OPINI脫N de Javier Madrazo Lav铆n.- La pol铆tica para ser democr谩tica debe liberarse, en primer lugar, del control efectivo que sobre ella ejercen el poder econ贸mico y los mercados. La pol铆tica se ha transformado en un instrumento al servicio de los intereses de la banca y las grandes empresas, que ejercen su autoridad en el mundo entero a trav茅s del FMI, el BCE y el Consejo de Europa.
Instituciones que han pervertido no s贸lo la acci贸n pol铆tica sino sobre todo, y m谩s grave a煤n, han anulado la democracia. El capitalismo se ha convertido en una dictadura, y las instituciones, especialmente las supralocales ,son brazos ejecutores de 贸rdenes que dictan personas que jam谩s han concurrido a unas elecciones y de las que nunca conoceremos sus programas, ni mucho menos sus rostros.
El cumplimiento efectivo de los derechos humanos no son, su objetivo prioritario , como tampoco lo es la superaci贸n de las desigualdades o la redistribuci贸n justa de la riqueza. Los m谩ximos mandatarios saben muy bien que sus decisiones implican desempleo, precariedad y desahucios ; y en los pa铆ses empobrecidos implican guerras, hambre y enfermedades. Estos son s贸lo da帽os colaterales , el precio a pagar por amasar cada vez mayores fortunas y un poder sin m谩s l铆mite que su propia voluntad.
Las consecuencias de sus acciones tienen rostro. Hombres y mujeres con nombres y apellidos. S贸lo en Espa帽a el 25% de la poblaci贸n se encuentra en estado de exclusi贸n social. M谩s de once millones de personas, de las cu谩les cinco padecen exclusi贸n severa. Es obvio que los autores del VII Informe Foessa no comparten el optimismo del presidente del gobierno , Mariano Rajoy, cuando este 煤ltimo afirma , una vez m谩s, que estamos saliendo de la crisis. Quienes se creen los “amos del mundo”, como les llamaba Tom Wolfe en su obra “la hoguera de las vanidades”, s贸lo tienen ojos para las cifras macroecon贸micas, pero les falta sensibilidad para pensar en las personas. As铆 va el mundo.
Es vedad que la crisis econ贸mica est谩 铆ntimamente unida a una gran crisis institucional y 茅tica, que ha logrado hacer tambalear los cimientos de un modelo de desarrollo injusto e insolidario, tan agotado como corrompido. Sin embargo, es igualmente verdad, que sus m谩ximos valedores har谩n todo lo posible para perpetuar este sistema que tan 煤til y rentable les ha resultado. Abrir谩n la mano con gui帽os sociales m谩s testimoniales que reales, realizar谩n ligeros retoques en la fallida estrategia de la austeridad(austericidio), castigar谩n m谩s por obligaci贸n que por convicci贸n a los m谩s corruptos e impulsar谩n procesos de transparencia y participaci贸n, que ser谩n simples operaciones de maquillaje para acallar protestas y recuperar parte de la credibilidad perdida.
A pesar de ello, debemos confiar en la capacidad de transformaci贸n de la realidad que tienen las personas con ideales y valores (la mayor铆a) mediante la movilizaci贸n popular y la negaci贸n del voto a quienes no est谩n dispuestos a emprender una nueva transici贸n que supere los d茅ficits pol铆ticos, sociales y econ贸micos que arrastramos desde 1978. Este es el reto m谩s acuciante. La pol铆tica debe imponerse a los mercados y debe situar la prioridad de la persona por encima de los beneficios de la banca. La sociedad no entender谩 los hipot茅ticos pactos y alianzas entre PP y PSOE, a instancias de las grandes empresas, grupos financieros y la troika.
Estas dos formaciones pol铆ticas deber铆an: leer el contenido 铆ntegro del informe Foessa, realizar una profunda autocr铆tica por que sus decisiones nos han conducido a esta situaci贸n de emergencia, y situar a las personas y sus necesidades en el centro de sus actuaciones.
Seguramente no lo har谩n a menos que las urnas les desautoricen, la ciudadan铆a les muestre su rechazo , d谩ndoles la espalda; y fuerzas que defienden un mundo mejor y m谩s justo, as铆 como movimientos emergentes , con conciencia, principios y valores, les desplacen de los centros de decisi贸n.
El futuro ser谩 mejor si este es el camino que elegimos.