OPINI脫N de Vicen莽 Navarro.- Una postura muy extendida en el dogma neoliberal es que las desigualdades de renta y riqueza en un pa铆s son un aliciente para la buena marcha de la econom铆a. Es decir, que son necesarias y buenas para el desarrollo econ贸mico. Tal postura subraya que el hecho, por ejemplo, de que haya una minor铆a con mucho dinero y riqueza, muy por encima de todos los dem谩s, incentiva a estos 煤ltimos –los dem谩s- a intentar pertenecer a esta minor铆a en la c煤spide. Otra manera de expresar esta postura es subrayando la necesidad de que haya un gradiente acentuado de riqueza y de rentas, pues, as铆, cada persona en esta escala quiere llegar a un nivel superior, motivando a la gente para que cada vez quiera llegar a m谩s y m谩s. Se se帽ala que es as铆 como funciona el sistema econ贸mico y financiero, bas谩ndose en el principio de que cada individuo desea alcanzar a los que est谩n por encima de 茅l o ella. De esta manera se considera que a mayor desigualdad en un pa铆s, mayor es el incentivo para subir en la escalera social, trabajando m谩s y m谩s, lo cual repercute en un mayor crecimiento econ贸mico. De este postulado neoliberal se concluye que cualquier intervenci贸n p煤blica encaminada a la redistribuci贸n de la riqueza y de las rentas es negativa, pues disminuye y retrasa el crecimiento econ贸mico.
Existe otro argumento en el ideario neoliberal que tambi茅n intenta justificar la concentraci贸n de la riqueza y de la renta, se帽alando que es bueno para el desarrollo econ贸mico que haya gente muy rica, pues son los s煤per ricos los que ahorran m谩s, con lo cual hay m谩s dinero para invertir y para estimular el crecimiento econ贸mico. Se establece as铆 una l铆nea argumental que asume que a mayor concentraci贸n de las rentas y riqueza, mayor ahorro, el cual lleva a una mayor inversi贸n y a un mayor crecimiento econ贸mico. De esta l铆nea argumental se concluye que se requieren pol铆ticas p煤blicas que favorezcan esta concentraci贸n, pues se est谩 as铆 favoreciendo el crecimiento econ贸mico. Todas las reformas fiscales del gobierno espa帽ol actual, presidido por Rajoy, encaminadas a favorecer a las rentas superiores, se justifican en estos t茅rminos.
¿Qu茅 evidencia existe para apoyar estas tesis neoliberales?
Veamos en primer lugar la evidencia que existe referente al primer postulado, el que indica que las desigualdades incentivan a los individuos a trabajar m谩s, aumentando as铆 la productividad, como consecuencia de aumentar la intensidad en el esfuerzo laboral. Pues bien, la evidencia existente apunta precisamente en el sentido opuesto. Los trabajos de los profesores William Easterly de la New York University y Gary Fields de la Cornell University muestran que, en general, los pa铆ses y regiones dentro de los pa铆ses que tienen menos desigualdades de renta crecen m谩s r谩pidamente que los que tienen m谩s desigualdades. Lo que es igualmente importante es que cuando se analiza la calidad del crecimiento econ贸mico (teniendo en cuenta el tipo de crecimiento y su impacto en el medioambiente), los pa铆ses y regiones menos desiguales tienen crecimientos de mayor calidad que los m谩s desiguales.
Lo mismo ocurre cuando se considera la riqueza, es decir, la propiedad de los medios que generan renta, tales como la tierra. Existen ya muchos estudios que muestran que en aquellos pa铆ses en los que la tierra est谩 menos concentrada, la productividad en su explotaci贸n es mayor que en aquellos pa铆ses en los que hay grandes latifundios. Y lo que es incluso m谩s importante es que la mayor productividad se alcanza cuando los agricultores trabajan cooperativamente, en tipos de trabajo asociativo como cooperativas agr铆colas. En EEUU, la mayor productividad agr铆cola no se da en las grandes explotaciones, sino en las peque帽as con relaciones cooperativas, como ocurre entre las granjas del grupo religioso Mennonites en Pensilvania. Otro ejemplo es lo ocurrido en Jap贸n. El gran resurgimiento de la econom铆a japonesa despu茅s de la II Guerra Mundial fue resultado de la reforma agraria, impuesta por los aliados a Jap贸n, como medida de romper la oligarqu铆a japonesa basada en las grandes familias terratenientes.
