OPINI脫N de Pascual Serrano.- Durante d茅cadas, Izquierda Unida ha sufrido numerosas acusaciones por parte de ciudadanos, electores y militantes. Muchas veces con raz贸n, otras no tanto; unas veces de forma bienintencionada, otras no tanto. Entre las novedades del panorama postelectoral municipal y auton贸mico, est谩 la presencia de un nuevo partido, Podemos, que se va a encontrar en las mismas disquisiciones que tuvo que afrontar IU. Quiero dejar claro que, con mis siguientes palabras, no pretendo criticar a Podemos ni defender a IU. Solo exponer situaciones que ha vivido la coalici贸n y que ahora se van a producir en Podemos, para que analicemos como reaccionamos, o como reaccion贸 gran parte de la ciudadan铆a en el primer caso y c贸mo lo est谩 haciendo en el segundo. Tampoco pretendo posicionarme sobre la idoneidad o no de tal o cual comportamiento en IU antes o en Podemos ahora, solo destacar la similitud e invitar a pensar en las diferentes reacciones que est谩 provocando en simpatizantes y opini贸n p煤blica.
Algunas cuestiones ya las hab铆amos comprobado desde hace semanas. El pragmatismo, la moderaci贸n o la indefinici贸n estrat茅gica que alguna vez acompa帽贸 a IU, y que fue duramente criticada, ha sido una constante en Podemos desde su aparici贸n: desmarc谩ndose de Venezuela, evitando pronunciarse en otras cuestiones de pol铆tica internacional o moderando propuestas econ贸micas en temas tan sensibles como la deuda o el salario social. Cuando eso lo hac铆a IU no faltaban las acusaciones de oportunismo y connivencia con el status dominante, sin embargo con Podemos se justificaba en la necesidad de buscar apoyos en el mayor espectro social posible, en lograr confluencias con la ciudadan铆a en torno a la necesidad prioritaria de una regeneraci贸n, en la oportuna estrat茅ga de dejar las cuestiones pol茅micas para m谩s adelante.
Tambi茅n a Izquierda Unida siempre se le acus贸 de ser prepotente y soberbia con otras organizaciones de izquierda minoritarias y no ser suficientemente generosa a la hora de buscar confluencias y unidad. Ahora hemos comprobado en los diferentes movimientos preelectorales, e independientemente de todo tipo de casu铆sticas producidas en cada lugar, que Podemos no se ha caracterizado precisamente por la humildad en sus relaciones con otras organizaciones que intentaban candidaturas unitarias. Sin embargo, las cr铆ticas que ha recibido de la ciudadan铆a han sido m铆nimas.
Ahora asistimos al v铆a crucis de las negociaciones y pactos de gobierno. Izquierda Unida siempre lo hac铆a mal, hiciera lo que hiciera. Si apoyaba al PSOE, apuntalaba a la casta y a la corrupci贸n; si no lo apoyaba, permit铆a que la derecha llegara al poder. Si se asociaba con partidos nacionalistas, se vend铆a a la burgues铆a local abandonando su implantaci贸n estatal de clase; si se desmarcaba de las posiciones nacionalistas en alguna autonom铆a, se vend铆a al centralismo de Madrid que atropellaba las identidades nacionales. A todo esto se a帽ad铆a que diferentes actitudes en una administraci贸n y otra mostraban a una Izquierda Unida descoordinada, a merced de reinos de Taifas donde cada federaci贸n ten铆a una posici贸n diferente y contradictoria con respecto a las otras, con una direcci贸n federal incapaz de dar cohesi贸n estatal a la pol铆tica de la coalici贸n. Ahora no se escuchan voces acusando a Podemos de cuestiones similares. No se les acusa de pactar con castas ni se les presiona para hacerlo, todo son -al menos desde los sectores no de derechas- miradas de simpat铆a a cualquiera de sus movimientos. Incluso I帽igo Errej贸n afirm贸: "Podemos va a jugar diferentes roles en las diferentes CCAA. No habr谩 una directriz central". Imaginad unas palabras similares desde IU Federal, la reacci贸n que hubiera provocado entre militantes, simpatizantes y votantes.
Por 煤ltimo, est谩 la conflictividad interna. IU siempre se presentaba como el paradigma de conflicto constante, el chiste de que ten铆a poco de Unida estaba m谩s que desgastado (en cambio el chiste de que “no pueden” tanto como cre铆an no lo dice nadie). IU se mov铆a entre la disciplina estalinista de una direcci贸n que interven铆a en las federaciones o el caos de algunas federaciones que mostraban la jaula de grillos ingobernable que era la coalici贸n. Ahora, en Podemos, estamos viendo constantemente expulsiones, disoluciones de c铆rculos, escisiones, comportamientos contradictorios y enfrentados entre las bases de diferentes c铆rculos locales... Y nadie insin煤a que existen intervenciones estalinistas de la direcci贸n ni jaula de grillos entre las bases.
Insisto, no pretendo con estas reflexiones embestir contra Podemos. Si algo intento criticar es la dureza con la que muchas veces se ha actuado contra Izquierda Unida y sus miserias, y dejar en evidencia que, las mismas personas que, casi siempre con buena intenci贸n, acusaban, ahora miran con otro cristal a otras organizaciones. Un doble rasero que, evidentemente, muestra un prejuicio, demasiado negativo para IU y quiz谩s demasiado positivo para Podemos. Ser铆a bueno intentar medir con la misma vara. Y a ser posible una vara m谩s tolerante, comprendiendo que las organizaciones, los dirigentes, las bases son humanas, tienen defectos y miserias. Son, sencillamente, el reflejo de una sociedad, no pueden ser mucho mejores. Lo que no quiere decir que debemos intentar que lo sean.
*Pascual Serrano es periodista. Su 煤ltimo libro es La prensa ha muerto: ¡viva la prensa! (Pen铆nsula)
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