OPINI脫N de Bruno Per贸n, Brasil.- Cuando leo las principales noticias sobre Brasil, quedo impresionado con la manera como los medios de comunicaci贸n (des)informan sobre la coyuntura macroecon贸mica de nuestro pa铆s. El escenario m谩s preocupante es el de recesi贸n, que acompa帽ar铆a a la inflaci贸n que ya flagela nuestra econom铆a y que ning煤n pol铆tico ni ministro podr谩 esconder de los brasileros.
Es m谩s que evidente que los precios de los productos est谩n alt铆simos y contin煤an subiendo en Brasil, que sus industrias tienen p茅rdidas en competitividad, y que la hinchaz贸n de la Maquinaria enreda el desarrollo del sector productivo en Brasil. Todav铆a nuestros j贸venes sue帽an con la admisi贸n en concursos p煤blicos en vez de dar alas a la creatividad emprendedora que los haga promover a nuestras industrias.
En las circunstancias de incertidumbre econ贸mica y pol铆tica en que estamos viviendo, el aumento de la burocracia es la piedra en el zapato de los empresarios innovadores, de la gente de ideas y de los pocos que contribuyen a generar riquezas en Brasil. Mientras tanto, la mentalidad “concursera” inherente a nuestra cultura reduce el aliento de j贸venes esperanzadores y nos convierte en soldados chupadores de pezones, los de la Maquinaria.
Para dificultar todav铆a m谩s esta situaci贸n, la batalla que se libra entre los candidatos a la Presidencia de Brasil es casi la de quien ser谩 el pr贸ximo t铆tere que fingir谩 que gobierna. Ahora, si los candidatos de la izquierda radical no se fatigan de denunciar que el gobierno brasilero tiene lazos indisolubles con banqueros e inversionistas extranjeros, no estoy convencido de que el pr贸ximo presidente(a) romper谩 tales lazos por m谩s persuasivos que los candidatos(as) a la Presidencia parezcan en sus campa帽as.
Ni los discursos a favor de pr谩cticas sustentables de desarrollo me suenan como una tentativa bien intencionada de corregir los caminos macroecon贸micos tortuosos en Brasil. Tenemos que agregar tecnolog铆a e innovaci贸n a lo que hacemos. S贸lo as铆 dejar铆amos de ser trabajadores intermediarios que apenas compran por diez y venden por veinte, pero que no agregan tecnolog铆a. Para eso es preciso instruir a nuestros j贸venes y darles la libertad de expresar su creatividad a favor del Brasil.
No es por azar que muchos j贸venes agotan sus sue帽os en presidios. Estos ser铆an la culminaci贸n de la falta de libertad que ellos ya ten铆an antes de estar presos, una vez que la Maquinaria asfixia sus anhelos. La Maquinaria les da educaci贸n inadecuada, los convierte al consumismo al que la televisi贸n los induce y todav铆a los reprime cuando ellos se vuelven en contra de esa sociedad que deforma a los reci茅n nacidos.
Es preciso dar otro impulso a las esperanzas que los trabajadores tienen en Brasil a fin de no apostar todas las fichas a los pol铆ticos ni a las personas que ganan mensualmente 15 mil Reales para vivir en Brasilia. Las propuestas de quien conoce bien a Brasil est谩n distantes de ser mesi谩nicas y milagrosas. Ellas afectar谩n las conciencias de los seres que, como usted lector, asumen el trabajo porque 茅ste es dignificante y no solamente porque es obligatorio para sobrevivir.
En este viaje de descubrimientos, hemos visto que Brasil es un pa铆s acogedor donde su gente est谩 dispuesta a rectificar sus equivocaciones, errores y enga帽os. As铆, millares de extranjeros han apostado su vida a Brasil, que es un laboratorio de convergencias 茅tnicas e instituciones trasplantadas donde se avizora la promesa de un modelo civilizatorio.
Hasta que Brasil se consolide en el mundo como una naci贸n fuerte y ejemplar, sin que para eso tenga que espiar o se imponga a los dem谩s (como los forajidos Estados Unidos) tenemos que preservar el bien. Por lo tanto una de nuestras tareas es pensar la manera de promover modos de trabajo que realicen nuestra creatividad y generen riquezas para Brasil.
La casa brasilera est谩 embrujada por la inflaci贸n, la inseguridad y la negligencia en relaci贸n a los j贸venes. Aunque se haya hablado cada vez m谩s sobre econom铆a y sustentabilidad, es preciso rever nuestro modelo de desarrollo para que la Maquinaria promueva las industrias nacionales e incentive a los j贸venes a liberar su creatividad latente.
El resultado puede ser glorioso para todos los brasileros.