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Perú a la derecha, Suramérica a la izquierda

OPINIÓN de Raúl Wiener, Perú.- Si algo se está escapando de los balances electorales del 5 de octubre, es lo que está pasando en el entorno sudamericano y la manera como estamos quedando colocados frente a las preferencias de nuestros vecinos. Como es evidente lo que acaba de pasar en el Perú, con algunas excepciones, implica un profundo giro a la derecha respecto a las tendencias que estaban a la vista en el 2010 y 2011. Lo más a la izquierda que se inclinaron los electores peruanos, fue a elegir a Humala con su programa de “gran transformación”.

Ya se sabe que el presidente nacionalista, por debilidad o conveniencia, desertó de sus compromisos electorales y prefirió entenderse con sus enemigos de la víspera. Así el Perú quedó fuera de la corriente progresista y crítica al neoliberalismo, y se alineó con el proyecto pro-Estados Unidos que Alan García armó a las apuradas antes de dejar el poder: la ahora llamada Alianza del Pacífico que agrupa a los gobiernos más conservadores de América Latina. En fin, Humala pasó de amigo de Chávez, Lula y Evo, a pata de Peña Nieto y Santos, como si justos representaran un proyecto en común.

Pero, ¿qué ha venido ocurriendo en la mayoría de países de la UNASUR que han tenido o están teniendo elecciones recientes. Veamos: mientras el 5 de octubre en Lima, Castañeda ganaba al galope y le quitaba el Municipio de Lima a la izquierda, que sólo ha podido ser parte de una victoria significativa en Cajamarca, en el inmenso Brasil, el PT de Dilma Rouseff se imponía en una disputa que por algún momento pareció escapársele de las manos por la ambigua amenaza de una ecologista exradical, que decidió hacer puente con el neoliberalismo. La posibilidad de voltear al gigante carioca a la derecha todavía no ha desparecido del todo, pero las estimaciones de segunda vuelta dan hasta ahora ventaja a la presidente.

En Bolivia, este fin de semana, Evo Morales corre prácticamente solo y las apuestas tienen que ver con el porcentaje que obtendrá para imponerse en una sola vuelta. En Chile, a comienzos de año, la remozada derecha picochetista, fue apabullada por una Bachelet que prometía un gobierno a la izquierda del que hizo hace cuatro años. En Uruguay todavía estamos en las fases previas a la elección donde el Frente Amplio intentará un tercer período de gobierno. ¿Qué quiere decir todo esto? En primer lugar que lo que pasa en el Perú, donde nos están pintando una historia de horror para el 2016: escoger entre Keiko y García, no tiene relación con el estado de ánimo electoral en la mayoría del subcontinente.

Los sudamericanos quieren ser política y económicamente más autónomos. Los peruanos que hemos pasado por la traición de Humala estamos mucho más errático, desilusionados y casi cínicos a la hora de votar. Habrá que ver qué ocurre de aquí a dos años.





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