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Chile. Nacionalismo de pacotilla

OPINI脫N de Jorge Franco.- Se ha ido instalando en el 煤ltimo tiempo en Chile, en medio del clima de burdo chovinismo creado por las alarmistas declaraciones de variados exponentes de la casta pol铆tica que nos gobierna, desde la UDI al PC, una gran preocupaci贸n por los progresos alcanzados en el 谩mbito internacional por la demanda mar铆tima boliviana, insistentemente presentada a trav茅s de los medios como una importante amenaza a nuestra soberan铆a nacional.

A fin de dimensionar de manera apropiada el problema, resulta pertinente preguntarse entonces en qu茅 consiste exactamente la soberan铆a de un pa铆s y cu谩les son las maneras en que ella puede ser amagada, violada o anulada. Soberan铆a es, en definitiva, ejercicio del poder, por lo que la soberan铆a de una naci贸n es la facultad que ella tiene de ejercer autoridad sobre s铆 misma, es decir, de gobernar a plenitud los asuntos que le conciernen.

La soberan铆a nacional concierne entonces a la naci贸n como sujeto de esa autoridad y, por lo tanto, depende, en primer lugar, de la capacidad que tengan todos sus miembros para expresarse e incidir efectivamente en la toma de decisiones sobre sus propios asuntos. De lo contrario resulta muy f谩cil que las decisiones pol铆ticas que se adopten est茅n lejos de corresponder a los intereses de la naci贸n y supongan, por el contrario, una cesi贸n de soberan铆a a poderes o potencias extranjeras.

Cabe preguntarse entonces cu谩les son los principales atentados y amenazas que hoy se ciernen sobre la soberan铆a de una naci贸n y si la aspiraci贸n mar铆tima boliviana es, efectivamente, una de ellas. Ello permitir铆a colocar el tratamiento de esta cuesti贸n en sus justos t茅rminos y permitir铆a, adem谩s, poner a prueba el real contenido del supuesto amor a la patria que los que se consideran nacionalistas dicen profesar.

La tendencia dominante en estos 煤ltimos parece corresponder a las viejas concepciones geopol铆ticas que trasladan al 谩mbito de las relaciones internacionales la visi贸n individualista de un sujeto, en este caso la naci贸n erigida en base a un determinado territorio, que intenta sobrevivir y prevalecer en un ambiente selv谩tico, circundado de enemigos y de amenazas. Se trata, obviamente, de una visi贸n extremadamente superficial y miope de la realidad social contempor谩nea.

Chile, como el resto de los pa铆ses de Am茅rica latina, es una naci贸n que a lo largo de toda su historia ha estado con sus "venas abiertas", seg煤n la feliz expresi贸n de Eduardo Galeano, desangrado por la explotaci贸n a que ha sido sometido su pueblo y el saqueo de sus riquezas por el gran capital transnacional. Explotaci贸n y saqueo no solo permitido sino tambi茅n fomentado y aplaudido por muchos de los que se consideran "nacionalistas".

El Estado chileno ha permanecido entonces subordinado y cediendo constantemente capacidad de decisi贸n, es decir soberan铆a, ante los grandes poderes que gobiernan el mundo, permitiendo por ejemplo que los organismos internacionales controlados por 茅stos, como el FMI o el Banco Mundial, nos impongan permanentemente sus condiciones a favor de aquellos en el plano de las decisiones financieras y presupuestarias.

Esta tendencia se ha acentuado notablemente en las 煤ltimas d茅cadas con la imposici贸n de las pol铆ticas neoliberales que, en nombre de una mayor "libertad econ贸mica" se orientan a "despolitizar las decisiones econ贸micas", minimizando el rol del Estado y desacreditando toda pretensi贸n de que 茅ste pueda actuar como representante de una voluntad pol铆tica que busque expresar los derechos, intereses y aspiraciones de la poblaci贸n.

En este contexto y bajo el r茅gimen dictatorial se consumaron las mayores p茅rdidas de soberan铆a que han afectado a Chile a lo largo de toda su historia. Tal es, por ejemplo, el caso del sistema de "concesiones plenas", ideado por Jos茅 Pi帽era para arrebatar a la naci贸n chilena la propiedad de sus recursos mineros y regal谩rselos sin m谩s a las transnacionales. Este ha sido, sin duda alguna, el mayor golpe propinado nunca a la soberan铆a econ贸mica del pa铆s.

