OPINI脫N de Rafael Fernando Navarro.- La muerte cumple a帽os. Diez. El dolor cumple a帽os. Diez. La ausencia cumple a帽os. Diez. El odio cumple a帽os. Diez. Arrastramos diez a帽os. Tiramos de ellos para que ellos no nos claven en los railes de Atocha. Ciento noventa y dos muertes remolc谩ndonos, para que nos quedemos a su lado, para que no las dejemos solas, para que enjuguemos la sangre espa帽ola, peruana, magreb铆, negra. Sangre multicolor, como un arco iris macabro, anudado al mundo con hebillas de acero negro.
Diez a帽os se han cumplido desde que a madres y padres le explot贸 el futuro de unos hijos, de que unos hermanos, de que unos amigos, de que unos compa帽eros, de que a todos se nos trunc贸 la sospecha de que el mundo era habitable.
El 11-M 煤ltimo se celebr贸 un funeral en la Catedral de Madrid. La presidi贸 el Cardenal Rouco fuera ya de su nefasto papel de presidente de la Conferencia episcopal. Y con el farise铆smo que ha ostentado durante su mandato relativiz贸 la contundencia de la sentencia que dej贸 clara la autor铆a de ese atentado. Algunos fueron capaces de matar a personas inocentes persiguiendo oscuras metas de poder. Rouco sembrando la duda malintencionada.
Y en ese funeral estaba Rajoy. Y su presencia, como la de otros muchos , era un acto siniestro de hipocres铆a. Porque se cumpl铆an diez a帽os de sangre dolorosa. Pero tambi茅n diez a帽os en que unos cuantos se dedicaron a dinamitar la verdad, atribuyendo a ETA lo que necesitaban atribuirle aunque ello implicara mentir a Naciones Unidas, a Embajadas predicadoras de falsedades antes pa铆ses extranjeros, a directores de medios de comunicaci贸n para que crearan conciencia de una autor铆a falsa. Y ah铆 estaba Aznar, Acebes, Cosp猫dal, Zaplana. Y ah铆 estaba Jaime del Burgo diciendo que el nuevo gobierno estaba asentado sobre una masa de cad谩veres. Y ah铆 estaba Miguel Angel Rodr铆guez advirtiendo que los espa帽oles ten铆an derecho a saber qu茅 grupo terrorista hab铆a aupado a Zapatero a la presidencia del gobierno. Y ah铆 estaban todos los que vieron que peligraba su puesto pol铆tico o medi谩tico y prefirieron manchar con la sangre de los muertos sus manos sacr铆legas.
Y vinieron cuatro a帽os de gobierno socialista. Pero la llama infame estaba ya prendida y hab铆a unos cuantos encargados de insuflarle odio. Y aparecieron los miserables Pedro J, Losantos, Terch, Luis del Pino, Pio Moa que afirmaban que las fuerzas y cuerpos de seguridad hab铆an tramado el atentado obedeciendo 贸rdenes del partido socialista.
Y Aznar, no contento con urdir la mentira y expandirla por el mundo, sigui贸 manteniendo que los autores del atentado no estaban en montes lejanos ni en desiertos deshabitados. Aznar ten铆a a su disposici贸n todas las fuentes de investigaci贸n mientras fue presidente del gobierno y ten铆a conocimiento de la verdadera autor铆a cuando meses despu茅s dej贸 de serlo. Y permaneci贸 en su falsedad con la conciencia clara de que estaba mintiendo al pueblo espa帽ol y a los diputados en sede parlamentaria. Pero su egocentrismo enfermizo no consigui贸 desviarlo de su empe帽o patol贸gico de mentir a la ciudadan铆a.
A煤n hoy, en los momentos en que escribo, el presidente de la Comunidad de Madrid asegura que hay que buscar a quienes originaron un dolor tan fuerte a los espa帽oles. Y Cospedal, que ostentaba un puesto relevante en el ministerio de Acebes y que colabor贸 decididamente a urdir y difundir la mentira, se afirmaba hoy en su actitud de seguir persiguiendo la verdad de aquel 11-M. Y Alonso, portavoz del PP. En el Congreso, a煤n hoy dice que son compatibles la sentencia y la b煤squeda de la autor铆a. Es una forma eufem铆stica de amar la calumnia.
El funeral de Rajoy, se titula este art铆culo. Durante el tiempo en que era presidente del PP. y jefe la oposici贸n inst贸 a que se anulara toda la investigaci贸n judicial y se ahondara en la b煤squeda de culpables porque lo realizado por jueces y fiscales no respond铆a a la verdad de los hechos. Y a d铆a de hoy, tras asistir con rostro compungido al funeral por las v铆ctimas, ha respondido con un “muchas gracias” a la pregunta de un periodista sobre si estaba conforme con dar por terminada la cuesti贸n despu茅s de la sentencia pronunciada por la justicia.
Este hombre, que hundi贸 tambi茅n sus pies en la sangre de los muertos y heridos del 11.M, es hoy nuestro presidente. Y cuando las fuerzas pol铆ticas ajenas al PP le han pedido en el Congreso que pidan perd贸n al pueblo espa帽ol, a las v铆ctimas y a sus familias por haberse empotrado en la falsedad m谩s hiriente, encargan al Presidente del Congreso que tranquilice a la opini贸n p煤blica asegurando que no es hora de pedir perd贸n ni de condenar lo que pudo suceder en el pasado.
El dolor, la angustia, la muerte, el odio cumple diez a帽os. La calumnia, la hipocres铆a, la mentira, el asco, el v贸mito cumple diez a帽os. Que alguien me preste un rinc贸n. Me queda mucho llanto solidificado en las pesta帽as.