Por qu茅 los salarios bajos no son buenos para el desarrollo econ贸mico
Otra muestra del error de la teor铆a de los llamados incentivos es la baja productividad causada por las desigualdades, siendo Espa帽a un ejemplo de ello. Los bajos salarios en Espa帽a son una de las causas de la baja productividad. Si los salarios fueran m谩s altos, ello forzar铆a al empresario a invertir m谩s, a fin de aumentar la productividad de cada trabajador. No es, como constantemente se dice y escribe, que la baja productividad determina bajos salarios, sino al rev茅s, los bajos salarios son los que determinan la baja productividad. Si el due帽o de las vi帽as de Tarragona tiene una gran abundancia de personas para trabajar en las vi帽as, es probable que les pague muy poco. Si no los tuviera, invertir铆a m谩s para aumentar su productividad. Aumentar los salarios en un pa铆s es una medida esencial para aumentar la productividad, una realidad ignorada, cuando no ocultada, en nuestro pa铆s, donde el empresariado tiene un enorme poder y los sindicatos tienen poco. En realidad, la evidencia muestra que cuanto mayor es la fuerza de los sindicatos de clase, mayores son los salarios y mayor es la productividad de un pa铆s. A帽ado lo de sindicatos de clase, pues los sindicatos corporativos (lo que en ingl茅s se llama business unions), con sus demandas, pueden aumentar las desigualdades dentro del mundo laboral. Tal como se帽ala Chris Tilly en su excelente art铆culo “Geese, Golden Eggs, and Traps: Why Inequality is Bad for the Economy”, la sindicalizaci贸n de la fuerza de trabajo en las industrias estadounidenses en los a帽os treinta y cuarenta (estimulada por el New Deal) jug贸 un papel clave en aumentar la productividad.
En realidad, las desigualdades han sido la causa de la crisis
En los a帽os cincuenta hubo una teor铆a muy promocionada por los estamentos de gran poder econ贸mico (que reflejan el punto de vista de los s煤per ricos), que postulaban que la mejor manera de reducir las desigualdades era el crecimiento econ贸mico. El autor m谩s conocido, promotor de esta visi贸n, fue el Premio Nobel de Econom铆a Simon Kuznets. Su argumento parec铆a l贸gico y razonable. A medida que la poblaci贸n laboral pasa de trabajar en la agricultura (que tiene unos salarios bajos) a la industria (que tiene unos salarios altos), hay menos desigualdades. La realidad, sin embargo, es distinta. Las mayores desigualdades no ocurren dentro de la fuerza laboral, sino entre los que derivan sus rentas del capital (los capitalistas, t茅rmino que ahora no se utiliza por creerse err贸neamente que es un t茅rmino anticuado) y los que las derivan del trabajo (los trabajadores, que hoy son la gran mayor铆a de la poblaci贸n). Esta distribuci贸n de las rentas est谩 determinada primordialmente por razones pol铆ticas, no econ贸micas. Cuanto mayor es el poder de los propietarios del capital (que concentran la riqueza y las rentas) mayores son las desigualdades y cuanto mayor es el poder los asalariados y empleados menos desigualdades hay. Y es ah铆 donde est谩 la ra铆z del tema de las desigualdades. El gran poder del mundo del trabajo que se dio a los dos lados del Atl谩ntico Norte en el periodo 1945-1980 fue la mayor causa del crecimiento de la econom铆a y del decrecimiento de las desigualdades. Este decrecimiento se revirti贸 con el cambio pol铆tico en los a帽os ochenta, con las pol铆ticas p煤blicas neoliberales del Presidente Reagan y de la Sra. Thatcher, de las que se apropiaron m谩s tarde tambi茅n las izquierdas gobernantes, que pasaron de la socialdemocracia al socioliberalismo. A partir de entonces, las rentas del capital se han incrementado enormemente, de manera tal que en muchos pa铆ses, como Espa帽a, estas rentas representan un porcentaje del PIB incluso mayor que las rentas del trabajo. Esta enorme concentraci贸n de las rentas y de las riquezas y el empobrecimiento de los trabajadores son las causas (silenciadas e ignoradas) de la gran recesi贸n y el bajo crecimiento, como he mostrado extensamente en mis trabajos. Es interesante que incluso la OCDE acaba de reconocer este hecho. El mayor problema de la econom铆a europea, incluyendo la espa帽ola, es la escasa demanda, que est谩 paralizando la econom铆a de estos pa铆ses. No es mera casualidad que en la UE-15 los pa铆ses con una mayor recesi贸n hayan sido los que tienen mayores desigualdades. Espa帽a es un claro ejemplo de ello.
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