OPINI脫N de Adri谩n Mac Liman.- Aquel d铆a, el mundo civilizado dio un gran suspiro de alivio; la Rep煤blica de Montenegro, peque帽o Estado balc谩nico que cuenta con alrededor de 621.000 habitantes, fue invitada a solicitar formalmente su ingreso en la Alianza Atl谩ntica. Montenegro, territorio perteneciente hasta 2006 a la antigua Rep煤blica Federal de Yugoslavia, podr铆a convertirse, pues, en un plazo de seis a ocho meses, en el 29潞 miembro del Tratado del Atl谩ntico Norte, siguiendo el ejemplo de sus vecinos, Albania y Croacia, que engrosaron las filas de la OTAN en 2009. Conviene recordar que las Fuerzas Armadas montenegrinas cuentan con 2.094 hombres, dos fragatas y… cuatro aviones.
Alea jacta est. En plena crisis entre Mosc煤 y Ankara, la Alianza apuesta por la expansi贸n de su flanco oriental. Montenegro es un primer paso; siguen las consultas con otros candidatos – Bosnia y Macedonia – exrep煤blicas de la diezmada Yugoslavia, federaci贸n de Estados atomizada durante la 煤ltima d茅cada del siglo pasado por la intervenci贸n militar de la Alianza.
Curiosamente, la decisi贸n de la OTAN coincide con el incremento de la tensi贸n internacional generado por los sangrientos atentados de Par铆s, las cr铆ticas del actual inquilino de la Casa Blanca por los ataques a茅reos rusos contra las posiciones del Estado Isl谩mico en Siria, las sanciones impuestas por el Kremlin a Turqu铆a, acusada de colaborar con los traficantes de petr贸leo del EI. En efecto, los pol铆ticos moscovitas acusan a los familiares del presidente Erdogan y/o al establishment del pa铆s otomano de facilitar el tr谩nsito del oro negro saqueado por los yihadistas a trav茅s de Turqu铆a. Su destino final: ¿….Israel? Unas alegaciones estas que no acaban de gustar en Washington. Con raz贸n: para Barack Obama, Premio Nobel de la Paz y… comandante en jefe de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, la presencia rusa en el teatro de operaciones sirio constituye un estorbo. Pero de ah铆 a reforzar la presencia militar de la OTAN en el Este europeo…
Esa gente ser铆a capaz de integrar el Polo Norte en la OTAN con tal de cercar a Rusia, se帽ala el almirante Vladimir Komoyedov, presidente del comit茅 de defensa del Parlamento ruso. Sin embargo, el Secretario de Estado John Kerry se apresura en rechazar las alegaciones del militar ruso, haciendo hincapi茅 en el hecho de que la integraci贸n de Montenegro poco o nada tiene que ver con la pol铆tica de Mosc煤 o de cualquier otra potencia. Lo cierto es que tras el fracaso de las sanciones econ贸micas decretadas por Estados Unidos y la Uni贸n Europea contra Rusia despu茅s de la ocupaci贸n de Crimea o del conflicto de baja intensidad de Ucrania, la Administraci贸n Obama se siente obligada a mostrar el palo y retirar, al menos, provisionalmente, la zanahoria. El Kremlin le paga con la misma moneda, anunciando en establecimiento de nuevas bases militares fuera del territorio de la Federaci贸n Rusa. Pero, ¿estamos presenciando el final del an贸malo romance entre el oso ruso y el谩guila norteamericano? El porvenir nos lo dir谩.
Mientras algunos polit贸logos insisten en la resurrecci贸n de la Guerra Fr铆a, los elementos m谩s conservadores aprovechan la confusi贸n creada por las sucesivas crisis para reclamar la aplicaci贸n de medidas m谩s severas contra la pol铆tica de Vladimir Putin.
En un art铆culo publicado recientemente en la revista Foreign Affairs, el senador republicano Tom Cotton insta a la Administraci贸n estadounidense a fortalecer la presencia de la OTAN en la totalidad del territorio controlado por la Alianza y, particularmente, en los pa铆ses del Este europeo vecinos de la antigua URSS. Cotton sugiere el env铆o de una brigada de fuerzas especiales a Estonia, de una divisi贸n de tanques a Polonia y de un escuadr贸n de aviones de combate F 22 a Ruman铆a. Todo ello, naturalmente, para incrementar la capacidad de combate de la Alianza.
