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El pecho de Mariano

OPINI脫N de Rafael Fernando Navarro.- Cada vez que Rajoy da una conferencia de prensa que resulta no ser conferencia de prensa, se asoma al plasma o podemos verlo en carne mortal, los periodistas no se rompen la cabeza buscando titulares porque todo viene dado por la forma f铆sica del presidente y por el relieve de sus palabras. Titulan entonces: El presidente saca pecho.

Desde que lleg贸 a Moncloa, Rajoy es as铆. “A m铆 nadie me ha presionado. He sido yo el que he sabido presionarles a ellos” Se refer铆a a la troika, a Angela Merkel, a la Uni贸n Europea. Y los ciudadanos nos aferramos al pecho de Mariano porque no habr铆a dinero para los bancos (no como los socialistas), no se tocar铆a la estupenda sanidad que hab铆amos forjado durante a帽os, los jubilados seguir铆an sintiendo la alegr铆a de haber vivido, la ense帽anza ser铆a cuidada con esmero porque un pueblo mal formado se asoma a la propia ruina. Y el estado de bienestar se perfeccionar铆a porque hab铆a l铆neas rojas que no ser铆an traspasadas por nada. Lo dijo santa Mar铆a Dolores, patrona de los trabajadores y Ruiz Gallard贸n, preocupado por 煤teros y entrepiernas, y Pons el de la camisa blanca reci茅n lavada o deste帽ida de azul de monta帽as nevadas.

Merkel sonre铆a. La troika se carcajeaba. Rato cortejaba a Bankia porque Bankia estaba despechada del amor de Blesa. Bankia se guardaba cartas en la faja por si ten铆a que refutar palabras falsas sobre su hermosura, o tarjetas negras que eran como estupros de su consejo de administraci贸n. Y Mariano tuvo que aportar miles de millones para tapar la boca del despecho y salvar la caballerosidad de Blesa, de Rato y de una Esperanza Aguirre que nunca sabe lo que sabe, que nunca hace lo que hace y que no aspira a nada a lo que aspira. Porque ella logr贸 colocar a hijos de puta (son sus palabras) como venganza contra otros hijos de puta. Las sexagenarias son as铆 cuando alguien les recuerda que ya no tienen pechos turgentes y que las residencias de ancianos son con frecuencia residencias de olvido. Y ella mece a Rajoy como si de una macarena se tratara, pero en realidad lo que pretende es tirarlo del trono como un cristo pagano de las tres ca铆das.

Rajoy se fue al trastero huyendo de sus propias promesas. Sab铆a de antemano que no las iba a cumplir (lo mismo que ahora critica a Podemos). Se lo hab铆a gritado su propio cinismo. Pero para derrotar ese cinismo entabl贸 una tierna amistad con 茅l. Arriola se lo hab铆a aconsejado: si no puedes vencer a tu enemigo 煤nete a 茅l. Y ahora son u帽a y carne.

Dicen que el tic nervioso del ojo izquierdo del presidente delata la falsedad de lo que dice y 茅l es una llamada de socorro al cinismo sin el cual le dar铆a verg眉enza hablar con o sin plasma. Ultimamente su ojo funciona a una velocidad nunca vista. La ayuda a la dependencia se ha mejorado sustancialmente. Se crea empleo de calidad. Se ha mejorado la sanidad pagando no s茅 cu谩ntos millones de euros correspondientes a la herencia recibida. Los pensionistas pueden ya tomar un caf茅 al mes sin az煤car ni sacarina gracias a la revalorizaci贸n de pensiones. Los que disfrutan (porque es un aut茅ntico disfrute) del salario m铆nimo interprofesional tienen que agradecer una subida de tres euros. Nada menos que tres euros. Y eso es fruto de que la econom铆a va bien, de que Europa nos admira, de que somos envidia del mundo, locomotora del bienestar, de que la crisis es historia como la gloriosa batalla de Lepanto. Montoro asegura que crecen los salarios, que podemos estar orgullosos de la recuperaci贸n. Y ciertos economistas esgrimen que todo va bien, aunque la gente no tenga esa percepci贸n. Yo creo que si los que han sufrido bajadas del 20% o el 30% de sus sueldos lo percibir铆an sin duda alguna si hubieran vuelto a ingresar esas cantidades. No puede afirmarse esa incapacidad perceptora sin caer en la afirmaci贸n de la deficiencia mental de los asalariados.

De Guindos asegura que los trabajadores han perdido el miedo a quedarse sin trabajo. Si esto es verdad, por qu茅 aceptar trabajos con sueldos m谩s propios de esclavitud que de dignidad obrera? Por qu茅 vivir instalados en el chantaje? Por masoquismo puro? Abusar de chantaje y afirmar que los trabajadores no son conscientes del mismo es caer en la crueldad de subestimar hasta el infinito los est贸magos vac铆os, los hijos con hambre, los comedores sociales, la solidaridad de barrios o la generosidad de Caritas. Confiesa el ministro que su hijo economista, dominando varios idiomas, trabaja cobrando hasta hace poco 400 euros y en la actualidad llev谩ndose a casa 1.000 euros. ¿Me dice alguien d贸nde est谩 la correspondencia entre trabajo y salario?

Rajoy, Pelayo del siglo XXI, Col贸n de tierras conquistadas, Isabel exorcista de todos los males, cob铆janos a tus pechos. Y una recomendaci贸n cari帽osa: cuide su ojo izquierdo. Todo lo de izquierdas es perverso.

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