OPINI脫N de Mauricio Casta帽o H., Colombia.- Lo peor de la condici贸n humana emerge en los momentos en los que el odio hierve, entonces, aquel hombre que cre铆amos mansa paloma, se convierte en la bestia m谩s temible capaz de matar y comer del mismo muerto. La bestia ruge el lenguaje de la guerra. Nos invade la dualidad entre el escaso amor y el abundante odio. Desde ni帽os, desde hace mucho tiempo, la cultura occidental nos ense帽a las luchas binarias entre el bien y el mal, bonito y feo, arriba y bajo, negro y blanco, simplificando y acabando con la vida multiforme. De all铆 se desprende el desprecio por el mundo terrenal y el anhelo de mundos de ultratumba.
Nuestros sistemas pedag贸gicos, ingenuos, se vuelcan con abrojo hacia la batalla campal de la exclusi贸n, son felices yendo y viniendo a las olimpiadas, ense帽adas desde la m谩s temprana edad a sus escolares. Ganar es la consigna. S贸lo premio para un primer, segundo y tercer puesto, los dem谩s se van con la frustraci贸n de perdedores. He ah铆 una m谩quina productora de Exclusi贸n. Muchos son los llamados, pocos los escogidos, vanaglorian las voces que conceden los galardones. Distantes de metodolog铆as de la cooperaci贸n que enlazan en la hermandad, en la solidaridad. Los trofeos resultan m谩s atractivos para quienes buscan el champ煤 de la fama, el poder y el dinero, las tres peores drogas existentes.
La palabra amor apenas es reservada para ser pronunciada en la alcoba familiar para buscar cari帽o de la esposa cornuda. Los dem谩s seres son lobos de los cuales debo defenderme, hacemos honor a la enga帽ifa que declara guerra a todos, luchar contra todos los lobos que somos, ojal谩 entreguemos los infantes a Herodes, as铆 se evita futuros monstruos. As铆 las cosas, torna el perd贸n m谩s est煤pido que el arrepentimiento. La bondad escasea, la maldad abunda, vencer o morir, las olimpiadas irrigadas en todo el sistema pedag贸gico nos han ganado. Desde la cuna succionamos la rebati帽a, la escuela pura competencia de garaje mercantil, los pol铆ticos hacen propaganda barata con la vivienda, los privados estafan y se enriquecen. Estamos envenenados con las fuentes esenciales de y desde la comida, techo y educaci贸n.
Este proyecto b茅lico, arraigado en el sentimiento popular, todo lo hace m谩s dif铆cil. Encender los telediarios y presenciamos la guerra hecha folclor familiar: mujeres agarradas de las gre帽as ri帽endo por tripa, el esposo que moretea a su mujer porque sospecha se tira al cura de la parroquia, el alto jerarca abusador de infantes, el gobernante derroch贸n, el pol铆tico demag贸gico que engord贸 sus negocios familiares con auxilios parlamentarios. Guerra contra todos, el hombre es un lobo para el hombre, lecci贸n aprendida y reproducida en los sistemas pedag贸gicos. La guerra ha triunfado.
Por fortuna la vida en su naturaleza biol贸gica se impone, de no ser as铆, la voluntad del b铆pedo humano ya hubiera matado el 煤ltimo rat贸n para ser cocinado con el 煤ltimo pu帽ado de hierba con la 煤ltima gota de petr贸leo extra铆da. La vida persiste. Cuando nos amenaza un virus, por ejemplo, el mismo organismo en su sabidur铆a segrega antivirus con esas temperaturas altas, el escalofr铆o hace frotar los m煤sculos para, en su frotamiento, producir mayor calentamiento, la fiebre, y as铆 quemarlos, luego vendr谩 el sudor para enfriar cuerpo.
Estos sistemas biol贸gicos de autorregulaci贸n se asimilan a las t茅cnicas sociales que frenan esa bestia asesina que tenemos dentro y cierra el c铆rculo de la violencia, referenciamos de nuevo el ejemplo de la prostituta perdonada en la tradici贸n cristiana, una inteligente y valiosa t茅cnica que habilita el perd贸n, restaura la sociedad del amor, aviva la llama de la fraternidad dentro de la comunidad, tan propicia en los momentos de guerra y de odio. Este es el gran activo, la gran ganancia, m谩s que buscar cualquier indemnizaci贸n material. Es el perd贸n, y m谩s que 茅ste, el horizonte de reconciliaci贸n que todo ciudadano debe habilitar en la cuna, en la escuela y en el trabajo, ninguna destrucci贸n, ning煤n da帽o material es posible de restaurarse en plenitud ni por la justicia, ni por la sociedad, ni el sistema econ贸mico. Pedagog铆a de paz suena bien.