OPINI脫N de Carola Ch谩vez, Venezuela.- Esper谩bamos frente al banco, faltaban diez minutos para que abriera sus puertas, tiempo suficiente para que se armara una peque帽a y entretenida tertulia en la que solo faltaba el caf茅 y el Valium.
“El gobierno lo oculta” -Escuch茅 a mis espaldas- “El chikungunya no es lo que dicen, es algo peor, tan malo es que ya hay miles de muertos y no lo dicen. Yo me enter茅 por una prima que vive en Miami y, tu sabes, all谩 si manejan la informaci贸n. Y claro, por eso no se consigue acetaminof茅n, porque el gobierno lo tiene todo acaparado por si le da chikungunya a uno de sus “enchufaos”. As铆 estamos, mi amor, a la buena de Dios y este pueblo conformista que no se levanta de una buena vez.”
¡Ahhh!, ¡ohhh!, ¡mmmm! -Exclamaron en coro tres se帽oras, que m谩s que asombro expresaban satisfacci贸n, inspirando a otro conversador a entrar en el ruedo de la locura.
“Ahora si se hunde Maduro. El petr贸leo se desploma y con 茅l esta dictadura. Ya veremos de d贸nde van a sacar d贸lares.” -Sonri贸 salivante, con cara de “se van a tener que comer las alfombras”, mientras estrujaba su carpeta marr贸n de SICAD. ¡Ahhh! ¡Ohhh! ¡Mmmm!
“Y la navidad va a ser espantosa, imag铆nate que hasta est谩n recomendando por ah铆 que reutilicemos los adornos del a帽o pasado… ¡Qu茅 miseria, vale! Ni la navidad respetan. Yo cada a帽o renuevo mis adornos. El a帽o pasado era todo lila, precioso, y este a帽o quiero hacerlo todo en blanco y azul con palomitas de la paz. Ya compr茅 las bolas y los lazos pero me faltan las palomitas. Es incre铆ble que en un pa铆s tan rico como este, hacer el arbolito se convierta en un calvario. Pero te digo una cosa, as铆 tenga que pagar una fortuna, porque, para mi, la navidad no tiene precio.” ¡Ahhh! ¡Ohhh! ¡Mmmm!
“Vivimos un verdadero desastre, lo peor es que ya no quieren que seamos como Cuba sino como China. ¿Tu has visto a los chinos? Todos uniformados porque el gobierno los obliga a vestirse iguales, comunismo puro, pues… Aunque all谩 s铆 hay que ir derechito: Si un chino choca con otro en el Metro se lo llevan preso. Pues, aqu铆 tendr铆an que hacer una c谩rcel del tama帽o del pa铆s porque el venezolano -siempre en tercera persona- es un desordenado” ¡Ahhh! ¡Ohhh! ¡Mmmm!
Abri贸 el banco, por fin. Entonces los vi caerse a empujones, decente y pensantemente, tratando de pasar por la puerta, todos a la vez.
*carolachavez.wordpress.com