OPINI脫N de Rafael Fernando Navarro.- Hace unos meses los ciudadanos salieron en masa a la calle exigiendo al gobierno la dignidad necesaria para vivir humanamente. Porque el gobierno nos permite durar, hace de nosotros una costumbre de reloj que camina mientras no le fallan las pilas. Pero vivir es otra cosa. Vivir es ser due帽o del propio destino libremente elegido para llegar a la meta de una plenitud de nosotros mismos. Y esa dignidad que nos corresponde por el mero hecho de existir se desangr贸 de ra铆z cuando el gobierno implant贸 una reforma laboral que confunde trabajo con esclavitud, que hizo del hambre un programa, de la dependencia una amargura, de la educaci贸n una condecoraci贸n al dinero, del cuerpo de la mujer una propiedad del Gallard贸n-macho, de la libertad de expresi贸n y reuni贸n un ejercicio del miedo. La ciudadan铆a sali贸 a la calle a exigir su dignidad porque se le iba desangrando por los antidisturbios, por leyes que ahogaban derechos, por ciudadan铆as amparadas por Fern谩ndez-D铆az.opus-dei, porque rodear el Congreso era invadir el Congreso, porque ir por la calle es un peligro que puede llevar a cargarse la democracia, porque los radicales de izquierda, porque son amigos de los etarras, porque buscan romper la democracia que tanto le cost贸 a Fraga traer a este pa铆s. Y sufrieron las aceras, y los ventanales de los bancos, y los parietales de manifestantes y polic铆as. Y la dignidad sali贸 cara, muy cara, por el empe帽o de minor铆as subversivas que s贸lo buscaban descuartizar el consenso primoroso que hab铆amos so帽ado. La dignidad se vendi贸 cara aquella tarde.
Pero el gobierno de Rajoy que tanto ha hecho para que este pa铆s salga de la crisis a velocidad de crucero, que ha conseguido una espectacular creaci贸n de empleo, que ha logrado no tocar la sanidad, la educaci贸n, el estado de bienestar, sino que por el contrario ha llevado a la c煤spide toda esa tarea, ha logrado tambi茅n un abaratamiento de la dignidad.
Y aparece Monago all谩 por Extremadura. Casco de gala y manguera de exhibici贸n de fiesta patronal. Va de gala Monago, hu茅rfano de una madre dign铆sima sin duda, a la que no pudo agradecer todo lo que ella hab铆a luchado por las libertades del pa铆s. Y desde el recuerdo emocionado a ella, como un d铆a fue desde el recuerdo emocionado a Franco-Viva-el-Rey en aquellas cortes con alma de luto y cuerpo presente del caudillo, Monago ha sucumbido a las mujeres extreme帽as a las que como en el resto del pa铆s tanto tenemos que agradecer todos por su callada aportaci贸n a la lucha por la democracia. Mujeres humilladas por Queipo, rapadas, violadas, fusiladas como un manojo de rosas, zurcidoras calladas de calcetines viejos, hacedoras de pantalones para el colegio del ni帽o, mujeres enclaustradas en las casas como si fueran Bernarda Alaba, mujeres atadas por los celos de Bodas de Sangre lorquianas. Mujeres en la siega, llevando tarteras calientes a sus hombres que aprovechaban los zarzales para levantar las faldas y hacer un hijo caliente de agosto. Mujeres de guerra y posguerra, fuertes como montes, enlutadas con pa帽uelos de viudas perpetuas, pelando patatas y haciendo migas que llenan mucho. Mujeres ante las que hab铆a que arrodillarse y rezarles porque parieron el grito de una Espa帽a condenada al silencio
Lo sabe Monago redentor, Monago peregrino al santuario de la memoria hist贸rica, Monago art铆fice de justicia contra injusticia, Monago orfebre de una dignidad que les fue arrebatada, robada como les robaban los hijos la monjas que hac铆a estraperlo con ni帽os nacidos de vientres pobres.
Mujeres que entonces cayeron en paredones blancos de cementerios, mujeres durmiendo balas incrustadas en la nuca, mujeres en cunetas sembradas como espigas de pan bueno. Pero mujeres tambi茅n que sobrevivieron a todo y que hoy tienen setenta y tantos…Coquetas hoy, con peluquer铆a algunos s谩bados, con nietos que acarician arrugas, con modelitos de rebajas Corte Ingl茅s. Y Monago descubriendo esa grandeza de resistencia, de supervivencia. Y Monago que les va a regalar 82 c茅ntimos de euro al d铆a, nada menos que durante todo el a帽o. Esas mujeres se merecen 82 c茅ntimos para que se sientan premiadas en su dignidad, como acto de justicia por su lucha, como cumplimiento de una ley de Memoria Hist贸rica de la que dice Rajoy que no interesa a nadie, que abre heridas, que rompe cicatrices y es guerracivilista seg煤n Floriano.
Monago sabe que las directrices econ贸micas del gobierno han hecho que se abaraten los art铆culos de consumo. De Guindos se ha esforzado y lo ha conseguido. Y gracias a esa econom铆a lanzada por Rajoy y la prima de riesgo y los fondos de buitres y muchas cosas m谩s, hoy es posible abaratar la dignidad para que las mujeres tengan su parte. Monago se la regala. Y Monago, caballero cortejador de damas, les va a regalar 82 c茅ntimos de euro para que recuperen la dignidad empe帽ada en el monte de piedad. Dignidad a precio de mercadillo.
Por fin alguien cumple la ley de Memoria hist贸rica sin que se produzca un 18 de Julio. Monago, caudillo de la derecha por la gracia de Dios.