*31.10.13. OPINI脫N de Sonia E. Alvarez.- El desarrollo neoliberal, patriarcal, racista y colonialista ha permitido, facilitado o incluso fomentado ciertas formas o tipos de discursos y pr谩cticas feministas. Pero al mismo tiempo, ha limitado, circunscrito o hasta reprimido o criminalizado otros. Para mostrar esto, quiero analizar la relaci贸n entre el desarrollo neoliberal, racista y patriarcal y los movimientos de mujeres y feministas en Am茅rica Latina en tres momentos diferentes.
El primero coincide con el inicio del neoliberalismo, lo que algunos llaman la fase del fundamentalismo de mercado, donde el mercado es considerado un dios y resolver谩 todo; y el r茅gimen de Pinochet en Chile, tal vez puede expresar su cristalizaci贸n m谩xima. El segundo momento, algunos lo han denominado neoliberalismo multicultural con "rostro humano", en el cual la intensa explotaci贸n de los m谩s pobres, con la intensificaci贸n del hambre, por ejemplo, comienza a amenazar al propio capitalismo. En esta fase, empiezan a aparecer las pol铆ticas dirigidas espec铆ficamente a la poblaci贸n que vive en la miseria, por debajo de la l铆nea de pobreza. Y finalmente, un tercer momento (el actual) que algunos llaman, todav铆a con cuestionamientos, de post-neoliberalismo, o si se quiere, de neo-desarrollismo, que se conjuga, en algunos casos, con el regreso del nacionalismo popular (popular ahora a menudo entendido como multi茅tnico e intercultural) y que tambi茅n muchas veces muestra continuidades significativas con el modelo de acumulaci贸n capitalista por desposesi贸n.
“Ej茅rcito invisible”
Durante la primera fase del neoliberalismo, la del fundamentalismo de mercado, las mujeres, especialmente las pobres y pertenecientes a grupos raciales subalternos, constitu铆an una especie de "ej茅rcito invisible" que garantiz贸 la supervivencia de las familias y las comunidades frente a la dram谩tica ca铆da de los salarios populares y de los servicios p煤blicos provocada por el ajuste estructural. Como sabemos, las pol铆ticas de ajuste llevaron a las mujeres de la clase trabajadora y a los pueblos ind铆genas y afrodescendientes a organizar y dirigir luchas comunitarias por la supervivencia y contra el proceso de acumulaci贸n brutal y militarista del capitalismo de esta primera fase, en especial durante la llamada "d茅cada perdida" de los a帽os 80.
El militarismo de esa primera fase tambi茅n llev贸 a las mujeres a liderar las luchas por los derechos humanos en toda nuestra regi贸n. Las semillas de los feminismos populares que hoy se extienden por Am茅rica Latina ya estaban en esas luchas de las mujeres y los grupos raciales subalternos de los a帽os 70 y 80. Estas luchas populares, como otros feminismos que (re) surgen durante esta fase, evidentemente, se negaron a tener cualquier relaci贸n con el Estado militarizado.
A su vez, el neoliberalismo en su primera etapa ten铆a solamente utilidad instrumental para los movimientos de mujeres, sustent谩ndose en las mujeres de clases populares para implementar los llamados programas sociales de "emergencia", que intentaban absorber la resistencia a la doble dictadura: la dictadura pol铆tica y de mercado. La gran mayor铆a de militantes feministas y de movimientos populares, no obstante, se uni贸 a las filas de la oposici贸n al autoritarismo y al modelo de crecimiento orientado al mercado.
Neoliberalismo con “rostro humano”
La segunda fase del neoliberalismo coincide en muchos pa铆ses de la regi贸n latinoamericana, con las llamadas "transiciones democr谩ticas", que colocan en el poder a sectores de centro-derecha de oposici贸n a las dictaduras militares, pero que, en general, continuaban abrazando la dictadura del mercado. En ese momento se produjo un intenso debate entre militantes feministas que decidieron participar en el Estado neoliberal democratizado en un intento por promover pol铆ticas favorables a las mujeres y otras que se afianzaron en la oposici贸n, reprobando las continuidades pol铆tico-econ贸micas y culturales entre los gobiernos post-autoritarios neoliberales y las dictaduras que les precedieron.
Esta disputa fue especialmente feroz, dada una especie de "angustia estrat茅gica" o verdaderas "paradojas pol铆ticas" generadas por lo que, siguiendo a Evelina Dagnino (2004), podr铆amos llamar como "confluencia perversa" entre, por una parte, las conquistas reales de algunos elementos de la agenda feminista en Am茅rica Latina y por otra, la "Nueva Agenda de Lucha contra la Pobreza" (New Poverty Agenda), promovida por las instituciones financieras internacionales en este segundo momento del neoliberalismo global.
