OPINI脫N de Rosa Mar铆a Artal.- … “¡un Despertar! Esa palabra canta, retumba, inunda mi mente como un golpe de gong. No es algo religioso, es vital. Consiste en ser consciente de la realidad”.

Jos茅 Luis Sampedro nos dej贸 “La vida perenne” y acudo a 茅ste, su 煤ltimo libro reci茅n publicado, cuando preciso algo as铆 como sosiego e inspiraci贸n. Este 23 de Abril he vuelto a levantarme con el profundo ruido de la corrupci贸n y la desverg眉enza que entra por cada ventana que abras al exterior –la radio, las webs de informaci贸n, menos en algunas televisiones manipuladas-. No, hoy, no todav铆a.
“… pero esa palabra se puede convertir en ruido, en ruido para adormecer, confundir, enga帽ar, persuadir con falsedades o encadenar con creencias”…
Es la filosof铆a perenne, la reflexi贸n constante, lo que realmente fundamenta una vida personal s贸lida. “…Seguir oy茅ndole y seguir aprendiendo con 茅l la dif铆cil asignatura del arte de vivir, esa que nunca se llega a aprobar, pero cuyo aprendizaje es imprescindible para nuestro autodesarrollo”, explica Olga Lucas, su viuda, en el pr贸logo.
Cada libro que comento en ese art铆culo merecer铆a cuando menos un largo texto en exclusiva y puede que sea una herej铆a mezclarlos. Pero en realidad las ideas se fusionan igual en nuestro cerebro y sobre todo el oficio de bombero apagafuegos de esta realidad que nos impone la pol铆tica espa帽ola me ha hecho aparcarlos demasiado tiempo sin hacer siquiera una menci贸n. Con lo que necesito escribir “de otra cosa”. No es f谩cil. Casi oigo lanzar los improperios habituales de las personas decentes al ver la cadena de atropellos diarios.

S铆, y de esto tambi茅n hay que hablar. Y escribir. Los autores de Reacciona volvimos a embarcarnos en “ReaccionaDos”. Sin Sampedro. Con Javier G谩llego,Crudo. Buscando razones y salidas a la sinraz贸n de estos momentos que amenaza con perpetuarse. Zana lo retitul贸: “El libro que no quieren que leas”. Y hoy 脌ngels Mart铆nez Castells rescata esa idea y parte de su cap铆tulo. Es excelente.
“Javier Bardem gan贸 en el 2008 el Oscar al mejor actor de reparto por No Country for Old Men de los hermanos Coen. Fue el primer actor espa帽ol en conseguir el galard贸n y lo certific贸 Price Watherhouse, una de las cuatro mayores empresas auditoras y consultoras del mundo. Desde hace d茅cadas, las celebrities que pisan la alfombra roja saben que gracias a PwC nadie manipula los votos de los miembros de la Academia. Cuando en el 2014 se cumplieron los 80 a帽os de su notariado, la publicidad no pudo ser mejor. Recorri贸 el mundo la fotograf铆a de Bob Moritz, socio senior de PwC, entregando a Michelle Obama el sobre con el nombre de la ganadora al Oscar a la Mejor Pel铆cula.
A los presidentes de la PwC les encanta aparecer sonrientes, en p煤blico, con la primera dama del mundo o las estrellas de Hollywood, pero utilizan mucho m谩s sigilo a la hora de asesorar a los gobiernos sobre c贸mo cumplir los requisitos del FMI e implementar la gobernanza de la mano y a gusto de las grandes firmas multinacionales. De forma mucho m谩s discreta, frecuentan Ministerios y Consejer铆as impartiendo la doctrina neoliberal de la globalizaci贸n que va minando, con los derechos humanos, los servicios p煤blicos.
La mercantilizaci贸n de la confianza y el negocio de la precariedad
Lamentablemente, no todos los encargos a quienes trafican con la confianza del mundo son tan glamurosos e inocuos como actuar de fedatario en la ceremonia de los Oscar. Por ejemplo, el informe “Fatal Fashion” de SOMO denuncia las p茅simas condiciones de trabajo de f谩bricas textiles proveedoras de importantes cadenas de moda occidentales, y acusa a consultoras “independientes” de que, tras numerosas y recientes auditor铆as y controles, fueran incapaces de detectar las graves deficiencias de seguridad y la precariedad de las estructuras. Tampoco supieron ver las salidas de emergencia bloqueadas en la Ali Enterprises en Karachi o en la Fashions Tazreen Limited de Dacca. Cuando se incendiaron estas f谩bricas textiles en Bangladesh y Pakist谩n en el a帽o 2012, murieron 400 trabajadoras. Sin embargo, la Ali Enterprises hab铆a recibido el certificado SA8000 s贸lo tres semanas antes del incendio.”
Si quieres seguir leyendo, h谩zlo aqu铆. Y mucho m谩s en el libro, con el resto de los autores que, ya digo, subimos a una embarcaci贸n con la idea de que no zozobrara, ni ella, ni el pa铆s y el mundo al que se dirige.

