OPINI脫N de Silvia Ribeiro, M茅xico.- Mientras avanza el caos clim谩tico en el planeta y las previsiones de los cient铆ficos son cada vez m谩s oscuras, desde los centros de poder de la “civilizaci贸n petrolera” se teje una trampa que necesitamos conocer, entender y desarmar. Se llama “emisiones netas cero” y su exponente m谩s reciente es un documento del Banco Mundial, que b谩sicamente nos receta que las empresas pueden aumentar sus emisiones de gases de efecto invernadero si al mismo tiempo les pagamos para que las “secuestren”, con mecanismos de mercado y riesgosas tecnolog铆as.
Es una trampa para confundirnos: no se trata de bajar emisiones, mucho menos de “cero emisiones”, al contrario, al agregarle la palabra “netas”, quieren ocultar que pese a la grav铆sima situaci贸n de calentamiento global, las empresas seguir谩n aumentando la emisi贸n de gases con sus actividades contaminantes, pero presentar谩n una contabilidad –no una realidad- que muestre que esas emisiones ser谩n supuestamente absorbidas en otra parte y el resultado dar谩 cero, por lo que no hay de qu茅 preocuparse.
Por el contrario, todo es para preocuparse. Porque adem谩s de que aumentar谩n las emisiones y por tanto el caos clim谩tico, las propuestas en s铆 mismas son un desastre social y ambiental, que adem谩s pretenden desviar a煤n m谩s recursos p煤blicos para las empresas.
Las causas del cambio clim谩tico est谩n claramente identificadas (y confirmadas con los datos m谩s recientes del IPCC). Se conoce cu谩l es el problema y lo que hay que cambiar: la expansi贸n del modelo industrial de producci贸n y consumo basado en combustibles f贸siles (petr贸leo, gas y carb贸n), mayoritariamente para producci贸n de energ铆a, sistema alimentario agro-industrial y urbanizaci贸n/transporte.
Esto en el contexto de que 80 por ciento de la poblaci贸n mundial apenas tiene el 5 por ciento de la riqueza global, mientras el 1 por ciento m谩s rico tiene el 50 por ciento de 茅sta, lo cual es un fuerte indicador de que ese “progreso” industrial, basado en altas emisiones, en la devastaci贸n, uso y abuso de recursos planetarios, en realidad s贸lo beneficia una peque帽a minor铆a, los mismos que se oponen ferozmente a cualquier reducci贸n real de emisiones.
Y no s贸lo no quieren reducir, adem谩s quieren aumentar las emisiones y aumentar sus lucros con el desastre. Para esto dise帽aron el concepto de “emisiones netas cero” y desde las m谩s poderosas industrias y centros de poder anexos, se han lanzado a asentarlo, en medios, en el p煤blico, en las negociaciones internacionales, en las pol铆ticas y programas nacionales.
Un documento que acaba de publicar el Banco Mundial –Tres pasos para lograr cero emisiones netas– resume el concepto y ordena el abanico de medidas que los gobiernos deber铆an tomar. Muchas ya exist铆an, otras son nuevas. Lo realmente nuevo es englobarlas a todas en el concepto de “emisiones netas cero”, que incluso traducen intencionalmente mal del ingl茅s, para crear m谩s confusi贸n y dar la impresi贸n que se trata de “cero emisiones”.
El paquete menciona vagamente elementos que pueden ser 煤tiles, como “un mejor dise帽o de transporte p煤blico”, pero incluye en forma abrumadora el apoyo a falsas soluciones que empeoran la crisis clim谩tica: tecnolog铆as nocivas como captura y almacenamiento de carbono, “agricultura clim谩ticamente inteligente”, m谩s mercados de carbono y de “bonos verdes”, pagos por servicios ambientales y programas como REDD, conectados a esos mercados. Obviamente, apoya la demanda de las petroleras para establecer “precios al carbono”, pieza clave ahora que esas empresas ven un excelente negocio en la venta de “secuestro de carbono”.
En un art铆culo anterior (Cambio clim谩tico: armando la trampa), expliqu茅 que la tecnolog铆a CCS –captura y almacenamiento de carbono–, es altamente riesgosa e ineficaz para asegurar que el carbono permanezca enterrado, pero muy 煤til a las petroleras para extraer sus reservas hasta ahora inaccesibles, con subvenciones p煤blicas para las costosas instalaciones y ganancias con los bonos por el supuesto “secuestro” de carbono enterrado, mientras parad贸jicamente explotan m谩s petr贸leo y emiten m谩s gases… que luego pueden volver a cobrar por remover de la atm贸sfera.
La l贸gica de la llamada “agricultura clim谩ticamente inteligente”, se parece en su circularidad viciosa: pese a ser un factor principal de cambio clim谩tico, se propone intensificar la agricultura, con transg茅nicos “resistentes al clima”, con alto uso de fertilizantes sint茅ticos –destructores del suelo y emisores de gases como metano y 贸xido nitroso, respectivamente 25 y 100 veces m谩s nocivos que el CO2 para el cambio clim谩tico–, todo lo cual aumentar谩 los mercados y ganancias de las transnacionales de agronegocios. Bajo el mismo paraguas incluyen vender la capacidad de secuestro de carbono de los suelos, como t茅cnica separada de la vida campesina, lo cual, c贸mo ya ha pasado con los programas REDD, ser谩 una forma de quitarle a los campesinos y comunidades el manejo de su territorio.
Parad贸jicamente, existen soluciones reales y posibles, que benefician a la mayor铆a del planeta, la m谩s potente son los sistemas agro-alimentarios descentralizados, campesinos y urbanos, agroecol贸gicos y con mercados locales, y muchas otras soluciones reales, igualitarias y desde abajo, incluyendo tecnol贸gicas. Pero lo que se propaga desde el enga帽oso concepto de “emisiones netas cero” es todo lo contrario: legalizar el aumento de la contaminaci贸n y el caos clim谩tico por parte de las grandes industrias y que adem谩s las v铆ctimas paguemos para que sigan con ello.
Silvia Ribeiro
Investigadora del Grupo ETC