Según las informaciones, las fotos y los vídeos, nos dan cuenta de que unas mil 500 personas en Culiacán y otras 500 en Guamúchil, se manifestaron para exigir la libertad y la no extradición a Estados Unidos del líder del Cartel de Sinaloa.
Dichas caminatas tuvieron varios ingredientes: los manifestantes se vistieron de blanco, portaban mantas gigantes con las leyendas alusivas a sus demandas realizadas en imprentas, gorras del mismo color y eran presididas por bandas musicales típicas de la entidad.
A todo lo anterior se suma lo más preocupante, los marchistas no pertenecían al grueso de la población, fueron en su mayoría jóvenes de clase media, quienes vestían prendas y calzado de marca y eran custodiados por autos y camionetas de modelos recientes e inclusive algunos de lujo.
Según esta “delicada” muchedumbre, a "el chapo" no se le debe encarcelar, dejarlo libre porque es un líder que les ha otorgado múltiples beneficios y mantiene al estado en paz.
Para estos delirantes de la opulencia, poco les importa que el ahora reo 3785 de la Prisión de La Palma haya confesado haber ordenado entre 2 mil 500 y 3 mil asesinatos, además de todos los delitos, unos por los que ya fue sentenciado y otros más por los que será procesado.
Estas manifestaciones de exquisitos manifestantes es un fenómeno más que preocupante, sobre todo cuando la inmensa mayoría es de jóvenes, a los que no se les ha inculcado ni una pizca de valores y por el contrario, cierto sector mediático ha influido en ellos para deificar a delincuentes de tal calaña.