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O todos o ninguno


OPINI脫N de Pascual Serrano.- En su m铆tico libro sobre el colonialismo, Los condenados de la tierra (Txalaparta), Frantz Fanon se帽ala la estructura mental impuesta en los pa铆ses colonizados por las metr贸polis del primer mundo. Seg煤n se帽ala, la idea es que el individuo debe afirmarse frente a la colectividad. Lograban inculcar en el esp铆ritu del colonizado “la idea de una sociedad de individuos donde cada cual encierra su subjetividad, donde la riqueza es la del pensamiento individual”.

En un reciente congreso internacional de juristas, el representante de Sud谩frica excus贸 la ausencia del habitual portavoz de su pa铆s, aclarando que en lugar de su hermano hab铆a venido 茅l. Los europeos necesitaron llegar al 煤ltimo d铆a del congreso para darse cuenta de que los dos sudafricanos no eran hermanos de sangre, el t茅rmino “hermano” era el utilizado por denominarse entre s铆 los militantes negros. El cantautor valenciano Paco Mu帽oz, en la d茅cada de los ochenta, se refer铆a con estas palabras al t茅rmino “camarada” en la canci贸n del mismo nombre: “Qu茅 bonita palabra, camarada. / Qu茅 bonita palabra que t煤 conoces. / Antes 茅ramos sombra y ahora somos mazorca y granada”.

Y es que, como dice Fanon, “el hermano, la hermana, el camarada son palabras proscritas por la burgues铆a colonialista porque, para ella, mi hermana es mi cartera, mi camarada mi compinche en la maniobra turbia”. Frente a todo ello Fanon reivindica las asambleas de las aldeas, la densidad de las comisiones del pueblo, la extraordinaria fecundidad de las reuniones de barrio y de c茅lula. Es necesario comprender que los asuntos de cada uno son asuntos de todos porque, en 煤ltima instancia, todos tenemos las mismas necesidades y queremos las mismas cosas. Dice Fanon que “la indiferencia hacia los dem谩s, esa forma atea de la salvaci贸n, est谩 prohibida” en el contexto de la lucha de los pueblos contra la colonizaci贸n. Es por ello que los ind铆genas mexicanos de Chiapas se rebelaron contra el art铆culo del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que permit铆a que una familia pudiese vender de forma individual sus tierras ancestrales, porque romp铆an el modelo comunitario de propiedad de la tierra. Del mismo modo, el palestino habitante de Jerusal茅n que vende su vivienda a un israel铆 no est谩 haciendo una mera transacci贸n econ贸mica, est谩 minando la lucha del pueblo palestino por continuar viviendo en su ciudad santa.

En el trabajo, los j贸venes de hoy afrontan su conflicto con el contratador desde una 贸ptica personal: piden una reuni贸n para solicitar que le suban el sueldo, inician un procedimiento legal si consideran que se han violado sus derechos, buscan un empleo mejor, negocian de forma individual su salida. Todo ello al margen del colectivo de trabajadores. Recuerdo que cuando trabajaba en el diario ABC, hace ya veinte a帽os, los redactores actuaban de esa forma. Es verdad que algunos cobraban mucho, pero la mayor铆a estaba explotada con jornadas laborales extenuantes, sin cobrar horas extras ni pluses de ning煤n tipo, pero convencidos de que alguna vez ellos ser铆an los que cobrar铆an jugosos sueldos. En cambio, en los talleres, los operarios -con menos t铆tulos acad茅micos pero con m谩s conciencia de clase- estaban sindicados, negociaban de forma colectiva, ten铆an sueldos dignos, se respetaba sus horarios y sus pluses de festividad y hora extras.

El nuevo pensamiento dominante, fundado en su idealizaci贸n de la libertad individual frente a las luchas colectivas, se obsesiona en recordar, ante cada huelga general, el respeto al trabajador que quiere “ejercer su derecho al trabajo”. Un derecho que viene a ser el mismo que el del ind铆gena para vender su terreno y dinamitar el cultivo colectivo de su tribu o el del palestino para embolsarse la venta de su casa de Jerusal茅n y permitir as铆 la expulsi贸n de su pueblo. Esos defensores del derecho al trabajo el d铆a de huelga son los mismos que apoyan la facilidad del despido el resto de los d铆as del a帽o. Frente a este individualismo debemos apostar por la lucha colectiva. Como afirm贸 el pedagogo brasile帽o Paolo Freire: “Nadie se salva solo, nadie salva a nadie, todos nos salvamos en comunidad”. Por eso mi amiga Lolo Rico, directora del programa infantil La bola de cristal, me dijo hace muchos a帽os que “un comunista nunca est谩 solo”. Porque no entiende ninguna lucha como individual. Y por ello en su programa se dec铆a a los ni帽os: “Solo no puedes, con amigos s铆”.


*http://www.atlanticaxxii.com/2116/pascual-serrano-o-todos-o-ninguno




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