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Protecci贸n gubernamental


OPINI脫N de Rafael Fernando Navarro.- Un gobierno es elegido para proteger los derechos ciudadanos y ampliarlos en cantidad y calidad. El matrimonio heterosexual exist铆a como derecho exclusivo de personas de distinto sexo. El gobierno de Rodr铆guez Zapatero ampli贸 ese derecho extendi茅ndolo a las personas homosexuales equiparando ambos matrimonios. Como dir铆a el presidente Su谩rez a principios de la transici贸n, se trataba de elevar a nivel legal lo que estaba en la calle a nivel de realidad.

En contraposici贸n a esta aportaci贸n, un gobierno debe tener muy claro que no es su misi贸n abolir derechos. La ciudadan铆a siempre alcanza posiciones en una lucha m谩s o menos vigorosa y las asimila en su devenir hist贸rico como conquista inalienable. Pero es verdad, y nos lo ense帽a la historia, que el poder tiende siempre a cercenar los derechos que le estorban para desarrollar su ideolog铆a. Por eso son m谩s guillotina decapitadora que poes铆a creadora. Nadie puede arrogarse la facultad de convertir en agua pasajera la sangre que con frecuencia cuesta llegar a una meta. Sabemos mucho de esto los espa帽oles que tuvimos que dejarnos la piel para conseguir la restauraci贸n de lo que durante cuarenta a帽os fue pisoteado.

Es tarea incuestionable de un gobierno proteger esos derechos y defenderlos contra cualquier circunstancia que pretenda cercenarlos. Y a la luz de este enunciado, uno se pregunta si nuestro gobierno actual est谩 defendiendo lo que con tanto esfuerzo se hab铆a conseguido. Sanidad, educaci贸n, servicios sociales, pensiones, vivienda, inversi贸n en la creaci贸n de puestos de trabajo, en cuidado de dependientes, de mayores, de ni帽ez…Y podr铆amos seguir enumerando para llegar a la conclusi贸n de que desde la muerte del dictador hasta ahora ning煤n gobierno hab铆a dedicado todas sus fuerza en desmontar derechos adquiridos como el gobierno de Mariano Rajoy. Y creo que esa destrucci贸n no puede achacarse a herencia recibida ni a circunstancias econ贸micas. Detr谩s de esa herencia o esas circunstancias se esconde una ideolog铆a volcada sobre los privilegios (no confundir con derechos) de unos pocos en detrimento de una mayor铆a.

En este gobierno, tan dado a destruir derechos, se da la paradoja de contar con directrices que para destruirlos emplean la fachada de la super protecci贸n. Pongamos dos ejemplos:

1潞 Jorge Fern谩ndez, ministro del Interior, crea una ley protectora de la ciudadan铆a. Disfraza bajo la capa sucia de la hipocres铆a un aplastamiento de derechos de reuni贸n, de manifestaci贸n, de libertad, la bondad farisaica de quien pretende cobijarnos de la maldad de minor铆as radicales. Y entonces todos los manifestantes, pensadores o amantes de su libertad quedan convertidos en terroristas, filoetarras, antisistema extremistas de una izquierda destructiva. Y para proteger a los manifestantes de los manifestantes se los convierte a todos en enemigos de s铆 mismos. Son paradojas onan铆sticas en las que cada cual es enemigo de s铆 mismo.

2潞 Ruiz Gallard贸n se ha convertido en el vigilante jurado de 煤teros, vaginas, ovarios. Prohibido el placer porque el dios cristiano, apadrinado por Rouco, prefiere el sufrimiento al goce. Prohibido el aborto porque dios se sit煤a siempre a los pies de la cama y antes de que 茅l encienda el cigarrillo y ella sue帽e con la intimidad m谩s amada, ya est谩 el alma implantada como un trasplante urgente y la ternura del esperma y el ovulo se han hecho persona y habita entre nosotros. Y es un crimen terrible matar personas menos cuando se invade Irak porque esa invasi贸n la capitaneaba Jos茅 Mar铆a Primero de la Casa Blanca, o cuando un general invadi贸 Espa帽a porque era una cruzada contra las hordas judeomas贸nicas y por tanto contaba con la bendici贸n de Su Santidad y en consecuencia no es condenable.

A la mujer hay que protegerla de s铆 misma y de su derecho a no ser madre. Porque consta en el carnet que el ministro dispensa y que es claro en su enunciado parlamentario: la mujer s贸lo es plenamente mujer cuando es madre. Prohibiendo el derecho de la mujer sobre su cuerpo, expropiando la piel de su conciencia, Gallard贸n cumple con la misi贸n divina encomendada a su ministerio. Y convirtiendo el pecado eclesi谩stico en ley y las tablas de Mois茅s en Bolet铆n Oficial del Estado, el ministro protege a la mujer de la tentaci贸n de ser menos mujer. La mujer que no es madre por circunstancia o por decisi贸n es una mujer arrepentida de serlo y Gallard贸n est谩 para ayudarla a que no se suicide y se sienta un poco mujer, s贸lo un poco, porque la naturaleza o su decisi贸n le han llevado al perverso camino de dejar de serlo en plenitud.

Cuando un gobierno presume de esta superprotecci贸n es porque no tiene la valent铆a de confesar que es un destructor.


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