Ilustraci贸n: Alberto Cimadevilla
El pasado mes de junio todos los medios recog铆an el conflicto del Gobierno franc茅s con la multinacional tras las declaraciones de la ministra francesa Aur茅lie Filipetti, que acusaba a la empresa de pr谩cticas comerciales restrictivas sobre la libre competencia: “Hoy todo el mundo est谩 harto de Amazon, una compa帽铆a que, por su pr谩ctica de dumping, tira abajo los precios con el fin de penetrar en los mercados para despu茅s, una vez en una posici贸n de cuasimonopolio, hacer que los precios vuelvan a subir”.
En realidad los descuentos de Amazon apenas son del 5% y la gratuidad de los gastos de env铆o, pero el car谩cter controvertido de la multinacional es mucho m谩s que esto. Por ejemplo tener su sede en Luxemburgo ha levantado las iras de los libreros europeos y muchos Gobiernos que observan c贸mo, sin violar la legalidad, la empresa logra evitar gran cantidad de impuestos. De ah铆 que la ministra francesa extendiera sus cr铆ticas un mes m谩s tarde en declaraciones al diarioR茅publicain Lorrain exigiendo que pagara sus impuestos a Francia. Seg煤n explic贸, la facturaci贸n que realiza al territorio franc茅s no coincide con los impuestos que debe pagar.
El truco fiscal
Es en el Reino Unido donde m谩s evidente ha resultado su burla fiscal. All铆 los clientes brit谩nicos compran libros en la web brit谩nica de Amazon, reciben el producto que ha sido guardado en una almac茅n situado en el Reino Unido, junto a una factura emitida en el Reino Unido, y al final la compa帽铆a paga el impuesto de sociedades sobre esas ventas en Luxemburgo.
Seg煤n su memoria oficial publicada el pasado 15 de mayo, Amazon recaud贸 en 2012 en el Reino Unido 5.000 millones de euros y pag贸 en impuestos 2,8 millones. Adem谩s, recibi贸 4 millones de euros en subvenciones del Gobierno brit谩nico. Ya en noviembre de 2012 una comisi贸n parlamentaria brit谩nica difundi贸 que la empresa disfrut贸 de ventas en 2011 por valor de 3.350 millones de libras (unos 4.100 millones de euros). En los 煤ltimos tres a帽os, la cifra de facturaci贸n super贸 los 7.000 millones, pero los impuestos de sociedades abonados fueron solo de 2,3 millones de libras. Se supon铆a que las cifras conocidas eran confidenciales, o al menos esa era la intenci贸n de Amazon al entregarlas a la comisi贸n parlamentaria tras recibir esa petici贸n de informaci贸n, pero los pol铆ticos brit谩nicos -los mismos que aprueban las legislaciones que permiten que esa actuaci贸n sea legal- terminaron tan indignados que las difundieron.
Aunque Amazon.com.uk ingresa miles de millones en diferentes pa铆ses, todo se factura a trav茅s de su filial establecida en Luxemburgo, Amazon EU Sarl, de modo que, a efectos de impuestos, las sedes europeas se consideran proveedores de servicios de la sede de Luxemburgo. Lo parad贸jico es que en Luxemburgo trabajan cerca de 500 personas y solo en el Reino Unido 4.191.
En Espa帽a sucede algo similar. Pese al 茅xito de su lanzamiento comercial, la filial de Amazon declar贸 en 2012 p茅rdidas contables de 54.329,8 euros, seg煤n las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Amazon Spain Fulfillment se constituy贸 con el nombre de Amazon.com Spain en 1998, pero permaneci贸 casi sin actividad hasta finales de 2011, cuando el gigante del comercio electr贸nico lanz贸 su sitio para el mercado espa帽ol. Ese a帽o factur贸 314.417 euros y abri贸 el primer centro log铆stico en mayo de 2012, si bien sus ventas en Espa帽a ser铆an mucho mayores puesto que muchas se realizan a filiales en otros pa铆ses. Las cuentas de 2012 reci茅n depositadas son las primeras de un ejercicio completo de actividad normal: la cifra de negocios declarada por la empresa ha pasado a ser de 10,59 millones de euros.
