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Espacio Cerrado

OPINI脫N de Mauricio Casta帽o H., Colombia.- Existen diferencias entre los espacios abiertos y los espacios cerrados. Tomemos como ejemplo el espacio navide帽o en la ciudad de Medell铆n. El antes corresponde a la iluminaci贸n a todo lo largo del r铆o de esta ciudad con sus diversas figuras atractivas para el transe煤nte, el trayecto iniciaba en las instalaciones del edificio de Empresas P煤blicas de Medell铆n – EPM - y terminaba en el antiguo puente de Guayaquil. Este espacio era totalmente abierto, cualquier persona en carro o a pie apreciaba sus decorados lum铆nicos, pod铆a incorporarse al recorrido a pie a esos tumultos de gentes en cualquier punto del trayecto, los individuos se integraban a los recorridos sin que existiera ninguna barrera o autoridad que lo impidiesen.



A esto llamamos espacio abierto, y precisamente por tal condici贸n cualquier persona entraba sin restricci贸n alguna, sin que se sintiera intimidaci贸n bien fuera expl铆cita o impl铆cita, caracter铆stica 茅sta que era aprovechada por ladronzuelos o por la delincuencia organizada para sacar provecho de las bonanzas econ贸micas cosechadas por los ventorrillos de licor y comida barata pero ordinaria. Esta misma raz贸n de inseguridad hizo que m谩s de un ciudadano desistiera de estas caminatas. Este espacio se volvi贸 despreciable por la inseguridad y maloliente, el desaseo, disfrutarlo ya no era posible, m谩s bien espantaba a cualquier tipo de visitante.

En contraste, tenemos el actual espacio navide帽o que se caracteriza por ser semi cerrado y semi abierto, ya no es una larga l铆nea recta ribere帽a, sino que est谩 conformado por una gran cuadr铆cula en donde sobresalen el Edificio de EPM y el complejo de convenciones internacionales denominado Plaza Mayor. Esta gran cuadr铆cula est谩 bordeada por vallas met谩licas que impiden el acceso y solo lo permiten en las entradas dispuestas para su ingreso, en cada una de ellas y en general en todo el espacio, te encuentras con agentes de polic铆a y seguridad privada, funcionarios enchalecados que controlan el espacio p煤blico, toda est谩 composici贸n te genera una sensaci贸n de seguridad, de tranquilidad, puedes sentarte a disfrutar de una cerveza o arriesgarte con la indigesta comida paisa.

Existe una expresi贸n que indaga si la ciudad m谩s segura es en donde hay m谩s o menos polic铆a. La respuesta suele ser en donde hay menos, incluso en la que no tiene casi nada, similar cuando uno se pregunta por la ciudad m谩s limpia, si es en donde hay muchos barrenderos o pocos, la respuesta tiene la misma l贸gica, en donde todo el mundo est谩 contento no requiere ni tantos polic铆as ni tantos barrenderos, los ciudadanos contentos han incorporado, introyectado las normas que proporcionan una feliz convivencia. Si hay equidad, empleo, nadie tiene porque estar por ah铆 repartiendo su ira, arrebatando lo ajeno para proporcionarse una miga de pan.

No se puede tapar el sol con una mano, la producci贸n automatizada genera mayor concentraci贸n de riqueza sin necesitar de los brazos humanos. Las invenciones humanas est谩n liberando a los hombres de los trabajos mec谩nicos, repetitivos y aburridos, las m谩quinas lo hacen mejor. El paradigma est谩 en c贸mo hacer que estos logros de la humanidad sean para el beneficio colectivo, de ella misma, por ello se habla de equidad, hoy muchos ingeniosos hombres de empresa han entendido de lo absurdo de la acumulaci贸n y entonces se desprenden de sus riquezas don谩ndolas para prop贸sitos filantr贸picos.

Los ej茅rcitos de hombres desempleados tratan de mantenerse a flote, salen a las selvas de cemento al rebusque, muchos de ellos se alistan en el crimen organizado en donde dejan de ser nadie para tratar de ganarle una partida a la vida.

Comprendemos esa necesidad vital de proveernos por lo menos una sensaci贸n de seguridad as铆 sea en un espacio cerrado y por el momento lo que dure en recorrerlo, pero no podemos ser ingenuos y comerle cuento al demagogo gobernante de turno en tratar de convencernos en que la soluci贸n es la represi贸n y el aislarnos los unos a los otros. Las buenas pr谩cticas se adquieren cuando se tiene las condiciones que garantizan mantenernos en pie con vida, sin que el hambre nos amenace.

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