Obviamente, para la clase pol铆tica norteamericana, Rusia ha dejado de ser un aliado estrat茅gico. Las reiteradas violaciones del esp铆ritu y la letra del Acta Fundacional de Relaciones Mutuas, Cooperaci贸n y Seguridad entre la OTAN y la Federaci贸n Rusa, denunciadas por el Kremlin, no hacen m谩s que evidenciar la creciente tensi贸n en las relaciones entre Washington y Mosc煤. Pero de ah铆 a especular con la inminencia de un conflicto armado entre las potencias nucleares hay un abismo. El comandante en jefe Obama tiene que ocuparse en… otras guerras.
Adri谩n Mac Liman
Analista pol铆tico internacional
Twitter: @AdrianMacLiman
Alea jacta est. En plena crisis entre Mosc煤 y Ankara, la Alianza apuesta por la expansi贸n de su flanco oriental. Montenegro es un primer paso; siguen las consultas con otros candidatos – Bosnia y Macedonia – exrep煤blicas de la diezmada Yugoslavia, federaci贸n de Estados atomizada durante la 煤ltima d茅cada del siglo pasado por la intervenci贸n militar de la Alianza.
Curiosamente, la decisi贸n de la OTAN coincide con el incremento de la tensi贸n internacional generado por los sangrientos atentados de Par铆s, las cr铆ticas del actual inquilino de la Casa Blanca por los ataques a茅reos rusos contra las posiciones del Estado Isl谩mico en Siria, las sanciones impuestas por el Kremlin a Turqu铆a, acusada de colaborar con los traficantes de petr贸leo del EI. En efecto, los pol铆ticos moscovitas acusan a los familiares del presidente Erdogan y/o al establishment del pa铆s otomano de facilitar el tr谩nsito del oro negro saqueado por los yihadistas a trav茅s de Turqu铆a. Su destino final: ¿….Israel? Unas alegaciones estas que no acaban de gustar en Washington. Con raz贸n: para Barack Obama, Premio Nobel de la Paz y… comandante en jefe de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, la presencia rusa en el teatro de operaciones sirio constituye un estorbo. Pero de ah铆 a reforzar la presencia militar de la OTAN en el Este europeo…
Esa gente ser铆a capaz de integrar el Polo Norte en la OTAN con tal de cercar a Rusia, se帽ala el almirante Vladimir Komoyedov, presidente del comit茅 de defensa del Parlamento ruso. Sin embargo, el Secretario de Estado John Kerry se apresura en rechazar las alegaciones del militar ruso, haciendo hincapi茅 en el hecho de que la integraci贸n de Montenegro poco o nada tiene que ver con la pol铆tica de Mosc煤 o de cualquier otra potencia. Lo cierto es que tras el fracaso de las sanciones econ贸micas decretadas por Estados Unidos y la Uni贸n Europea contra Rusia despu茅s de la ocupaci贸n de Crimea o del conflicto de baja intensidad de Ucrania, la Administraci贸n Obama se siente obligada a mostrar el palo y retirar, al menos, provisionalmente, la zanahoria. El Kremlin le paga con la misma moneda, anunciando en establecimiento de nuevas bases militares fuera del territorio de la Federaci贸n Rusa. Pero, ¿estamos presenciando el final del an贸malo romance entre el oso ruso y el谩guila norteamericano? El porvenir nos lo dir谩.
Mientras algunos polit贸logos insisten en la resurrecci贸n de la Guerra Fr铆a, los elementos m谩s conservadores aprovechan la confusi贸n creada por las sucesivas crisis para reclamar la aplicaci贸n de medidas m谩s severas contra la pol铆tica de Vladimir Putin.
En un art铆culo publicado recientemente en la revista Foreign Affairs, el senador republicano Tom Cotton insta a la Administraci贸n estadounidense a fortalecer la presencia de la OTAN en la totalidad del territorio controlado por la Alianza y, particularmente, en los pa铆ses del Este europeo vecinos de la antigua URSS. Cotton sugiere el env铆o de una brigada de fuerzas especiales a Estonia, de una divisi贸n de tanques a Polonia y de un escuadr贸n de aviones de combate F 22 a Ruman铆a. Todo ello, naturalmente, para incrementar la capacidad de combate de la Alianza.
Obviamente, para la clase pol铆tica norteamericana, Rusia ha dejado de ser un aliado estrat茅gico. Las reiteradas violaciones del esp铆ritu y la letra del Acta Fundacional de Relaciones Mutuas, Cooperaci贸n y Seguridad entre la OTAN y la Federaci贸n Rusa, denunciadas por el Kremlin, no hacen m谩s que evidenciar la creciente tensi贸n en las relaciones entre Washington y Mosc煤. Pero de ah铆 a especular con la inminencia de un conflicto armado entre las potencias nucleares hay un abismo. El comandante en jefe Obama tiene que ocuparse en… otras guerras.
Adri谩n Mac Liman
Analista pol铆tico internacional
Twitter: @AdrianMacLiman