OPINI脫N de Federico Mayor Zaragoza.- Cuando callamos en lugar de alzar nuestra voz, en un gran clamor popular frente a las inmensas injusticias, frente a los desmanes de los grandes grupos de poder, frente a las disparidades crecientes que llevan a vivir –y morir- a tantos seres humanos en medio de precariedades sin fin, en la pobreza extrema… estamos cometiendo un delito de silencio, siendo c贸mplices –“silencio c贸mplice”, como lo ha definido l煤cidamente el Papa Francisco- de inhumanas vejaciones que atentan contra todos los valores 茅ticos y, sobre todo, su fundamento: la igual dignidad.
No se puede alegar inadvertencia… porque ahora sabemos lo que acontece en todo el mundo. Ahora el pr贸jimo no es necesariamente pr贸ximo. Ahora es imperativo alzar la voz, exigir… porque, por fin, “los pueblos” –como se inicia la Carta de las Naciones Unidas- tenemos la posibilidad progresiva de expresarnos libremente.
Cuando llegamos a contemplar como un “efecto colateral” inexorable del actual sistema econ贸mico a centenares de emigrantes jug谩ndose la vida (y perdi茅ndola, con gran frecuencia) porque en sus pa铆ses de origen se mueren de desamparo… silencio c贸mplice.
Cuando vemos que la mayor铆a de los pa铆ses reducen, en lugar de incrementar, las aportaciones destinadas al fomento del desarrollo humano y sostenible… silencio c贸mplice.
¿Qu茅 hace el Banco Mundial “para la reconstrucci贸n y el desarrollo”? ¿Y el FMI? ¿Y el Banco Central Europeo?... ¿Cu谩l es su respuesta inmediata ante el horror de m谩s de 700 personas ahogadas cuando intentaban llegar a las fronteras de los pa铆ses que deber铆an ayudarles y que han sustituido la cooperaci贸n por la explotaci贸n? En Espa帽a, hemos pasado del 0.51% del PIB hace cuatro a帽os al 0.09. No se trata de m谩s “cumbres” ni reuniones del Eurogrupo, especialistas en deudas y primas de riesgo, sino de anunciar la r谩pida transferencia de fondos tanto a escala nacional como internacional (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD). En otro caso… silencio c贸mplice.
Cuando la FAO nos advierte de las miles de personas que mueren de hambre todo los d铆as, la mayor铆a ni帽as y ni帽os de uno a cinco a帽os de edad, al tiempo que se invierten en armas y gastos militares 3,000 millones de d贸lares al d铆a… y no reaccionamos exigiendo un cambio radical en un sistema corrupto que cambi贸 los valores 茅ticos por los burs谩tiles y sustituy贸 a las Naciones Unidas por grupos plutocr谩ticos (G6, G7, G8… G20)… silencio c贸mplice.
Cuando OXFAM informa que 85 personas poseen una riqueza equivalente a la mitad de la humanidad (aprox. 3,300 millones de seres humanos) y seguimos aceptando impasibles que lleguen a superarse de forma tan lacerante (y peligrosa) la brecha entre los marginados y los opulentos… silencio c贸mplice.
Cuando seguimos tolerando tr谩ficos de toda 铆ndole por mafias que disfrutan de gran impunidad en el espacio supranacional, mientras los para铆sos fiscales se van colmando de tenebrosos r茅ditos de actividades abominables, y no exigimos la urgente refundaci贸n de un sistema de las Naciones Unidas dotado de la capacidad y medios para una justicia internacional que act煤e r谩pida y eficazmente… silencio c贸mplice.
Cuando toleramos que el Partido Republicano de los Estados Unidos siga manteniendo la pena de muerte y las ejecuciones en los Estados en que gobierna, dando un mal铆simo ejemplo a los pa铆ses retencionistas (¡ya s贸lo queda un 25%!); y que se haya opuesto a la Corte Penal Internacional y no haya suscrito la Convenci贸n de los Derechos de la Infancia; y haya situado fuera del 谩mbito de las Naciones Unidas a la Organizaci贸n Internacional del Comercio; y hayan liderado la invasi贸n de Irak, basada en la mentira; y, por “codicia e irresponsabilidad” y haya promovido la deslocalizaci贸n productiva actual… silencio c贸mplice.
Cuando hemos presenciado, indignados pero no implicados, que despu茅s de sesenta a帽os de reiterada oposici贸n a concluir con Palestina un acuerdo de paz (que estuvo de a punto de alcanzarse con Isaac Rabin, que fue asesinado), y vemos c贸mo se incrementan los asentamientos israel铆es en Cisjordania… y c贸mo se bombardean en la Franja de Gaza, en una reacci贸n desproporcionada y mort铆fera, hospitales y escuelas de las Naciones Unidas…; y cu谩ndo el Primer Ministro Nethanyahu, con fines electorales y contraviniendo las pautas reiteradas al respecto por las Naciones Unidas, manifiesta que no reconocer谩 el Estado Palestino… silencio c贸mplice.
Cuando sabemos que en el medio ambiente se est谩n produciendo procesos de deterioro que pueden pasar a ser irreversibles, comprometiendo gravemente el futuro de la habitabilidad de la Tierra,… y no denunciamos, y seguimos callados…, silencio c贸mplice.
Cuando en Europa, tan sabiamente establecida en 1950 por pol铆ticos de la talla Robert Schumann –“hay que inventar Europa”- y aceptamos los dictados de una uni贸n monetaria, que no ha ido precedida de una uni贸n econ贸mica y pol铆tica,… y no hemos alzado la voz cuando los mercados tuvieron la desfachatez de nombrar directamente, sin urnas, a los gobiernos de Italia y Grecia, cuna de la democracia…, silencio c贸mplice.
Cuando d贸cilmente satisfacemos deudas contra铆das y simult谩neamente aceptamos los artilugios legales que permiten la discrecionalidad fiscal y que ayudan a ocultar la evasi贸n…, silencio c贸mplice.
Cuando…
Cuando…
Ahora que, por primera vez desde el origen de los tiempos los ciudadanos del mundo conocen progresivamente lo que acontece y pueden expresarse libremente; ahora que la mujer, piedra angular de la nueva era que se avecina, puede intervenir gradualmente en la toma de decisiones, debemos promover con firmeza la terminaci贸n de un sistema basado en las leyes mercantiles y la plutocracia y su sustituci贸n por otro basado en los “principios democr谩ticos” (establecidos en la Constituci贸n de la UNESCO) y, con unas Naciones Unidas refundadas, dotadas de voto ponderado pero sin veto y con una Asamblea General integrada por el 50% de Estados y el 50% de sociedad civil, procurar los cambios radicales que exigen hoy el decoro y la conciencia.
No se trata s贸lo de expresar “horror” ante las 700 v铆ctimas que, s贸lo ayer, ha producido la insolidaridad y la obcecaci贸n mercantilista. Se trata de aplicar sin demora las prioridades establecidas por las Naciones Unidas (alimentaci贸n, agua, salud, medio ambiente, educaci贸n y paz).
Clamor popular para hacer posible la transici贸n de una cultura secular de imposici贸n, dominio, violencia y guerra a una cultura de encuentro, di谩logo, conciliaci贸n, alianza y paz.
El tiempo del silencio ha concluido. El Papa Francisco y el Presidente Obama podr铆an liderar la movilizaci贸n que la inmensa mayor铆a de los habitantes de la Tierra anhelan.
De la fuerza a la palabra, la gran inflexi贸n hist贸rica que se avecina si alzamos la voz y dejamos de guardar silencio c贸mplice.