Mientras mediante la ley reservada del cobre las FFAA impusieron a CODELCO para la compra de armamentos un royalty del 10% sobre el valor total de sus ventas, las transnacionales mineras pueden explotar tranquilamente en su propio beneficio, y sin royalty de ning煤n tipo, con un tratamiento tributario privilegiado, los riqu铆simos minerales que les fueron regalados por estos celosos "defensores de la patria".

De all铆 que las transnacionales hayan podido llevarse anualmente, en promedio, m谩s de 13 mil millones de d贸lares en la 煤ltima d茅cada, sin que su presencia en el pa铆s pueda considerarse en ning煤n sentido beneficiosa para 茅ste, ya que la actividad que desarrollan en 茅l es la de limitarse a extraer y exportar recursos naturales, algo que los chilenos bien podr铆amos hacer por nosotros mismos y en nuestro entero beneficio.

Por otra parte, los tratados de libre comercio, y muy particularmente el TLC con EEUU –que seg煤n declar贸 Foxley en 2003, al momento de ser aprobado, le colocaba un candado al modelo econ贸mico neoliberal impuesto bajo la dictadura, asegurando as铆 su continuidad–, coartan muy severamente la soberan铆a econ贸mica del pa铆s, debido a las normas que se compromete a mantener vigentes para garantizar y proteger el libre movimiento y operaciones de los capitales extranjeros.

Adem谩s, a pesar del presunto patriotismo en defensa del mar chileno que dicen profesar algunos politicastros, lo cierto es que la naci贸n chilena tampoco ejerce efectiva soberan铆a sobre sus recursos marinos ya que, en virtud de la vergonzosa ley de pesca aprobada por ellos mismos en 2013, dichos recursos se encuentran hoy a perpetuidad a disposici贸n de las 7 familias que controlan la pesca industrial en el pa铆s.

Todo este atropello masivo, permanente y sistem谩tico a la soberan铆a de Chile no le preocupa en lo m谩s m铆nimo a la casta pol铆tica y a los poderes f谩cticos empresariales que han armado ahora un gran esc谩ndalo por la modesta demanda mar铆tima boliviana, llamando a mantener una posici贸n firme frente a ella. Se pierde as铆 de vista lo mucho que tenemos en com煤n con el pueblo de Bolivia, enfrentados, al igual que todos los latinoamericanos, a las pretensiones e imposiciones imperiales de las grandes potencias.

Una demanda mar铆tima que, por lo dem谩s, no costar铆a mucho satisfacer por la v铆a, por ejemplo, de ofrecer a Bolivia un enclave en la costa de Antofagasta (algo que Per煤 no podr铆a objetar por no concernir a un territorio que antes hubiese sido suyo), en base a un canje territorial, y que podr铆a resultar sumamente provechoso para los reales intereses de ambos pueblos no solo al despejar un motivo de conflicto permanente sino al incluir eventualmente tambi茅n un amplio programa de cooperaci贸n econ贸mica real y significativa entre ellos.

La posici贸n del gobierno chileno ha sido y es, en cambio, demasiado b谩sica, asumiendo torpemente como propia la acomodaticia visi贸n de la historia construida por la vieja oligarqu铆a chilena para justificar su agresiva pol铆tica expansionista en el siglo XIX frente a otras naciones hermanas, como Per煤 y Bolivia, pero completamente sumisa frente las grandes potencias de la 茅poca.

El funesto desenlace de esa pol铆tica, levantada entonces en aras de un estrecho "nacionalismo" que, ignorando el proyecto bolivariano de la Patria Grande, llev贸 a derramar profusamente sangre chilena, peruana y boliviana en una fraticida disputa por el control del salitre, fue el peor que era posible imaginar: la entrega de esa fabulosa riqueza a los audaces aventureros brit谩nicos que lograron prosperar bajo el amenazante alero protector de la "Royal Navy".

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