La Agenda Neoliberal contra la Pobreza consideraba que un enfoque tecnocr谩tico "con perspectiva de g茅nero" ser铆a crucial para aumentar el "capital social" de las mujeres, especialmente las mujeres pobres y racializadas. Y el capital social femenino, a su vez, pas贸 a ser visto como esencial para integrar a las mujeres a un "desarrollo de mercado" m谩s eficaz y eficiente (palabras clave del neoliberalismo II). Fue una 茅poca de proliferaci贸n de pol铆ticas enfocadas a los llamados grupos "vulnerables" –como las mujeres pobres, los grupos subalternos racializados–.
As铆, los programas sociales de emergencia "focalizados" pasaron a ser permanentes en este segundo momento. Y es precisamente en esta coyuntura que el neoliberalismo va a usar una m谩scara m谩s "humana", multicultural y participativa. Y llama a las "organizaciones de la sociedad civil" –incluyendo algunas organizaciones feministas profesionalizadas– a ser "socias en el desarrollo y la democratizaci贸n". Y, en su calidad de "especialistas en g茅nero" (o gener贸logas...), muchas pasaron a administrar los proyectos dirigidos a las mujeres consideradas m谩s "vulnerables" por el neoliberalismo globalizado.
En muchos pa铆ses de la regi贸n, podemos decir que estos sectores del feminismo se consolidaron y se volvieron dominantes, si no hegem贸nicos, durante esta segunda fase del neoliberalismo. Y los feminismos y otros sectores de los movimientos de mujeres y populares que continuaron levantando cr铆ticas cada vez m谩s contundentes a lo que en Chile se llam贸 "el modelito" perdieron visibilidad pol铆tica y sus pr谩cticas y discursos cr铆ticos quedaron cada vez m谩s circunscritos y deslegitimados, como famosamente los llam贸 FHC (Fernando Henrique Cardoso, entonces presidente de Brasil), "neobobismos". Entre los deslegitimados y silenciados estaban importantes sectores de los movimientos ind铆genas y negros, que actuaban hac铆a varias d茅cadas en la regi贸n, pero que en realidad proliferaron y ganaron espacio social y cultural durante los a帽os 90. Por esta raz贸n, el neoliberalismo, en su segunda fase, tambi茅n muchas veces se declar贸 "multicultural".
En un intento por apaciguar lo m谩s combativo y transgresor en estos movimientos, el neoliberalismo promueve, en esta etapa, algunas pol铆ticas para "integrar" mejor a los pueblos ind铆genas y afrodescendientes a la "ciudadan铆a de mercado" (o la ciudadan铆a mercantilizada, como la llama la Marcha). Es decir, algunas de las conquistas reales, producto de estas luchas antirracistas tambi茅n "convergieron perversamente" con la mercantilizaci贸n de la ciudadan铆a multicultural promovida por el neoliberalismo en su segunda fase.
Por lo tanto, esta fase permiti贸 la articulaci贸n de demandas m谩s "civiles" o c铆vicas por algunos sectores de movimientos ind铆genas, por ejemplo, especialmente aquellos que encarnaron o por lo menos "performaron"[1] lo que Hale y Millam谩n han llamado el "indio permitido", "una categor铆a identitaria que resulta cuando los reg铆menes neoliberales reconocen activamente y abren espacio para la presencia ind铆gena colectiva", mientras que separan "los derechos admisibles de aquellos prescritos, aquellos aceptablemente moderados de aquellos que amenazar铆an una transformaci贸n social radical" (2006, 284 y 301).
Quiero enfatizar que no estoy proponiendo un binarismo r铆gido entre lo permitido y lo no permitido. Simplemente quiero se帽alar dos caras del activismo que a veces encontramos en una misma persona, dos caras que se mezclan y entrelazan en una misma militante, una misma organizaci贸n, un mismo movimiento.
Feminismo 2.0
En el momento actual, est谩 claro que vivimos una reconfiguraci贸n de los campos pol铆ticos y de los movimientos sociales, lo que genera nuevas angustias estrat茅gicas y nuevas paradojas pol铆ticas. Por un lado, tenemos la expansi贸n geom茅trica de los feminismos populares, negros, ind铆genas, l茅sbicos, trans, j贸venes, etc. Un feminismo cada vez m谩s "de masas", un "feminismo 2.0", como dice el sitio web de la Marcha en Brasil. Y por otro lado, vemos la consolidaci贸n de proyectos y gobiernos democr谩tico-populares, de izquierda y de centro-izquierda, y de feminismos que se articulan con estos proyectos populares muchas veces a trav茅s de la "auto-organizaci贸n" de las mujeres en los m谩s diversos movimientos y espacios pol铆ticos.
