27.09.13. CUENTO de Eduardo P茅rsico.- Lleg贸 setiembre y otra invicta primavera visti贸 al ciruelo con florcitas colorinches. Y en cuanto una mariposa sobrevuela sobre mi gato Fidel, record茅 que el dibujo en cada ala de mariposa es un c贸digo a perpetuar en su especie, un signo irrepetible. Un dise帽o que podr铆a parecer ya visto a primera mirada pero al fin, un rasgo m铆nimo de un ala que difiere, -desv铆o imperceptible o cierta tenue decoloraci贸n- le transmite los in茅ditos datos de su naturaleza a ese ‘insecto lepid贸ptero’. Denominaci贸n que nos hace al menos preguntarle a los entom贸logos si es de gente seria nombrar as铆 a una mariposa, ser vivo que aunque no pese un gramo comprende y enuncia al menor vistazo, alg煤n rec贸ndito rasgo de todo el mariposer铆o existente en el mundo. Una invalorable tarea de todss ellas que suponemos hacen de manera incesante, como esta misma que adem谩s de inquietar a mi gato Fidel, vuela a comunicar su herencia mariposera hasta donde aguante su aleteo; y acaso el universo, nada menos...
Entonces mi querido gato Fidel, no litigues el dominio de este lejano patio en ningua estaci贸n del a帽o con las mariposas de turno; esa impecable armon铆a de los profundos dioses que ning煤n bicho humano puede modificar. Y como buen gato din谩mico de a ratos, quiz谩 jam谩s entiendas que ellas son imbatibles por esconder nadie sabe d贸nde una celulita misteriosa; un algo que las habilita divertidamente a sostener cierto plan burl贸n y gigantesco, a puro soplo vital de vuelo inesperado y ala diminuta.Todas al parecer virtudes imbatibles…
Y con cada vuelo fortuito o calculado, vaya uno a saber mi querido Fidel, la mariposa vuelve a desorientarte. Algo que bien explicar铆a que a los gatos los perjudic贸 el desmesurado homenaje gatuno rendido por no pocos renombrados escribas. Por ejmplo para Charles Baudelaire los gatos eran bellos porque suger铆an lujo y voluptuosidad; V铆ctor Hugo asegur贸 que Dios cre贸 al gato para dar al hombre la dicha de acariciar un tigre; y Jorge Luis Borges supon铆a al silencio de su gato Beppo m谩s elocuente que el decir de ciertos periodistas.... As铆 que ahora mismo mi querido Fidel, te aconsejo olvidarte de esos literatos adulones y bajes de la pared para no seguir siendo humillado por esa invicta y bella mariposa. (set.013).
*Eduardo P茅rsico naci贸 en Banfield y vive en Lan煤s, Buenos Aires, Argentina.