OPINI脫N de Mauricio Casta帽o H., Colombia.- Una diferenciaci贸n necesaria entre transmitir y comunicar. La transmisi贸n se refiere a la memoria colectiva construida de 茅poca en 茅poca y que hace que una comunidad perdure en el tiempo, son procesos de larga duraci贸n. En cambio la comunicaci贸n es circulaci贸n de mensajes en un momento dado y preciso, en el aqu铆 y en el ahora. Se comunica informaci贸n de actualidad, esa misma que no perdura como cuando se dice que las palabras se la lleva el viento o el peri贸dico de ayer que al d铆a hoy no vale nada. Comunicar es transportar informaci贸n dentro del espacio; la transmisi贸n es en el tiempo. La transmisi贸n es un proceso, procesi贸n, en griego paradosis significa tradici贸n. La transmisi贸n empieza de padre a hijo, profesor alumno, maestro aprendiz.
Si Jes煤s de Nazaret no se hubiera comunicado con su entorno, conversado con sus disc铆pulos y apostrofado a multitudes, la iglesia cristiana no hubiera podido garantizar el mensaje evang茅lico a trav茅s de 茅pocas y traspasando continentes. La pastoral reduce la proporci贸n l贸gica del mensaje para extender sus zonas de recepci贸n a capas sociales dominadas o perif茅ricas. La cruz, el crisma, los monogramas, el JHS Jes煤s hominum salvador, el pez, el cordero, aseguran como un esperanto 贸ptimo, una din谩mica maximal en la expedici贸n translinguistica y transnacional del mensaje y su divulgaci贸n de f谩cil memorizaci贸n incluso mediante par谩bolas, sus frases breves, contundentes y viajeras. Una din谩mica reduccionista. La transustanciacion permite miniaturizar el cuerpo entero de dios en una min煤scula circuferencia de pan, la hostia, este es el cuerpo de Cristo.
Es instrumento, es soporte para la transmisi贸n, por ejemplo, la biblioteca, con su armario de libros es genealog铆a institucional del instrumento signo, es prolongaci贸n o complemento de una comunidad organizada. Es un soporte que opera la trasmisi贸n. As铆 tenemos que Biblioteca es medium pero no motor. La comunidad transforma el dep贸sito en vector, perpet煤a como lo hace la escuela, la iglesia, naci贸n, etc.
El libro no hace al lector como tampoco los zapatos no son los que hacen caminar a los hombres, es m谩s bien lo contrario. No se puede fetichizar el instrumento. No porque hay libros hay lectores. El libro es monumento que guarda la memoria para ser transmitida de generaci贸n en generaci贸n. El libro perdura, el peri贸dico de ayer es materia olvidada que pierde vigencia el d铆a de hoy. Por eso el libro es irremplazable por la prensa. No se puede tomar el veh铆culo por el mensaje. El mensaje cristiano ha sido transmitido, fijado a trav茅s de los tiempos gracias a c谩nticos, oraciones, fiestas pastorales, vitrales, procesiones, la hostia, los sacramentos, el incienso. As铆 mismo la referencia nacional se transmite por la bandera, el himno, conmemoraci贸n de muertos y h茅roes.
Dice el poeta Paul Valery: Un poema bello, una idea, un descubrimiento, no tiene un valor seguro. Si se destruyen antes de que se den a conocer, no ha ocurrido nada. Si act煤an, si se aferran a un hombre, y luego a otro, su alcance se hace incalculable; participa de aquello en lo que se va a convertir el hombre. Si el hombre perece sin otro efecto, ellos perecer谩n tambi茅n del mismo modo.
Transmitir es organizar, y organizar es jerarquizar, mientras que para comunicar basta con interesar. Para transmitir correctamente hay que transformar cuando no convertir, Jes煤s incitaba a la conversi贸n, los ap贸stoles lo siguieron en su ejemplo, la mujer ad煤ltera se convirti贸 de pecadora a santa. Desde nuestros or铆genes homo nos distinguimos porque almacenamos, interiorizamos comportamientos, normas y experiencias que no hemos vivido. Se transmite lo que hay en el dep贸sito, en el almacenamiento, lo que se ha logrado conservar. No hay agricultura sin graneros. Sin reservar no se puede poner a circular.
S铆mbolo deriva del griego sema, signo, sem谩foro, semiolog铆a, polisemia, etc. Tumba, la columna que se帽ala al muerto. Aunque hoy la muerte se desmaterializa con la incineraci贸n, los deudos entre m谩s r谩pido se deshagan del cad谩ver, retirada inmediata de lo biodegradable, sin exposici贸n, valorada por las pr谩cticas culturales que precisan descontaminaci贸n ambiental. desritualizaci贸n del evento funerario. Nuestros cementerios son menos visitados, las concesiones est谩n abandonadas, los epitafios merman, el ornato funerario se trivializa.
La confusi贸n entre la trasmisi贸n y comunicaci贸n lleva a lo apocal铆ptico, satanizar por ejemplo a los medios de comunicaci贸n que amenazan con acabar con la educaci贸n, con la inutilidad de los libros o mejor a煤n de la memoria colectiva que transmite valores que preservan la comunidad. Cuando apareci贸 el autom贸vil no se hicieron esperar las voces apocal铆pticas que pronosticaban el deterioro de la salud por el no caminar por las calles. No fue as铆, con el uso automovil铆stico los hombres ya no caminan, corren en parques, sobre una cinta rodante.
Hoy nuestra sociedad se define m谩s por lo inmaterial como las autopistas de internet que por las moles de cemento prometidas por los demag贸gicos pol铆ticos. Nos dice Regis Debray en su libro Introducci贸n a la mediolog铆a, el cual nos inspira en este escrito: Ya no es momento de ferrocarriles, de cables telef贸nicos y de entra帽ables emisores de rayos hercianos. Las nuevas comunicaciones se surten de lo desmaterializado y lo invisible. Los discos duros, la microelectr贸nica, la optr贸nica, escapan tanto al ojo humano como a los sat茅lites geoestacionarios y a los chips de silicio. Todo cuanto permite escuchar, ver, hacerme escuchar, hacerme ver, desplazarme, informarme, intercambiar, alimentarme, y que no se ve. Los nuevos flujos de transmisi贸n se surten de lo desmaterializado y lo invisible.