
*Premio Nobel de la Paz
La comunidad Monte Olivo se encuentra a 50 kil贸metros de la ciudad de Cob谩n, ruta a Chisec, del departamento de Alta Verapaz. En este territorio q´eqchi´ en el a帽o 2008 inconsultamente con las comunidades, el Ministerio de Energ铆a y Minas concedi贸 licencia a Hidro Santa Rita, S. A., para construir una hidroel茅ctrica en el r铆o Dolores. Posteriormente, la empresa compr贸 terrenos de la finca Xalaha Canguinic, lugar donde se pretende construir una represa con capacidad de 25 megavatios.
En el a帽o 2009, en esta misma zona, la ONG Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (CEDER) promovi贸 proyectos como donaci贸n de tinacos, pilas, becas para estudiantes, escritorios y 煤tiles escolares, con el fin de ganarse la confianza de la poblaci贸n, obligando a los Consejos Comunitarios de Desarrollo a firmar actas donde manifestaron su acuerdo y apoyo en la construcci贸n de la represa en la zona. Ante semejante manipulaci贸n y el inicio de las operaciones de la empresa, en febrero de 2012, 20 comunidades de la regi贸n realizaron una asamblea para discutir qu茅 hacer ante la situaci贸n. La primera acci贸n de las comunidades fue organizar una manifestaci贸n en el lugar donde opera la empresa, cuyo resultado fue que la empresa decidiera suspender operaciones. En estas mismas fechas, el Gobernador Departamental de Alta Verapaz solicit贸 al gobierno central la instalaci贸n de un destacamento militar en la comunidad, la cual se hace efectiva el 22 de marzo, fecha en la que se estaba realizando la marcha ind铆gena, campesina y popular de la ciudad de Cob谩n a la ciudad de Guatemala.
Estos modos de operar del Estado, como de las empresas hidroel茅ctricas, mineras, petroleras y de cultivo de palma africana, no son nuevos en territorios ind铆genas, quienes pagan las consecuencias por cuanto terminan no solamente expulsados y desarraigados, econ贸mica, social y culturalmente, sino tambi茅n pagan con la muerte la implementaci贸n de pol铆ticas supuestamente de desarrollo que contravienen y violan sus derechos fundamentales. Tal como lo ilustran los hechos de la comunidad Monte Olivo, el 14 y 23 de agosto de este a帽o, en donde fueron heridos con arma de fuego los ni帽os David Estuardo Pacay Maas, de 11 a帽os, y Ageo Isaac Guitz Maas, de 13 a帽os, quienes fueron trasladados a la ciudad de Guatemala en donde murieron el 27 de agosto por la gravedad de las heridas.
Esta es una realidad que enluta una vez m谩s al pueblo maya y que pone al descubierto los intereses del actual gobierno de proteger a toda costa los proyectos hidroel茅ctricos, mineros, petroleros y de cultivo de palma africana. El Ministerio P煤blico debe investigar de oficio y de manera pronta los hechos. El sistema de justicia no puede en este y otros casos, donde hay p茅rdida de vidas humanas, dejarlos en la impunidad, sobre todo si se trata de ni帽os que en lugar de permitir su muerte, el Estado deber铆a de brindarles seguridad y protecci贸n haciendo eco de los postulados constitucionales.
Mi solidaridad y m谩s sentido p茅same a la familia Pacay Maas y Guitz Maas. La p茅rdida irreparable de sus hijos debe ser resarcida por la justicia.
Rigoberta Mench煤 Tum
*Premio Nobel de la Paz