En la coyuntura actual, quiero s贸lo destacar algunas preguntas que tal vez puedan ser aprovechadas en los debates de la Marcha. En primer lugar, parecer铆a que la proliferaci贸n de gobiernos de izquierda o de centro-izquierda en la regi贸n, desde finales de los a帽os 90, habr铆a aumentado el espacio pol铆tico para los sectores de los feminismos y movimientos de mujeres que quedaron invisibilizados y hasta criminalizados durante el segundo momento neoliberal. Y en algunos casos, como en Bolivia, tambi茅n se abri贸 espacio a las organizaciones de mujeres vinculadas a los movimientos ind铆genas. Sin embargo, algunas militantes y observadoras acad茅micas insisten en que estos proyectos y gobiernos muchas veces todav铆a comparten las suposiciones maternalistas que guiaron las pol铆ticas "con perspectiva de g茅nero" de la segunda fase neoliberal y por lo tanto contin煤an patriarcales al mismo tiempo que absorben algunas de las demandas feministas que ser铆an m谩s consonantes con el modelo post- neoliberal y/o neo-desarrollista.
Se plantean las siguientes cuestiones en la coyuntura actual: ¿hay "confluencias" entre las agendas de algunas corrientes feministas, los diversos sectores de los movimientos populares, negros e ind铆genas, y los gobiernos democr谩tico-populares de hoy en d铆a? ¿Aparecen nuevas "perversidades" en funci贸n de esas confluencias? ¿Cu谩les son las principales "virtudes" que podemos identificar en las confluencias actuales entre los feminismos, los movimientos 茅tnico-raciales, y los gobiernos de (centro) izquierda y democr谩tico-populares? ¿Qu茅 angustias estrat茅gicas y paradojas pol铆ticas caracterizan la militancia en este tercer momento? ¿Qu茅 discursos y pr谩cticas feministas son permitidas y no permitidas en el momento actual? ¿C贸mo superar estos aparentes binarismos pol铆ticos y enfrentar nuestras inevitables paradojas con m谩s contundencia?
Quiero terminar subrayando que enfrentar nuestras paradojas –en lugar de la pr谩ctica mucho m谩s com煤n que consiste en camuflarlas o anularlas– es vital para los movimientos feministas y de mujeres, al igual que para todos los movimientos sociales, porque las contradicciones y los conflictos que generan muchas veces pueden ser muy productivos, provocando auto-reflexiones y reflexiones cr铆ticas que con frecuencia revitalizan y fortalecen los movimientos. Propongo, por 煤ltimo, que las paradojas son lo que realmente hace a los movimientos moverse.
(Traducci贸n: Carmen Diaz Alba)
*Sonia 脕lvarez es doctora en ciencia pol铆tica, profesora de la C谩tedra Leonard J. Horwitz de Pol铆ticas y Estudios de Am茅rica Latina y directora del Centro de Estudios sobre Am茅rica Latina y el Caribe de la Universidad de Massachusetts en Amherst (EEUU).
Referencias Citadas
Dagnino, Evelina. 2004. "Confl锚ncia perversa, deslocamentos de sentido, crise discursiva." In La cultura en las crisis latinoamericanas, editado por Alejandro Grimson. Buenos Aires: CLACSO.
Hale, Charles R. , and Rosamel Millam谩n. 2006. "Cultural Agency and Political Struggle in the Era of the Indio Permitido." In Cultural Agency in the Americas, editado por Doris Sommer, 281-304. Durham, NC: Duke University Press.
Art铆culo publicado en la revista Am茅rica Latina en Movimiento No. 489 de octubre de 2013, titulada "Feminismo popular para cambiar el mundo"http://alainet.org/publica/489.phtml
URL de este art铆culo: http://www.alainet.org/active/67658
[1] NdT: En el sentido de interpretar, actuar, representar.
Referencias Citadas
Dagnino, Evelina. 2004. "Confl锚ncia perversa, deslocamentos de sentido, crise discursiva." In La cultura en las crisis latinoamericanas, editado por Alejandro Grimson. Buenos Aires: CLACSO.
Hale, Charles R. , and Rosamel Millam谩n. 2006. "Cultural Agency and Political Struggle in the Era of the Indio Permitido." In Cultural Agency in the Americas, editado por Doris Sommer, 281-304. Durham, NC: Duke University Press.
Art铆culo publicado en la revista Am茅rica Latina en Movimiento No. 489 de octubre de 2013, titulada "Feminismo popular para cambiar el mundo"http://alainet.org/publica/489.phtml
URL de este art铆culo: http://www.alainet.org/active/67658
[1] NdT: En el sentido de interpretar, actuar, representar.