Uno de los autores de ReaccionaDos, el juez Baltasar Garz贸n (que Juez es aunque no le dejen ejercer) andaba escribiendo su propio libro, El Fango, una historia de 40 a帽os de corrupci贸n en Espa帽a. Una enciclopedia de los casos m谩s sonados con toda la documentaci贸n y la reflexi贸n subsiguiente. Todo por hacer y no se planific贸 bien. El hilo conductor de este per铆odo ha sido la impunidad, dec铆a Baltasar en la presentaci贸n. As铆 estamos, sus consecuencias se palpan. Hay que limpiar el fango y acabar con la impunidad. Nos va la vida democr谩tica en ello.

Esta “Tangerina” de Javier Valenzuela me mira todos los d铆as desde el lomo del sof谩 donde tengo la pila de libros en espera. No es sitio, s铆, lo s茅. Pero as铆 los tengo m谩s presentes. Qu茅 curioso, la acci贸n se desarrolla en T谩nger, que fue la ciudad que tambi茅n llen贸 de color y modernidad a Jos茅 Luis Sampedro ni帽o. Que ganas de ir all铆, al T谩nger literario, con el brillant铆simo Javier.
“Dicen que esta insolencia es fruto de la desesperaci贸n: las gaviotas ya no encuentran los peces que necesitan en las esquilmadas aguas del Estrecho, se han convertido en aves carro帽eras urbanas. A varios kil贸metros del mar, disputan a las ratas y los gatos la basura de los humanos”.
S茅 que Tangerina est谩 llena de glamour pero hay veces que de las p谩ginas de un libro salta la idea que precisas para entender la realidad. Tienen esa facultad.

Jos茅 Yoldi. Como Javier Valenzuela, otro de los grandes periodistas expulsados de EL Pa铆s, hoy consagrado a otros menesteres diferentes a los que lanzaron y consolidaron el diario. En este caso, y en otro momento vital, me beb铆 su libro como “un Millenium”. “El enigma Kungsholm”. Y no es para menos que te salta un shock ya en el cap铆tulo 2. Lo peor es que se trata de una historia real a la que apenas se dio notoriedad –voluntariamente- en los d铆as en los que ocurri贸. En la que se entrev茅n nombres reales entre los personajes. Esta Espa帽a nuestra. Necesitamos huir en las palabras, para tomar fuerza quiz谩s y volver a pronunciarlas.

Una gran periodista Ana I. Bernal con poco suerte en el arte de cobrar por lo que se publica en prensa y que no por ello se desanima. Ha publicado “Herramientas digitales para periodistas”, muchas herramientas de otro tipo precisan gran numero de ellos. Hablan muy bien de 茅l, lo que pasa es que yo en estas cosas ando no en tartana pero en utilitario s铆. Ana es muy rigurosa, seguro que el libro es muy 煤til.

Voluntariosa como pocas, Fani Grande. Su blog, El F茅mur de Eva, pas贸 a libro. Y ha tenido muy buena acogida, se vende en estos tiempos en los que apenas se lee. Es una literatura que se ve. Posee Fani una mirada muy tangible, como cuando se grapa el h铆gado, para ver de soportar lo que estamos viviendo. Apasionada por la ciencia –como todo curioso impenitente- busca explicaciones que salen de la investigaci贸n para hacerlas m谩s palpables, m谩s claras. Y se documenta con rigor de lo que dice. De los muchos hijos literarios de Fani me quedo con “los polumbis”, unos organismos transparentes unicelulares y polivalentes, incre铆blemente resistentes e ingobernables, nacidos a millones “para iluminar a La Humanidad y protegerla de La Estupidez, que es el MAL con may煤sculas”. Y con su descubrimiento de las labores sedantes de cocinar un puerro hasta en su cabellera. Y con saber decir NO, tarea que me aplico en aprender, no sin esfuerzo.

Tengo otro libro pendiente: “STRA-K-AS, historia de una infamia”. Su autor es David Otero. Stradivarius en las redes sociales. Y esa calidad y sensibilidad tiene. David escribe contra el tiempo, con el que est谩 librando singular batalla. Profusa y apasionadamente. Contra el olvido.
Sampedro tendr谩 algo que apuntar a esto, s铆. Lo hac铆a.
“… has de ser aniquilado para abrirte a la Realidad. Morir para vivir; “h谩zte grano de molino”, ense帽a Rumi”.
Ha sido saludable pasar este rato de escritura con ellos, con mis amigos, empecinados en comunicar sus ideas y sentimientos, la belleza, en las p谩ginas de un libro. M谩s a煤n, en tiempos en los que no se lee. Mirad las portadas, son pelda帽os que nos suben hacia nosotros mismos. Que no los rompa el ruido.
Una potente motosierra suena en la calle. Podan. Dec铆a mi hijo ayer “con lo sencillo que era antes el zig-zag de la cizalla”.
“Nuestra 脡poca es, entre otras cosas, la 脡poca del Ruido, ruido f铆sico, ruido mental y ruido del deseo… y no es extra帽o que todos los recursos de nuestra casi milagrosa hayan sido lanzados al general asalto contra el silencio“, busco y encuentro en “La vida perenne” de Jos茅 Luis Sampedro.
Pero hay silencios que deben romperse. Ya toca volver a mirar qu茅 anda haciendo la gentuza. Con m谩s argumentos y fuerza.
… “¡un Despertar! Esa palabra canta, retumba, inunda mi mente como un golpe de gong. No es algo religioso, es vital. Consiste en ser consciente de la realidad”.
Para matar el ruido, abrir las palabras y brindar por la vida.
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