En Espa帽a se repite el comportamiento de Amazon en otros pa铆ses europeos, se utiliza a la filial espa帽ola como simple intermediaria encargada de llevar a cabo la distribuci贸n, por lo que, pese a obtener importantes ingresos aqu铆, no tiene que pagar al fisco porque pr谩cticamente toda la facturaci贸n se realiza desde Luxemburgo. Seg煤n la memoria de las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil, la actividad de Amazon en nuestro pa铆s consiste en “prestar servicios de soporte corporativo, fundamentalmente a empresas del grupo”. De esta forma la empresa se considera “entidad de reducida dimensi贸n”, tributa al 25% sobre los primeros 300.000 euros y al tipo general sobre el resto. Adem谩s, al tratarse de una empresa peque帽a, no est谩 obligada a auditar sus cuentas ni a elaborar informe de gesti贸n.
El portal financiero Eleconomista.es ya denunciaba en noviembre del pasado a帽o que en los tres a帽os anteriores Amazon no hab铆a pagado impuestos, es m谩s, tuvo incluso una peque帽a devoluci贸n por parte de Hacienda. Seg煤n fuentes pr贸ximas a la Agencia Tributaria citadas por Eleconomista.es, el fisco investigaba el pasado a帽o cu谩les son sus ingresos reales en nuestro pa铆s y por qu茅 puede vender productos culturales, como los e-books, o libros electr贸nicos, a un tipo de IVA del 3%, cuando en Espa帽a es del 21%. La clave est谩 en que al facturar desde Luxemburgo, donde el IVA de los libros electr贸nicos es del 3%, consigue ahorrarse un 18%. De esta forma, se queda sin rival en el mercado espa帽ol. Varios gremios y empresas anunciaron una demanda contra Amazon por violar leyes como la que regula el precio fijo de los libros.
En principio, seg煤n las fuentes consultadas por Eleconomista.es, Amazon Espa帽a s铆 que estar铆a pagando el IVA que le corresponde en otros productos, como los libros de papel, los DVD o los CD de m煤sica.
La opacidad de la multinacional es total. Sus responsables en Espa帽a nunca se han pronunciado sobre las cifras de negocio. La agencia de comunicaci贸n que trabaja para Amazon rebot贸, probablemente sin querer, un mensaje electr贸nico interno en respuesta a la petici贸n de informaci贸n de la revista La Marea. Dec铆a literalmente: “Hola equipo, hemos recibido esta request: Dado lo sensible del tema y la relevancia del medio, de momento no contest茅is nada. Cuando nos vuelva a insistir, ganamos tiempo. Mantenedme al tanto por favor y monitorizar el medio. Gracias”.
Cualquiera que entre en el portal de Amazon descubrir谩 tambi茅n otra cosa curiosa: la venta de libros procedentes de otras librer铆as. El sistema consiste en que, al llegar a un pa铆s, Amazon elige a las mejores librer铆as existentes en cada lugar y les ofrece un contrato de colaboraci贸n, en el que se fijan las exigencias de calidad, rapidez de la entrega y condiciones econ贸micas. El acuerdo reparte los papeles: la multinacional capta los pedidos en la red, los cobra por medio de tarjeta de pago electr贸nica y las librer铆as ponen a su disposici贸n todos los libros de papel existentes en sus almacenes, se encargan de hacer los paquetes y los env铆os correspondientes. Al cabo de varias semanas reciben una liquidaci贸n de Amazon por la que devuelven el importe facturado menos el 15% del total (juega unas semanas con la rentabilidad del dinero ajeno). Las librer铆as, adem谩s, han de pagar una cuota al mes y reciben una liquidaci贸n por los gastos que les acarrean los env铆os a los libreros. Se trata de un gran negocio para Amazon: no invierte nada, no mantiene estocaje alguno, no tiene que manejar la entrada y salida de los libros, no se mancha las manos. Con una simple estructura inform谩tica centralizada que maneja la gesti贸n, y con la promoci贸n de la marca Amazon, tiene a su disposici贸n toda la infraestructura librera.