OPINI脫N de Mauricio Casta帽o H., Colombia.- Libertarias llamo yo a las elecciones ocurridas el domingo pasado del 25 de octubre de 2015, en especial a las llamadas candidaturas independientes o a aquellas que promet铆an rompimiento de continuidad con aquellos gobiernos desgastados. Las gentes sufren agotamiento por los problemas de inseguridad, movilidad y de la corrupci贸n siempre vigente y dadas a conocer en esc谩ndalos y en las exageradas obras de infraestructura, que a decir de los que saben, se llevan el rubro m谩s alto del presupuesto total con por lo menos el setenta por ciento.
Dos ciudades emblem谩ticas mostraron que la balanza la inclinan aquellos ciudadanos libres a la hora de ir a las urnas, sus consciencias guiaron su sentir y sus votos van para aquellos candidatos que fueron capaces de transmitir frescura, deslindamiento con las denominadas maquinarias politiqueras, aquellas que tratan a sus votantes como simples engranajes de sus maquinarias, sobornables con un mercado o con promesas de puestos burocr谩ticos.
S铆, el candidato de Medell铆n, en sus 煤ltimos cinco d铆as gan贸 la alcald铆a. La raz贸n la hallamos en que le transmiti贸 a sus electores conocimiento de la ciudad a la que aspiraba gobernar, mostr贸 solvencia en los temas de seguridad que tanto aquejan, se mostr贸 como candidato independiente, limpio de las componendas politiqueras, aseguraba los cambios necesarios y el rompimiento del continuismo de la actual administraci贸n que tanto reclama la ciudadan铆a en su agotamiento por esos problemas sin resolver.
Similar sucedi贸 con la gobernaci贸n de Antioquia frente a la frustraci贸n de un gobierno que se proclamaba diferente en las formas de hacer pol铆tica y que result贸 peor el remedio que la enfermedad, el goberante no resolvi贸 ning煤n problema que azotaba a las comunidades y todo result贸 m谩s de los mismo pero con el disfraz de lo alternativo, atestiguan sus cr铆ticos que robusteci贸 sus afectas empresas cementeras, en los municipios no se giraba la plata sino que llegaban las pagas en especie de bultos de cemento para las obras de infraestructura, que son hoy cuestionadas porque no son sostenibles en el tiempo, no se sabe de d贸nde saldr谩n los dineros para su mantenimiento en esos pueblos en donde las poblaciones se mueren de hambre por falta del empleo, no tienen las formas de c贸mo garantizarse la simple subsistencia.
A todas estas, retomando el hilo, no existen los supra poderes que acorralen la libre decisi贸n personal, tan es as铆, que los favoritos ganadores que daban las cuestionadas y mercantiles encuestas, no les alcanz贸 para la victoria final. Por fortuna, el libre albedr铆o del ciudadano de a pi茅, logr贸 inclinar la balanza a favor de quien su consciencia le dict贸 era el candidato fresco y libre de ataduras politiqueras, conocedor de su territorio y de los temas m谩s 谩lgidos que paralizan la ciudad.
Esa voluntad de poder en la que cada quien materializa sus acciones que su consciencia le dicta, su sentir le manda, libre de las transacciones que el demagogo ofrece como soborno. Estos actos individuales dan goce y satisfacci贸n, no importa que luego se sepa del yerro en el cual los gobernantes sucumben en su vanidad del poder. Lo importante es nuestra voluntad de poder, que alg煤n d铆a llegar谩 a ser general.
Dos ciudades emblem谩ticas mostraron que la balanza la inclinan aquellos ciudadanos libres a la hora de ir a las urnas, sus consciencias guiaron su sentir y sus votos van para aquellos candidatos que fueron capaces de transmitir frescura, deslindamiento con las denominadas maquinarias politiqueras, aquellas que tratan a sus votantes como simples engranajes de sus maquinarias, sobornables con un mercado o con promesas de puestos burocr谩ticos.
S铆, el candidato de Medell铆n, en sus 煤ltimos cinco d铆as gan贸 la alcald铆a. La raz贸n la hallamos en que le transmiti贸 a sus electores conocimiento de la ciudad a la que aspiraba gobernar, mostr贸 solvencia en los temas de seguridad que tanto aquejan, se mostr贸 como candidato independiente, limpio de las componendas politiqueras, aseguraba los cambios necesarios y el rompimiento del continuismo de la actual administraci贸n que tanto reclama la ciudadan铆a en su agotamiento por esos problemas sin resolver.
Similar sucedi贸 con la gobernaci贸n de Antioquia frente a la frustraci贸n de un gobierno que se proclamaba diferente en las formas de hacer pol铆tica y que result贸 peor el remedio que la enfermedad, el goberante no resolvi贸 ning煤n problema que azotaba a las comunidades y todo result贸 m谩s de los mismo pero con el disfraz de lo alternativo, atestiguan sus cr铆ticos que robusteci贸 sus afectas empresas cementeras, en los municipios no se giraba la plata sino que llegaban las pagas en especie de bultos de cemento para las obras de infraestructura, que son hoy cuestionadas porque no son sostenibles en el tiempo, no se sabe de d贸nde saldr谩n los dineros para su mantenimiento en esos pueblos en donde las poblaciones se mueren de hambre por falta del empleo, no tienen las formas de c贸mo garantizarse la simple subsistencia.
A todas estas, retomando el hilo, no existen los supra poderes que acorralen la libre decisi贸n personal, tan es as铆, que los favoritos ganadores que daban las cuestionadas y mercantiles encuestas, no les alcanz贸 para la victoria final. Por fortuna, el libre albedr铆o del ciudadano de a pi茅, logr贸 inclinar la balanza a favor de quien su consciencia le dict贸 era el candidato fresco y libre de ataduras politiqueras, conocedor de su territorio y de los temas m谩s 谩lgidos que paralizan la ciudad.
Esa voluntad de poder en la que cada quien materializa sus acciones que su consciencia le dicta, su sentir le manda, libre de las transacciones que el demagogo ofrece como soborno. Estos actos individuales dan goce y satisfacci贸n, no importa que luego se sepa del yerro en el cual los gobernantes sucumben en su vanidad del poder. Lo importante es nuestra voluntad de poder, que alg煤n d铆a llegar谩 a ser general.